Carla Iglesias, Isidro Lara y Luis González en la 21 Leguas de Narón.
La 21 Leguas llega Narón (A Coruña) el 27 de septiembre: "Superar este desafío te hace más fuerte"
"El ultrafondo es una prueba que engancha, es poner al límite tu cuerpo y, sobre todo, tu cabeza; es una lucha constante entre retirarte o acabar, reír o llorar", aseguran aquellos que ya han recorrido los 101 kilómetros y que repiten este 2025
Narón se prepara para una de las pruebas de ultrafondo más populares: la 21 Leguas. Más de 1.000 deportistas formarán parte el 27 de septiembre de este "desafío" que ha llegado a su cuarta edición con más participación femenina y de personas con diversidad funcional.
La cita deportiva recorrerá 101 kilómetros a pie (con corte en 24 horas) o en MTB (con corte en 12 horas), en un trazado que atraviesa lugares tan singulares como el interior de Navantia, el arsenal militar, Monteventoso, Valdoviño, Pantín o el túnel de A Graña.
Una prueba que combina dureza, paisaje y patrimonio, y que se ha consolidado como un escaparate del territorio gallego, reconocido no solo por su atractivo turístico y gastronómico, sino también por su proyección deportiva.
La edición de 2025 contará, además, con un programa que incluye conciertos, actividades paralelas y espacio para foodtrucks, que convertirán el fin de semana en una "auténtica fiesta del ultrafondo".
Algo que saben muy bien dos de las personas que repiten este 2025. Carla Iglesias lo hace tras haberse superado a sí misma en 2024 y, pese a haber sufrido una lesión este año, mientras que Isidro Lara regresa a Narón acompañado por su inseparable amigo Luis González. Dos historias que reflejan el espíritu deportivo de una prueba que conquista a quien se atreve a conquistarla.
Carla Iglesias
Carla Iglesias tras llegar a la línea de meta en la 21 Leguas 2024.
¿Desde cuándo practicas deporte?
Yo practicaba senderismo ocasionalmente desde hacía tiempo, pero lo hago de manera más intensiva desde hace algo más de dos años, desde que decidí empezar a entrenar para las 21 Leguas.
Nunca fui una persona muy deportista, pero sí hago a menudo distancias medias por el monte porque, después de probar muchas otras alternativas, es lo que mejor me funciona para regular el estrés.
Empecé a entrenar para las 21 Leguas porque estaba pasando por un mal momento personal y fue la única vía de escape que encontré. Me ayudó mucho mentalmente mezclar el contacto con la naturaleza con el esfuerzo físico continuado, y desde aquel entonces no dejé de practicar porque siento que me hace muy bien.
Soy emprendedora, tengo varias empresas de eventos. La más conocida es La Guagua, que se dedica al ocio educativo infantil y mi vida a menudo es bastante estresante; las largas caminatas me ayudan a mantener el equilibrio.
¿Cuándo comenzaste a participar en pruebas de ultrafondo? ¿Qué fue lo que te animó?
Me animé a participar porque algunos amigos me contaron su experiencia. Uno de ellos me acompañó en los primeros entrenamientos y me dio algunos consejos, y pronto le empecé a perder el miedo a caminar sola por el monte. En cuanto empecé, ya no pude parar.
Me planteo el ultrafondo como un reto personal, como un desafío. Inicialmente me motivó mucho la idea de prepararme para intentar hacer lo que pudiera, pero después de unos meses de entrenamiento empecé a sentirme capaz de llegar al kilómetro 70, y pasado un año empecé a fantasear con la idea de, quizás, poder terminar la prueba en tiempo.
A mi nivel, el reto no está en alcanzar la meta en el menor tiempo posible, sino en ir dentro de los tiempos de corte y alcanzar la meta antes de que se cumplan las 24 horas. Pero tengo claro que por mucho que entrene, pasadas las primeras 12 horas caminando a ritmo rápido, el esfuerzo se convierte en algo titánico.
Al final se trata de una lucha: contigo misma, con tu cuerpo que no puede más, con el dolor, con las lesiones, con las pendientes, con el tiempo que se te echa encima, con el agotamiento y con tu cabeza: cada kilómetro te pide que abandones.
Saber que te vas a enfrentar a 101 kilómetros en menos de 24 horas te obliga a entrenar durante todo el año, a ser constante y a comprometerte contigo misma. Superar este tipo de desafíos te hace más fuerte.
"Este año debido a una lesión y una baja médica no pude entrenar tanto como el año pasado, pero lo voy a dar todo igualmente. Aunque tengo que ser realista… llegaré hasta donde pueda. Si este año tengo que retirarme lo haré, pero estaré muy contenta igualmente de haber participado"
El año pasado la prueba de 21 Leguas fue muy dura para ti y este año te has apuntado de nuevo para participar. ¿Por qué te has animado?
El año pasado fue la primera vez que participé y conseguí terminar en 23 horas 40 minutos, casi al límite del tiempo. Sufrí muchísimo, entre otras cosas porque me lesioné en el kilómetro 78, pero decidí continuar.
Los últimos 22 kilómetros fueron literalmente un infierno, pero la satisfacción de completar la prueba y la intensidad de la experiencia compensaron todo el sufrimiento; por eso este año decidí repetir.
Mi familia y amigos también se implicaron; vinieron a animarme a los cruces y a los avituallamientos, me esperaron en la meta, y los voluntarios que venían cerrando el último tramo también me ayudaron un montón.
Además, pude hacer equipo con con otra persona que ya conocía y que también iba a participar en la prueba. El hecho de no ir sola fue crucial, me ayudó muchísimo, y pudimos llegar juntos a la meta. Fue muy emocionante sentir que tanta gente estaba conmigo en esto.
¿Cómo te has preparado para la 21 Leguas de Narón?
Me preparo entrenando todo lo que puedo en terrenos irregulares y en pendientes. Me preocupé también de conocer bien el recorrido para sentirme más segura, de ir mejorando los tiempos poquito a poco, y también de trabajar la resistencia en largas distancias.
Este año debido a una lesión y una baja médica no pude entrenar tanto como el año pasado, pero lo voy a dar todo igualmente. Aunque tengo que ser realista… llegaré hasta donde pueda. Si este año tengo que retirarme lo haré, pero estaré muy contenta igualmente de haber participado.
¿Qué es lo que más te gusta del ultrafondo? ¿Y de la 21 Leguas?
Lo que más me gusta de las 21 Leguas es por un lado el entorno por el que se desarrolla la prueba, que es espectacular, y por el otro el ambiente. La implicación de los voluntarios es bestial y el cuidado y la calidad humana que te encuentras en cada km del recorrido son inmejorables.
Detrás de 21 Leguas hay un equipazo y un despliegue descomunal. Está muy bien organizado todo y lo hacen muy bien, logrando que nos sintamos muy cuidados, seguros y acompañados durante toda la prueba. Eso es muy importante.
Gran parte del éxito de las 21 Leguas está ahí, porque logran que la experiencia sea increíble. Estoy muy orgullosa de tener una prueba de este nivel al lado de mi casa, y ya estoy deseando que llegue el día para vivirla a tope.
Isidro Lara
Isidro Lara y Luis González en la 21 Leguas de Narón.
Háblame algo de tu trayectoria como deportista: desde cuándo corres o practicas deporte, por qué ultrafondo… ¿A qué te dedicas a nivel profesional?
Soy empleado de banca, y junto con mi amigo y casi hermano Luis González González empezamos en el mundo del baloncesto hace ya muchos años. Desde siempre nos ha gustado caminar, hasta que hace más o menos 20 años nos enteramos de que había una prueba de 100 kilómetros en 24 horas que se celebra en Mérida: Las millas romanas.
Desde entonces no hemos parado: varias ediciones de los 101 de Ronda, La desértica, La africana, millas romanas, 21 Leguas de Narón, Aracena… El ultrafondo es una prueba que engancha, es poner al límite tu cuerpo y sobre todo tu cabeza, es una lucha constante entre retirarte o acabar, reír o llorar, parar o correr, vivir o morir. Es difícil explicar si no lo intentas alguna vez.
En nuestro caso, solo miramos el reloj para ver si llegamos en los tiempos de corte. No nos importa el tiempo: nos importa disfrutar de la prueba, de los voluntarios, del ambiente y de los PRO haciendo barbaridades en menos de nueve horas.
Si tenemos que parar a hacernos unas fotos, nos paramos; si tenemos que parar y reírnos un rato junto con los voluntarios, nos paramos; si tenemos que parar para animar o auxiliar a algún marchador tocado, nos paramos. Disfrutamos del ultrafondo de otra manera.
¿Qué fue lo que te animó a participar en este tipo de pruebas?
Empezamos sobre el año 2005 a participar en nuestras primeras pruebas, animados por el afán de conocer nuestros límites y saber hasta dónde podíamos llegar.
"Para nosotros es una auténtica paliza de kilómetros ir desde Badajoz a Narón, pero es que es imposible no repetir la que es sin duda, y sin desmerecer a ninguna otra, la mejor prueba de ultrafondo de España. Nosotros la llamamos la prueba de los cinco sentidos, porque hay que verla, olerla, sentirla, palparla y escucharla"
No es la primera vez que viajas desde Extremadura hasta Galicia para participar en 21 Leguas. ¿Qué es lo que te atrae de esta prueba? ¿Viajas con otros corredores?
¿Qué es lo que nos atrae? Para nosotros es una auténtica paliza de kilómetros ir desde Badajoz a Narón, pero es que es imposible no repetir la que es sin duda, y sin desmerecer a ninguna otra, la mejor prueba de ultrafondo de España. Nosotros la llamamos la prueba de los cinco sentidos, porque hay que verla, olerla, sentirla, palparla y escucharla.
Tiene paisajes de película, es imposible no pararse para ver a la madre naturaleza en todo su esplendor mientras los bastones claquetean sobre los caminos, y más aún compartir con la maravilla de voluntarios que tiene la 21 Leguas, gente que no desfallece ni un solo segundo, que te anima, que se ríe y llora contigo, que no te deja irte del avituallamiento sin que comas o bebas, que te lleva hielo en furgonetas si el calor aprieta, que se sube a un quad a altas horas de la madrugada para acompañarte y auxiliarte si lo necesitas, que se pone a cantar cuando te ve llegar y que no hay ni una sola sonrisa que se dejen atrás para empujarte hasta el final. Hay que vivirlas, es imposible contarlo.
Viajamos siempre Luis y yo para hacer la prueba, antes nos acompañaban Yolanda y Eva, nuestras esposas y ángeles de la guarda, pero ahora nos siguen acompañando como espectadoras y dándonos todo el apoyo moral y logístico que pudiéramos necesitar. Sin ellas sería imposible.
Luis y yo nos autodenominamos el 0,3 % de Extremadura, ya que en la primera edición de la prueba sacaron un mapa autonómico poniendo el porcentaje de cada región que asistía y Extremadura el 0,3%, que éramos nosotros dos solos. Así que el 0,3 % de Extremadura seguirá disfrutando del mejor ultra de España.
¿Cómo te has preparado para la 21 Leguas de Narón?
La hemos preparado malamente este año. Diversas lesiones y una inoportuna fascitis nos hacen temer lo peor, ya que desde el pasado mes de mayo (101 de Ronda ) no hemos podido hacer esas tiradas largas con desnivel que son de obligado cumplimiento para llegar en forma a Narón. Pero habrá que intentarlo.