Deportivistas animando al equipo en diferentes estadios.

Deportivistas animando al equipo en diferentes estadios. Cedidas.

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El amor por el Deportivo se inspira en Willy Fog: "Suelo ahorrar pensando en los viajes"

En cada estadio en el que juega el Dépor hay un deportivista, bien sea de la localidad o bien de algún viaje. La locura por desplazarse con el equipo crece y en partidos clave, la demanda de entradas supera con creces a la oferta

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Da igual que sea un horario estilo Tebas alejado del fútbol de toda la vida, en un lugar recóndito, en una eliminatoria de las que se pueden considerar en el argot callejero como random de la copa del Rey, que sea un partido del Dépor ABANCA o del Deportivo Fabril.

El blanquiazul tira, y viajar siguiendo al equipo se ha convertido en un modo de ocio más para muchos deportivistas, que se disfrazan de Willy Fog para dar su vuelta al mundo particular sumando kilómetros que, en vez de sellar en la compostelana si fuese el Camino de Santiago lo hacen acumulando entradas de LaLiga, una competición en decadencia aunque su jefe se empeñe en vender lo contrario.

Los viajeros deportivistas no responden a un mismo patrón. Más allá de la popularización de este fenómeno, que hace que las personas sin obligaciones familiares o laborales puedan hacerlo de forma más habitual, hay hasta familias enteras que esperan con ansia el día de la visita anual del Dépor, o directamente la persiguen, recorriendo kilómetros por un sentimiento que se ha tornado indestructible.

Ana Guerra, Peña Chamberí

Anita Guerra en Ipurua.

Anita Guerra en Ipurua. Cedida.

Anita Guerra es una de las fieles en los desplazamientos. Presidenta de la peña Chamberí en Madrid, llegó incluso a formar parte de la directiva de la Federación de Peñas.

"Ya desde pequeña, cuando me hice del Dépor con mi padre, me traía desde Segovia a Madrid, al Calderón, a Vallecas, al Bernabéu, incluso a Salamanca. Mi primer partido como visitante fue un 0-5 en el Helmántico. Te estoy hablando que sería el año 93, 94 o 95. Yo era muy pequeñita y ya empecé a viajar con mi padre de entonces. Luego es verdad que en la época de la universidad tuve un parón y empecé a viajar con la peña Chamberí. Cuando me metí en la peña, una manera de hacer peña y de disfrutar era esa, viajar. El primer partido fue a Miranda de Ebro, un partido contra el Mirandés", recuerda en conversación con Quincemil.

"Después de la pandemia he frenado un poco el ritmo viajero por circunstancias"

Anita Guerra, Peña Chamberí

"No te puedo decir cuántos viajes llevo, pero muchísimos, más de 100 seguro. Es verdad que no llevo la cuenta. Sí que te puedo decir que en el año aquel del ascenso frustrado a Mallorca me hice más de 34.000 kilómetros siguiendo al Deportivo, porque hay que tener en cuenta que para mí ir a Riazor también es viajar. Porque desde Madrid seguramente sea de los desplazamientos más largos que tenga", rememora.

¿El Presupuesto? "Va variando. Es verdad que desde aquí, desde Madrid, lo tenemos más a tiro y siempre hay alguna oferta de aviones o de trenes o incluso ir en coche que siempre sale un poquito más barato. El otro día apañamos por 14 euros la gasolina a Albacete por persona. Después de la pandemia he frenado un poco el ritmo viajero por circunstancias, por hipoteca, en aquella época no se podía tampoco viajar mucho. Ahora sí que parece que nos estamos volviendo a animar", insiste.

"Es verdad que ahora sobre todo los alojamientos se han puesto por las nubes. Es una cuestión más de tiempo o de encajar también los horarios, que claro, como ahora salen con tan poca antelación y tienes muchas veces que coger de viernes a martes para asegurarte, como nos va a pasar en el caso de Las Palmas, que ya tenemos cogido el viaje, los billetes y el alojamiento, más que una cuestión de presupuesto hay otros factores que influyen", resume.

Mónica Villar, Peña London

Monica Villar con Fernando Vázquez en uno de los últimos viajes antes de pandemia.

Monica Villar con Fernando Vázquez en uno de los últimos viajes antes de pandemia. Cedida.

Viajar no siempre depende de la carretera, sino incluso de las conexiones por aire. Mónica Villar, una malpicana que creció en Londres, también ha hecho el desplazarse siguiendo al Dépor una parte de su vida.

"Empecé a viajar de casualidad, me apunté a última hora a un viaje de algunos peñistas que iban desde Londres al partido contra Granada en febrero del 2019. En ese viaje conocí a mucha gente de otras peñas, me encantó el ambiente y lo pasé tan bien que repetí", rememora en conversación con Quincemil.

"No sé cuántos viajes, sé que una temporada hice 11, pero contando alguno a Riazor. Cuando vivía en Londres intentaba hacer uno cada par de meses", confirma.

"Empecé a viajar de casualidad, me apunté a última hora a un viaje de algunos peñistas que iban desde Londres al partido contra Granada en febrero del 2019"

Mónica Villar, Peña London

Con respecto al presupuesto, "suelo ahorrar pensando en los viajes e intento gastar lo menos posible, pero también admito que a veces soy un poco cafre. Algunos viajes los planeo con bastante antelación y me salen más baratos, otros no tanto. Diría que, de media, estoy entre las 150 y 200 libras".

Su recuerdo más especial fue "contra Alcorcón en febrero o marzo de 2020, el último antes del COVID, que me saqué una foto con Fernando Vázquez. También los desplazamientos a Salamanca y León porque siempre nos desplazamos miles de personas y genera un gran ambiente".

Daniel Ruiz, Al Sur de Riazor

Daniel, con miembros de su peña, en los aledaños de Riazor.

Daniel, con miembros de su peña, en los aledaños de Riazor. Cedida.

Desde Andalucía también hay un pequeño gran reducto deportivista. Como si fuera la Galia, pero amplificado, la peña Al Sur de Riazor no duda en seguir al equipo allá donde puede.

Daniel, uno de sus integrantes, explica a Quincemil su origen: "Los que estamos tan lejos de A Coruña desafortunadamente no podemos disfrutar del Dépor con la misma frecuencia que quienes están más cerca y pueden acudir a Riazor habitualmente cada quince días. El viajar hace que pueda vivir el deportivismo y apoyar al equipo, además de reencontrarte con muchos buenos amigos que comparten ese mismo sentimiento".

No lleva la cuenta de viajes pero "intento siempre ir un par de veces al menos por temporada a Riazor. Luego todos los desplazamientos de Andalucía, creo que me perdí muy pocos. Y también Soria, Badajoz, Albacete, Cartagena, Salamanca, etc".

"El viajar hace que pueda vivir el deportivismo y apoyar al equipo, además de reencontrarte con muchos buenos amigos que comparten ese mismo sentimiento"

Daniel Ruiz, Peña Al Sur de Riazor

El presupuesto para tantos viajes se ajusta "buscando alojamientos económicos. El hecho de que los horarios salgan con tan poca antelación es algo que dificulta mucho el hacerlo y ha habido veces que, debido a esto, me he perdido algún que otro viaje. Además, cuando toca por Andalucía puedes plantearte ir y volver en el día, con lo que te ahorras tema de hotel. Tampoco tengo muchas más aficiones que impliquen gasto de dinero".

Se queda con un día que para muchos deportivistas no fue desplazamiento, pero para él sí, un 12 de mayo de 2024, día bautizado no oficialmente como el del gol de Lucas Pérez: "Lógicamente me quedo también con el del ascenso, aunque fue en Riazor y no es un desplazamiento como tal, aunque para mí sí", concluye.

Pablo, peña Verín Pablo Amo

Pablo, con sus compañeros de la peña deportivista de Verín Pablo Amo, en Córdoba.

Pablo, con sus compañeros de la peña deportivista de Verín Pablo Amo, en Córdoba. Cedida.

Desde Galicia también son muchos los viajeros deportivistas. Pablo, Pablín para los amigos, ha cogido el relevo y heredado la afición de su padre, Jorge.

"Ver al equipo fuera de casa es una experiencia que todo el mundo debería vivir una vez en la vida, y cuanto más lejos mejor. Al final, es una forma de descubrir una ciudad que muchas veces que no conoces con una motivación mayor y acompañado de gente con la que compartes amistad. Además, animar al equipo fuera de casa produce una satisfacción distinta que en Riazor. Sientes que no lo abandonas nunca", confiesa a Quincemil.

Su primer desplazamiento fue "con 13 años al Ciudad de Valencia. 1-1 con gol de Lucas. Me daba envidia ver como mi padre y mis compañeros de la peña que eran más mayores podían ir por España entera. No se vive igual un desplazamiento de niño que de joven, pero desde aquella supe que yo intentaría acompañar al equipo siempre que pudiera".

"La mejor batalla para contar en 30 años será el partido que se cayó la grada en Zamora un frío miércoles de enero"

Pablín, Peña Verín Pablo Amo

Su juventud le hace tener la cuenta de viajes más fresca. "37 desplazamientos en total en partido oficial. Si quitamos los equipos gallegos, se queda en 25. Y a mayores el no partido en Tenerife".

El presupuesto es el gran hándicap. "Un año intenté contabilizarlo y daba bastante. Al final, entre alojamientos, comida, medio de transporte, por mucho que optimices te dejas un pellizco. Multiplicado por 4-5 desplazamientos que solemos hacer desde la peña Verín. Pero no es un dinero que duela al tratarse de seguir al Deportivo, es el vicio que tenemos, otra gente tiene otros".

Pablo se queda con un recuerdo que puede considerarse herida de guerra de un Dépor de "longa noite de pedra": "La mejor batalla para contar en 30 años será el partido que se cayó la grada en Zamora un frío miércoles de enero, aunque nosotros no caímos gracias a Dios".

Víctor Insua, Mallorca

Instante del Célta - Dépor del 2012, donde viajó Víctor.

Instante del Célta - Dépor del 2012, donde viajó Víctor. Cedida.

Incluso desde fuera de la Península, pero en territorio español, hay deportivistas que no paran de empujar al equipo. Un claro ejemplo es Víctor Insua, que reconoce en conversación con Quincemil que "empecé a viajar para apoyar al Deportivo en los malos momentos. Viviendo en Mallorca hay muchos desplazamientos que nos es más fácil viajar a partidos fuera de casa que viajar a A Coruña".

El nivel de viajes es "mínimo cuatro o cinco por año fuera de casa y A Coruña igual, dependemos de avión y horarios. Si estas dos cosas nos coinciden hay un 80% de posibilidades de que viajemos. Los años de ascenso cuando hay posibilidad de ascender se viaja si o si, como sea", dice.

"Mi madre dice que con lo que llevo gastado en el Dépor me podría comprar un piso en Mallorca. Yo digo que lo que disfrutamos no tiene valor"

Víctor Insua, Mallorca

Se lleva gastado casi tanto como en un piso, pero no le suele: "Mi madre dice que con lo que llevo gastado en el Dépor me podría comprar un piso en Mallorca. Yo digo que lo que disfrutamos no tiene valor, ¿o los sentimientos tienen precio monetario alguno?

Su mejor recuerdo es "la gente que conoces de otras peñas y de aficiones rivales con las que después de muchos viajes sigues enviándote mensajes hablando de fútbol. Eso es muy bonito", concluye.