Aerial Art.
Aerial Art en A Coruña: la disciplina de moda con acrobacias a gran altura con aros o telas
Abarca disciplinas aéreas circenses en las que se pueden utilizar desde telas hasta aros o atraes y consiste en realizar figuras y diferentes trucos en una coreografía al ritmo de la música elegida. En la ciudad hay lugares donde poder iniciarse y una viguesa es la vigente campeona de España
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El mundo del deporte tiene muchas vertientes y es notable como periódicamente ciertas disciplinas se ponen de moda o tienen más auge. En Galicia esto es palpable con actividades que han ganado gran popularidad en los últimos años como el crossfit, la escalada, la calistenia o el pole dance, entre otros.
A esta última, enmarcada dentro del mundo acrobático, se une otra del mismo ámbito que cada vez es más común ver en gimnasios y centros deportivos: el Aerial Art. Abarca disciplinas aéreas circenses en las que se pueden utilizar desde telas hasta aros o atraes (cintas aéreas regulables) y consiste en realizar figuras y diferentes trucos en una coreografía al ritmo de la música elegida.
En A Coruña hay varios lugares donde poder iniciarse y descubrir este mundo, además de que una viguesa es la vigente campeona de España de Aerial Art 2025. Tres profesionales han contado su experiencia desde las alturas a Quincemil:
Raquel Davila: "Me gustó la disciplina porque la vi relacionada con la danza"
Raquel Davila.
Raquel Davila es una gallega de 28 años que ya sabe lo que es triunfar en Aerial Art y puede presumir de ser la mejor de España en esta disciplina tras el reciente primer puesto conseguido en el campeonato nacional este año.
Tiene una escuela en Vigo, Danza y Vuela, en la que es profesora de aéreos y pole dance y además también trabaja como acróbata para la compañía de espectáculos Pablo Méndez Performances. Sus clases se centran en telas aéreas, pole dance y aro aéreo.
Sus inicios se remontan a hace seis años, cuando estableció contacto con la disciplina de telas aéreas, proveniente del mundo de la danza y en un momento vital en el que reconoce que no encontraba nada que le apasionara: "En ese momento no tenía ningún grupo con el que bailar y mi pareja me animó a probar esta disciplina que me enganchó muchísimo. Estuve unos meses y al poco ya daba clases".
Se declara "muy apasionada" si algo le gusta y admite que si ese caso se da no consigue parar. Se apuntó a dos clases a la semana y al mes ya iba cuatro veces semanales. "Me gustó la disciplina porque la vi relacionada con la danza, más exigente físicamente pero también puedes bailar de una forma más deportiva y acrobática", explica.
Davila empezó desde cero y comenta que lo único que tenía un poco era flexibilidad por la danza que venía practicando, "pero a nivel fuerza nada". En esta línea, asegura que "no hace falta tener una condición física determinada para empezar, claro que si tú ya viene con fuerza, empiezas con mucha ventaja", aclara.
Sobre su primer día admite que no consiguió trepar y aunque tardó varias clases en hacerlo, apunta que como hay tanta variedad de ejercicios para cada nivel, "la disciplina se adapta perfectamente a la condición de la persona". Sin embargo, recomienda tener presente que "no es fácil y las cosas no salen a la primera, o al menos no es lo habitual, y es un proceso lento en el que hay que ser constante".
La principal dificultad para ella es la fuerza: "hay que ganar masa muscular para poder hacer secuencias y figuras y la flexibilidad ayuda, te permite llegar mejor a las posiciones y hace que la figura luzca más y quede más estética", dice. Pero sobre todo, lo más importante a su juicio es la constancia "y asumir que las cosas van con calma y cuesta un tiempo alcanzar los objetivos".
Raquel Davila en una competición.
Sobre el auge de la danza aérea, considera que lo más popular ahora mismo son las telas "porque la estética visual impacta más y son un elemento blando que se adapta al cuerpo, por lo que duele mucho menos que el aro, que al final no deja de ser de hierro, aunque las telas requieren más resistencia", detalla.
La primera vez que se presentó a un campeonato de aéreos fue en 2024 en el Aerial Art y este año centró sus esfuerzos en las puntuaciones de los jueces para mejorar sus puntos débiles de la pasada actuación y gracias a ello ha conseguido quedar en primera posición.
A pesar de este éxito, afirma que entrena menos de lo que le gustaría porque le dedica mucho tiempo a preparar las clases de sus alumnas, pero subraya que de lunes a viernes no hay día que no esté entrenando para sus niñas o para ella misma.
"Son actividades muy exigentes, y bajo mi punto de vista, si no entreno lo suficiente no puedo seguir el ritmo, por eso me exijo tanto", matiza. Sobre sus futuros compromisos deportivos valora presentarse a otra competición de aéreos o de pole dance y no se cierra puertas.
Sue Moreno: "Las acrobacias aéreas son una manera diferente y divertida de entrenar en grupo"
Sue Moreno entrenando.
Sue Moreno es una trapecista, actriz y docente que lleva 11 años impartiendo clases, inicialmente en un pequeño local y desde hace siete años en el Andén 38 en el polígono coruñés de Agrela.
Da clases de técnicas aéreas, telas, aro y trapecio. Entre el grupo de pequeños (de seis a 9 años) y los de adultos tiene unos 50 alumnos. Se formó en Madrid, en la escuela de circo Carampa de técnicas aéreas hace dos décadas y viene del mundo de la danza y del teatro físico.
Finalmente fueron los aéreos los que la enamoraron, según reconoce, y asegura que "exigen de una gran fuerza y flexibilidad, por eso trabajamos mucho la preparación física y la flexibilidad activa en las clases, no sólo la técnica", aclara.
Las acrobacias aéreas las define como "un ejercicio súper completo y una manera diferente y divertida de entrenar en grupo" y concreta que no es necesaria experiencia ni hay limitación por edad: "Durante las clases trabajamos todo y se puede empezar desde cero. Si vienes de otras disciplinas como la gimnasia o la calistenia te resultará más sencillo, pero no es necesario".
Jesús Fernando Rodríguez: "
Jesús durante un show.
Jesús Fernando Rodríguez es un acróbata aéreo de 48 años que practica esta disciplina desde los 23, cuando entró en una escuela de circo en Madrid. Fue el primero de los suyos en dedicarse a esto, porque reconoce que no proviene de una familia de artistas.
Tardó en encontrar su rumbo, ya que comenzó estudios de Sociología y posteriormente pasó por otras carreras, y desde pequeño hacía deportes como sur o baloncesto pero nada que ver con su actividad diaria actual. "Me fui a la escuela de circo cuando se murió mi madre y unos conocidos me dijeron que se iban a la escuela de Madrid y fui con ellos e hice una formación allí de dos años", rememora.
Sobre el conocido como aerial art, opina que lo necesario es "disciplina, como en todos los deportes": "La acrobacia aérea es algo más artístico y se practica tanto en telas, cuerda o trapecio, con los que expresas emociones y en el circo contemporáneo puedes fundirlo con danza, con teatro... con todas las disciplinas circenses".
Para él la acrobacia aérea "es un todo, una manera de evolucionar hacia ser una persona más fuerte y más flexible emocionalmente y físicamente". Cuenta que "a través de ella es muy fácil expresar emociones que son fáciles de reconocer por la gente a través de un show". Sobre los riesgos de esta actividad, admite que es cierto que se trabaja a bastante altura, pero argumenta que en 30 años de experiencia en sus clases no se le ha caído nadie y él solo ha sufrido dos caídas.
El auge de la acrobacia aérea considera que "hace bastantes años que empezó" y remarca que estuvo 20 años fuera de Galicia formándose en Latinoamérica y luego en Cataluña, pero antes de irse daba clases en Circo Nove en Santiago, donde junto a dos mujeres formaban el grupo Alma Cabra y allí empezó a surgir todo lo relacionado con las artes aéreas incluyendo también el pole dance.
"La acrobacia aérea es algo más artístico y se practica tanto en telas, cuerda o trapecio, con los que expresas emociones y en el circo contemporáneo puedes fundirlo con danza, con teatro... con todas las disciplinas circenses"
Dentro de la acrobacia aérea indica que "también se mete la cuerda, el trapecio, los straps... y hay muchas técnicas". Sobre ellas, concreta que "ninguna es mejor que otra y todas son distintas entre sí partiendo de que todas son trabajos acrobáticos que realizas en el aire".
Las clases como las que actualmente imparte en Hércules Crossfit de A Coruña, en el polígono de Agrela, afirma que eran secundarias hasta hace unos años, dado que su mayor fuente de ingresos provenía de los shows en los que participaba.
Ahora todo ha cambiado y ha dejado los espectáculos al mínimo, ocupando la mayor parte de su tiempo las clases de lo que denomina como Aerial Fit, enfocadas a gente deportista cuya meta no es ser futuros artistas.
"Ayudo a la gente a que pueda trabajar la fuerza a través de la acrobacia o la flexibilidad sin buscar un fin artístico y oriento a todos los niveles, no hace falta preparación previa, se trabaja la fuerza desde cero hasta lo que de", expone. De hecho, en sus clases tiene desde niños muy pequeños a señores y señoras mayores pero eso no le importa porque deja claro que "con la acrobacia adaptas el trabajo a cada persona".