Varios niños haciendo uso de sus teléfonos móviles.
Anpas Galegas pide más formación para toda la comunidad educativa sobre el uso de pantallas y acoso escolar
Un documento reciente de la Fiscalía relaciona el abuso de las tecnologías con el bullying y un estudio realizado en la comunidad muestra cómo un control sobre los móviles reduce los casos de acoso en los centros
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Comienza un nuevo curso en Galicia y con él, además de las preocupaciones escolares, regresan viejos miedos como el acoso y su extensión con el ciberacoso. "O acoso escolar, con ou sen pantallas, é unha ceiba de toda a sociedade. É unha reivindicación constante traballar niso", afirman contundentemente desde la Confederación Anpas Galegas.
Un informe reciente de la Fiscalía General del Estado detectó en el 2024 un total de 1.196 casos de bullying, sobre el que consideran que el uso de las pantallas tiene "especial incidencia". Aunque a nivel gallego no existen datos concretos de ciberacoso, desde esta agrupación de Anpas reiteran la importancia de trabajar en la formación sobre el uso de las tecnologías dentro de toda la comunidad educativa, sumando también a profesorado y familias.
En la última Enquisa de convivencia escolar de la Xunta de Galicia, realizada en el 2023, el 85,5% del alumnado afirma no haber recibido nunca o casi nunca amenazas, intimidaciones o insultos en redes. Sin embargo, voces expertas apuntan a una relación entre el uso de pantallas y el bullying.
De acuerdo con la información de la Fiscalía, el uso de las tecnologías y el consumo de contenidos pornográficos o de influencers que incitan a "conductas autolíticas o de grave riesgo para la salud" incide también en los delitos de odio, que en el caso de menores de edad alcanzaron los 127 en el conjunto del país.
Rocío Santana, investigadora de la Universidad de Málaga (UMA) y autora de un estudio sobre bullying cibernético y uso de pantallas publicado en la revista CREA de la Universidade de Vigo (UVigo) afirma que "ha aumentado tanto el acoso escolar en persona como el ciberacoso a través de las redes sociales y su uso temprano e indebido".
En el lado positivo, Pontevedra es una de las provincias que el Ministerio Fiscal destaca en su informe, subrayando las consecuencias positivas de la prohibición del uso de los móviles y los puntos laranxas donde pueden denunciar de manera anónima, reduciendo así los casos de acoso y ciberacoso.
¿Prohibir los móviles es la solución?
Un debate derivado de este contexto pone el foco en la utilidad de prohibir los móviles en los colegios. En Galicia, desde enero del 2024, estos dispositivos solo se pueden utilizar por motivos justificados durante la jornada escolar. Su uso ya estaba restringido desde el 2015.
Un estudio publicado en enero del 2022 por los investigadores de la Universidad de Valencia (UV) Pilar Beneito y Óscar Vicente-Chivirella analizó precisamente el impacto en el territorio gallego y también en Castilla La Mancha de esta regulación. A grandes rasgos, los resultados muestran que la prohibición mejora el rendimiento académico y reduce el acoso escolar.
En el caso gallego, la reducción del bullying estimada es de un 15% entre los estudiantes de 12 a 14 años y de un 18% en los adolescentes de 15 a 17 años.
De todas formas, Beneito matiza que "lo que muestra el trabajo es que controlar mucho el uso que se hace de los aparatos en los colegios sí podría ir en beneficio de los chavales. Esta norma da fuerza a los profesores para controlar el uso. Por eso, la conclusión no es que se deba prohibir al 100%, sino que se reducir o controlar el uso es positivo".
Todo ello debido a que "tener el dispositivo en las manos en el lugar de socialización y de interconexión social que para ellos es el colegio facilita ese acoso".
A esto, la investigadora añade que los resultados del estudio estiman cifras"por abajo". Uno de los datos analizados fue el número de denuncias de acoso escolar realizadas entre el 2012 y el 2017 y se debe tener en cuenta que "seguramente haya más casos que los que se reportan a la policía".
Desde Galicia, a Confederación Anpas Galegas no es partidaria de la prohibición. "Non conseguimos nada prohibindo. Vivimos nunha sociedade dixital e os chavales relaciónanse a través de redes sociais. Iso é así", reitera Isabel Calvete, su presidenta. ¿Qué alternativa queda? "Formación para toda a comunidade educativa e un uso responsable. Canto antes aprendan a utilizalas con seguridade, mellor para todos", apunta.
Cómo prevenir el bullying
Con las pantallas todavía en la ecuación, ¿cómo prevenir el acoso escolar?
"Prohibir y vetar no es la solución", resalta María Álvarez, psicóloga especializada en infato juvenil que reside en A Coruña.
A esto añade que "la solución es informar para que actúen cuando sean conscientes de que están viviendo una situación de acoso y para que, si lo presencian, sepan cómo reaccionar", poniendo de ejemplo situaciones que se dan en chats grupales.
Aunque entiende que padres y madres quieren proteger a los menores de las pantallas, recuerda que estos "están expuestos constantemente a la tecnología quieran o no. Prohibirles el uso del móvil puede hacer que se conviertan en los señalados, así que es un arma de doble filo".
Por su parte, Santana explica también que "en el caso del ciberacoso el alumnado no tiene escapatoria. Desde el sofá de su casa o desde su habitación, aunque tenga la puerta cerrada, puede estar siendo acosado".
Con esta extensión del bullying, la investigadora recalca que "es muy importante intervenir desde ambos sitios, tanto desde la escuela, como ofreciendo ayuda a los padres y madres".
Ante esto, y en línea con lo que demanda Anpas Galegas y lo que explica la psicóloga gallega, la experta de la UMA incide en que "hay que buscar una doble solución".
Por un lado, que haya "un clima de confianza en la escuela y las familias. Muchas veces las víctimas se mantienen en silencio porque sienten vergüenza o se sienten intimidados".
Por el otro, "es necesaria la alfabetización mediática y una formación en el uso responsable de Internet, también para docentes y familias".
"El uso de teléfonos móviles en el aula u otros dispositivos puede ser posible si se utilizan de manera correcta. En ese caso yo sí estoy a favor porque puede tener muchos beneficios", apunta.
Cómo actuar ante un caso de acoso
"A veces cuesta mucho establecer esa conversación", razona Álvarez, que recomienda abordar estas situaciones evitando generar un interrogatorio al menor.
"Es importante trabajar desde la prevención y que haya un entorno en el que se pueda hablar de cualquier tema en casa. Si se conoce un caso, es recomendable que la reacción de los padres no sea crear alarmismo ni preocuparse en exceso, sino actuar de manera rápida pero calmada ante lo que nos cuente el niño. Si nos da indicios de que está sufriendo acoso, no hay que sobrerreaccionar. Eso puede hacer que los niños se bloqueen y dejen de contar las cosas", explica.
En base a su experiencia en consulta, la psicóloga considera que la palabra "bullying" se está "banalizando". Por eso advierte que este es un factor de riesgo ya que la banalización dificulta identificar casos de acoso por parte de los propios menores.
Las medidas de la Xunta contra el acoso escolar
En Galicia ya hay algunas medidas en marcha para atajar el acoso escolar. Esta misma semana, el presidente autonómico Alfonso Rueda anunciaba que Galicia pone en marcha el termómetro de acoso escolar. A través de encuestas online realizadas al alumnado, que responderán de forma confidencial, la Xunta podrá recabar información sobre su bienestar y el clima de convivencia.
Los datos recogidos generarán un informe que facilitará la toma de decisiones pedagógicas para mejorar el ambiente en las aulas y realizar intervenciones de ser necesario. Esta herramienta está orientada a alumnado a partir de 5º de Primaria.
Otra acción ya en marcha son los puntos laranxa, unas cajas de correo tanto físicas como digitales donde los estudiantes pueden denunciar casos de bullying de manera anónima. Por otra parte, la Xunta trabaja con la Federación gallega de municipios y provincias en la Rede de Concellos contra o Acoso Escolar.
Además, en un sentido más amplio, la Xunta de Galicia también sigue avanzando en la Ley de acoso y violencia digital, una medida pionera.
Los menores son uno de los colectivos —junto a las mujeres y el colectivo LGTBIQ+— a quienes se orienta esta medida que, entre otras cuestiones, establecerá medidas de prevención y detección de acoso en la red o pondrá en marcha un servicio de borrado de la huella digital, además de intervenciones centradas en adicciones a la tecnología para menores de edad.