Hugo llegando al colegio.

Hugo llegando al colegio. CEIP Caion.

Educación

Hugo ya es uno más en el CEIP de Caión, en A Laracha (A Coruña): "Tiene muchos desafíos por delante"

Tras estar asignado el enfermero necesario, esta semana se ha incorporado al centro en el proceso de adaptación. Fue recibido por sus nuevos compañeros en un emotivo acto

Te puede interesarEl CEIP Alfredo Brañas, en A Laracha (A Coruña), contará con plazas de comedor y cuidadora

Publicada
Actualizada

Cruzar la puerta del colegio es casi un acto rutinario para muchos niños y niñas, pero no para Hugo, el joven de A Laracha (A Coruña) que no pudo empezar las clases con normalidad en el CEIP de Caión debido a que necesitaba un enfermero continuamente por las consecuencias derivadas de sus problemas de salud.

Portar un balón gástrico y una traqueostomía limita la vida de Hugo debido a su enfermedad, pero ello no impide que pueda hacer una vida lo más corriente posible y, precisamente, es lo que ha estado peleando durante meses su madre, Inés Ramos, quien este miércoles vivió junto a su hijo un momento de felicidad.

"Estamos empezando todavía y adaptándonos al cole, es un momento de felicidad, estamos contentos pero sobre todo por Hugo, que necesitaba para seguir con su tratamiento tener esta rutina", explicó su progenitora a Quincemil.

Fue un momento "muy emocionante" en el que Ramos no quiere olvidarse "de los Ángeles de Hugo", es decir, esas personas que le han ido ayudando por el camino.

"Esperamos que Hugo pueda estar bien en el cole, tiene muchos desafíos por delante", relata.

Así fue su llegada

Todavía en proceso de adaptación a la rutina escolar, donde estudiará en segundo de primaria, el CEIP de Caión preparó un recibimiento donde Hugo pudo al fin exteriorizar todos los sentimientos que llevó dentro durante este período.

Tras cruzar la puerta del colegio, donde estaba colgada una pancarta hecha manualmente por sus nuevos compañeros con el texto "Bienvenido Hugo", cruzó un pasillo formado, a ambos lados, por diferentes niños y niñas del colegio que lo recibieron con aplausos.

Una vez que se adentró en el edificio, el recibimiento no finalizó ahí. Hugo pudo ver como más compañeros le aplaudían e, incluso, el profesor de música se atrevió a, guitarra en mano, guiar al coro para interpretar el tema Deixa Vivir.

Tras interactuar con sus nuevos compañeros, y ya amigos, con abrazos incluidos, Hugo ahora trata de que la normalidad sea una constante.