Cinco museos para descubrir los secretos de Santiago de Compostela

Santiago de Compostela está lleno de historia y monumentos increíbles, pero también de exposiciones que ayudan a reflexionar sobre el patrimonio de la capital gallega y sus alrededores. Si buscas un lugar más pausado y lleno de sorpresa en Compostela encontrarás pequeñas joyas (literalmente) escondidas en las colecciones de los museos de la ciudad.

Museo de magia de Kiko Pastur

Uno de los museos más especiales de la ciudad es precisamente el dedicado a la magia. Está en el casco histórico, en frente de la Iglesia de San Martiño, y es una cita inigualable para los que buscan un plan diferente y quieren aprender algunos trucos de la profesión.

La exposición incluye una demostración de ilusiones ópticas, piezas antiguas e instrumentos del arte del ilusionismo. Durante la visita, que dura unos 45 minutos, los visitantes asistirán a las demostraciones en directo de los magos del museo.   

La colección se puede ver de martes a domingo a partir de las 11:00 horas, con un precio por entrada de 5 euros por el tiempo que dura el recorrido. Es un acto apto para todos los públicos, y al terminar los visitantes pueden probar su suerte en el mundo del ilusionismo adquiriendo los artilugios en la tienda de regalos.

Museo de historia natural

Anteriormente localizado en la facultad de Farmacia, esta colección existe en la Universidad de Santiago de Compostela desde 1840. Con todo, no fue expuesta y tratada como museo hasta 1926, cuando la muestra de piezas creció. La proliferación de investigación científica fue alimentando los archivos del museo hasta que inevitablemente el reducido espacio de la facultad obligó a repensar la exposición.

Ahora en el parque de Vistalegre, este es de los museos más olvidados de Santiago, con una colección increíble. Una de las partes más curiosas de la colección es la de los minerales. Estos están expuestos en cristales a lo alto de la sala. La cristalería de la estructura provoca la ilusión de que las piedras están flotando sobre la sala, con sus secretos al aire, en lugar de enterrados sobre la tierra.

Con todo, el museo no se olvida de las maravillas que se encuentran en nuestro suelo e incluye una pequeña muestra de las piedras preciosas que se pueden encontrar en una mina.

La colección se completa con un gran archivo de numerosos moluscos de la región, como no podía ser de otra forma en una comunidad famosa por sus mariscos. Un pulpo tampoco podía faltar en una colección dedicada a la naturaleza gallega y en el museo podemos encontrar algunos de estos invertebrados marinos conservados en frascos.

Más de mil ejemplares decoran las salas y en alguna que otra muestra los visitantes pueden disfrutarlos dentro de recreaciones de sus espacios naturales. Llama la atención especialmente la sala dedicada a los efectos que tiene el fuego en los ecosistemas y para los animales.

Museo do pobo galego

Creado por el Seminario de Estudos Galegos en 1930, el Museo do pobo galego es la institución clave para conocer la historia de Galicia y la cultura popular. Tuvo que parar su actividad durante los años de la dictadura franquista y su colección fue recogida por el Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento.

Hoy en día es la institución que expone una mayor colección de patrimonio histórico y antropológico de la región. El museo reside ahora en el antiguo convento San Domingo de Bonaval y es promotor de un sinfín de actividades culturales.

Una vez dentro del museo los visitantes pueden explorar varias salas. Recorriendo por la magnífica escalera de caracol del convento las exposiciones relatan diferentes aspectos de la vida gallega, desde la arquitectura, los oficios, o el papel del mar en la comunidad.

El antiguo convento también es el lugar de descanso de los gallegos más ilustres. Los restos de Rosalía, Castelao, Cabanillas o Domingo Fontán están enterrados en el monumento con acceso libre a todos los que lo deseen.

Museo Casa de Troya

No podemos hacer un recorrido por los museos santiagueses sin honrar la tradición universitaria de la ciudad. La Casa de Troya cumple este propósito.

Recreada en la versión que relata Alejando Lugín en la novela del mismo nombre, el edificio es una réplica de la residencia de estudiantes del siglo XIX. La casa incluye estancias como los antiguos dormitorios de estudiantes, el salón-comedor que se utilizaba como sala de ensayo para la tuna, y el ático en el que se alojaba la antigua dueña, Doña Generosa.

El sótano alberga una colección de antiguos instrumentos de la tuna, junto con capas, trofeos, fotos y recuerdos del cohorte de estudiantes. Todo ello por supuesto con los muebles y útiles de la época. La casa también es hogar de una biblioteca de escritos relacionados con el autor Pérez Lugín, entre los que se incluyen nombres como Valle-Inclán, Enrique Lbarte o Manuel Casás.

Museo de la Catedral

Sala Capitular del museo de la Catedral

No podía faltar en este listado la colección de la Catedral de Santiago. La pieza de la corona del patrimonio artístico e histórico de la ciudad, el museo incluye visitas a su colección permanente así como a diferentes espacios del monumento que están cerrados al público general.

La exposición está distribuida cronológicamente, con la planta baja albergando objetos que explican el origen y construcción de la parte románica de la Catedral. La primera planta hace un recorrido por el arte de la Catedral en la Edad Media y en los siglos posteriores, así como el culto a Santiago Apóstol, mientras que la segunda ya está dedicada al claustro renacentista, el Botafumeiro y el tesoro del templo. Por último, en la tercera planta los visitantes pueden ver la colección de tapices de distinta autoría, además de la balconada de la plaza del Obradoiro.

La entrada completa al museo, incluyendo una visita al Pórtico de la Gloria, al Pazo de Xelmírez y a otras exposiciones temporales son 12 euros, y en ellas se incluye una audioguía para los visitantes. Para los que quieran incluir en su tour del templo las cubiertas de la Catedral, tendrán que pagar 20 euros.