Eduardo Hermida junto la obra de Vuelco 'Las Moninas' en el barrio de Canido.
Meninas de Canido en Ferrol: de las tizas de un niño de barrio al arte urbano internacional
Cada septiembre, las calles y paredes de Canido se convierten en un museo al aire libre. Las Meninas, que nacieron de un gesto íntimo para embellecer un barrio en decadencia, celebran ahora su decimoséptima edición como una de las citas más importantes del arte urbano en España
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El barrio ferrolano de Canido se prepara para vivir el momento más esperado de su agenda: las Meninas de Canido. El primer fin de semana de cada septiembre, sus paredes se convierten en un lienzo abierto al mundo donde lo que empezó como un gesto rebelde frente a la decadencia del barrio se ha convertido en uno de los festivales de arte urbano más reconocidos del país.
Esta decimoséptima edición mira hacia los orígenes del grafiti, invitando a los pioneros que pintaron a escondidas en los años en que el spray era totalmente clandestino. Nombres míticos como Pastron, Zeta o Kapi dejarán sus reinterpretaciones de la obra de Velázquez, esta vez ante miles de ojos que celebran lo que hasta hoy es perseguido.
"Este grupo de locos está transformando el urbanismo mundial", reconoce Eduardo Hermida, fundador y organizador del festival, que añade: "A pesar de ese componente de prohibición, se ha dignificado de tal manera la profesión que generan respeto... Ahora no hay ciudad que se preste que no tenga su zona de murales potentes. Hay un nivelazo".
"Es una historia de amor hacia el barrio, hacia mi propia infancia y mi propia historia"
El mundo conoce las Meninas de Canido como una cita internacional de arte urbano, pero el festival nace de una historia mucho más íntima que viaja a 2008, cuando apenas había referentes y donde el arte urbano no estaba normalizado y aceptado como lo está hoy.
En la calle Alonso López, en Canido, vivía un niño que no encajaba con los demás, pero que para poder ganarse su confianza, dibujaba en las paredes con tizas de colores escenas de ellos mismos jugando a fútbol, como si estuvieran en un gran estadio.
Ese niño, Eduardo Hermida, decidió treinta años después volver a pintar su calle para disimular la decadencia de entonces y evitar que su hija creciera viendo aquel lugar como un espacio miserable. Juntos trazaron una interpretación del cuadro Las Meninas de Velázquez, acompañados de varios amigos pintores, entre ellos, Jorge Cabezas.
Estrela, hija de Eduardo Hermida, junto a Moncho Borrajo en 2008.
Un vecino borró la Menina versionada de Cabezas, un acto que, paradójicamente, sembró el germen de un festival que lo cambiaría todo en Canido. Hermida convocó como protesta a pintores, músicos, poetas y fotógrafos de la zona para recomponer los espacios en los que había pasado su infancia, transformando un barrio deprimido en un museo al aire libre.
"Es una historia de amor hacia el barrio, hacia mi propia infancia y mi propia historia", describe Hermida, "es una historia de amor entre un artista y su entorno".
El alma de Meninas: el orgullo de barrio
Casi dos décadas después, Canido ya no es aquel barrio que luchaba contra la decadencia, y el contraste del aire barroco de las Meninas con la pobreza ya no se percibe de la misma manera. Pocas casitas bajas con huerta trasera son las que quedan en pie, dando esa esencia de aldea dentro de la propia ciudad.
Canido es ahora un barrio próspero, atravesado por una gran avenida con cada vez más edificios en construcción. Pero hay algo que no cambia y que, a su vez, es el alma del festival: el sentido de comunidad y de identidad de barrio.
"Se sigue manteniendo ese costumbrismo, ese contacto sentimental entre vecinos, en donde el arte es parte de esa convivencia", explica Eduardo Hermida, "el arte es popular: convive con el frutero, el del quiosco, el del bar... Es un elemento más de todo este engranaje de piezas que construyen un barrio único". Un lugar que va más allá de apropiaciones ideológicas y etiquetas, en donde el arte se democratiza y celebra lo efímero.
"Estamos dignificando lo que se ha convertido en una profesión y lo efímero del arte", retrata Eduardo, que continúa: "Trabajamos sobre soportes temporales: de la ruina sale vida, y el artista urbano se queda con el recuerdo, la imagen, con ese instante que no quiere el mercado de arte tan elitista, de Arcos y de ferias internacionales... es del pueblo".
SFHIR y Banksy: el antes y el después
El gran punto de inflexión llegó en 2017. Ese fue el año en que las Meninas de Canido dieron el salto al gran formato de la mano de Sfhir (Hugo Lomas), considerado uno de los mejores muralistas del mundo, y también el año en que Banksy, uno de los artistas más reconocidos, pasó a tener su propia pared reservada en el barrio.
Meses más tarde, la aparición de una obra muy similar al sello del artista británico llenó de misterio Canido. "Lo más fácil es pensar que no fue él, pero nunca lo sabremos", admite Hermida.
Más allá del enigma de Banksy, para el fundador lo verdaderamente decisivo fue la llegada de Sfhir, que en 2023 ganó el premio de Street Art Cities al mejor mural del mundo con La violonchelista en Fene y que hoy es ya un fijo del festival.
"A día de hoy no concibo las Meninas sin Hugo", reconoce Hermida. "Dio credibilidad, respeto y humanidad a este proyecto. Parte del éxito es suyo". Entre todas las Meninas, recuerda con emoción la primera obra de Sfhir en 2017: FeMeninas, un mural de gran formato con dos meninas besándose que marcó un antes y un después en la historia del festival.
'Las FeMeninas', primera obra de SFHIR en Canido.
Eduardo Hermida, preguntado por la dirección que tomará un festival que ya cumple 17 años se mantiene abierto, con la posibilidad de enfocarlo a otros ámbitos como la fotografía, su gran pasión, además de la pintura.
De momento, ya ha conseguido su propósito principal: cumplir el sueño de aquel niño con sus tizas y que el arte acabe siendo parte de la morfología del barrio: "Hoy que todo es tan global y que te puedes ir a cualquier sitio, celebrar ese amor hacia el barrio y devolver el orgullo a los habitantes de aquí, sentirse de Canido... eso lo mejor que se ha conseguido con Meninas".