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Ruta por los 10 mejores faros de la provincia de A Coruña

Auténticos centinelas de la costa, los faros del litoral coruñés se alzan orgullosos entre acantilados y escarpadas zonas rocosas. Aunque hay muchos más, hacemos una selección de los diez más importantes.
Faro de Cabo Ortegal
Faro de Cabo Ortegal
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Son unos de los emblemas de las costas gallegas, salpicando el paisaje aquí y allá con sus singulares y variadas formas. Desde el faro cilíndrico de Estaca de Bares hasta la rectangular construcción del faro de Fisterra, recorremos el litoral coruñés de norte a sur en busca de los faros más relevantes de la provincia.

1. Faro de Estaca de Bares, el más septentrional de España

Faro de Estaca de Bares (turismo.gal)

En el municipio coruñés de Mañón, comarca de Ortegal, se encuentra el cabo más septentrional de EspañaEstaca de Bares, con sus imponentes acantilados que dividen las rías de O Barqueiro y Ortigueira. Declarado de interés nacional, en este cabo el Océano Atlántico y el Mar Cantábrico se enfrentan, furiosos y más azules que nunca, en un dramático duelo. 

En el extremo norte del cabo se ubica el faro, un mirador excepcional sobre las Rías Altas y también un excelente  observatorio ornitológico, ya que esta zona es vía de paso para miles de aves migratorias, entre las que destaca el alcatraz atlántico. Es también el punto más al norte de toda España y la Península Ibérica.

2. Faro de Cabo Ortegal, mirando al Atlántico

Faro de Cabo Ortegal  (turismo.gal)

En Ortegal, la última comarca del norte coruñés antes de entrar en la provincia de Lugo, nos hallamos ante el segundo cabo más septentrional de la Península Ibérica, sólo superado por el de Estaca de Bares, que se encuentra muy próximo, y constituye el límite occidental del Golfo de Vizcaya. Cabo Ortegal consta de dos puntas: Punta dos Aguillóns, donde está el faro, y Punta do Limo. 

El faro es de los más curiosos de la provincia, una pequeña torre cilíndrica construida en 1984 en cemento, de sólo 12 metros de altura y 3 de diámetro y con una franja roja que lo hace fácilmente identificable.  

Tanto el resto del Cabo Ortegal como el faro son perfectos miradores desde los que contemplar la magnitud del océano y el lugar donde se recogen unos de los mejores percebes de Galicia. 

3. Faro de Punta Candieira, perdido entre acantilados

Faro de Punta Candieira (turismo.gal)

Hasta Punta Candieira, situado a 9 km de la villa de Cedeira, se accede a través de una sinuosa carretera que, a través de un impactante descenso, nos conduce hasta el faro. Su haz de luz lleva en funcionamiento desde 1954, año de su inauguración. 

Y desde aquí, en un lugar alejado de todo entorno urbano, sólo se ve el inmenso Océano Atlántico, los islotes próximos y los escarpados acantilados en los que el mar golpea sin cesar con toda su fuerza. 

4. Faro de Punta Frouxeira, diseño vanguardista

 Faro de Punta Frouxeira  (turismo.gal)

En Valdoviño, y gestionado por las autoridades portuarias del puerto de Ferrol, nos topamos con uno de los faros de construcción más reciente tras el de Punta Nariga en Malpica. Con un diseño muy moderno a base de tonos blancos y azules que evocan al mar y base de torre rectangular, el Faro de Punta Frouxeira fue levantado en 1992 con una altura de 47 metros y un haz de luz de hasta 20 millas de alcance marítimo.

El faro no está solo en Punta Frouxeira. En sus inmediaciones se encuentra una antigua instalación militar en estado ruinoso,  construida para proteger el litoral costero ante los posibles ataques tras la II Guerra Mundial.

5. Faro de Cabo Prior, vigía de la costa ferrolana

Faro de Cabo Prior (turismo.gal)

A 14 kilómetros de la ciudad de Ferrol, en la parroquia de Covas, encontramos el quinto faro de nuestro recorrido, dejando atrás la Bailadoira, descendiendo hasta Covas y de nuevo ascendiendo hasta el faro. 

Con una altura de 7 metros y un alcance de 22 millas náuticas, el faro de Cabo Prior se ubica, como el de Fisterra, en una construcción rectangular. El entorno en el que se encuentra, Cabo Prior, se ubica en una costa accidentada y abrupta, rodeada de acantilados de poca altura, no más de 100 metros, pero de un acusado recorte. Es un buen punto de observación del paso de aves marinas migratorias, y en uno de sus islotes, llamado Os Cabalos, vive una colonia de veinte parejas de cormorán moñudo.

6. Torre de Hércules, la Gran Dama coruñesa

Torre de Hércules  (turismo.gal)

Bastaría con decir que la Torre de Hércules es el faro romano más antiguo del mundo en funcionamiento y sería suficiente motivo para visitarlo, pero lo cierto es que La Gran Dama, la orgullosa torre que se alza en la península coruñesa presidiendo la ciudad, no es sólo un faro para los coruñeses: es todo un símbolo de identidad. 

Construida con toda probabilidad en la segunda mitad del siglo I por un arquitecto portugués de nombre Gaio Sevio Lupo, su haz de luz ha sido siempre un punto de referencia para los navegantes desde la antigüedad. El entorno de la Torre se acompaña de enclaves tan bellos como la Rosa de los Vientos y el Parque Escultórico que la rodea, un museo al aire libre en el que disfrutar de la presencia continua del mar. Muy cerca, como si se tratara de su guardián, se halla la escultura de Breogán, padre mitológico del pueblo gallego.

7. Faro de Punta Nariga, el faro más moderno de Galicia

 Faro de Punta Nariga (turismo.gal)

Es el faro más moderno de Galicia y forma parte de una de las rutas a pie más bellas y ambiciosas del litoral gallego, O Camino dos Faros, y de un nuevo itinerario, no oficial, que propone recorrer en coche o en moto todos los faros de la Península Ibérica: la Ruta 181, llamada así por el número de faros que la componen. 

El Faro de Punta Nariga se encuentra en Barizo, a unos 11 km de Malpica en coche por la carretera DP-4307. Proyectado por César Portela, el faro comenzó a construirse en 1995, aunque tardó tres años en inaugurarse. Su esbelta torre de 39 metros de altura hecha en granito rosa de Porriño, se instaló sobre una base triangular. 

Este faro tampoco afronta solo la dureza del clima de Costa da Morte. Junto a él está “El Atlante”, de Manolo Coia, que simula una figura, mitad hombre, mitad gaviota, arrojándose en plena carrera al mar para regresar a su hogar. Por eso es conocido también como “O soño do emigrante”, en clara alusión al movimiento migratorio que tuvo lugar el pasado siglo en estas tierras.

8. Faro de Cabo Vilán, emblema de Camariñas

Faro de Cabo Vilán (turismo.gal)

La Costa da Morte recibe su nombre por los numerosos naufragios que han tenido lugar en esta zona de Galicia a lo largo de su historia. Precisamente para poner sobre aviso a los barcos y buques que se acercaban del peligro que corrían se construyeron a lo largo de todo este litoral decenas de faros. Hoy en día estos faros se han convertido en grandes atractivos turísticos, e incluso disponen de una ruta que los recorre: O Camiño dos Faros

Uno de los más bellos de esta ruta es el Faro Vilán, que con sus 125 metros de altura se ubica en el cabo del mismo nombre, uno de los tramos más peligrosos de Costa da Morte pero también de los más hermosos. Una curiosidad sobre este faro es que fue dirigido durante 43 años por una mujer, Cristina Fernández, que fue pionera en esta profesión en España en tiempos en que sólo los hombres realizaban este tipo de trabajos. 

9. Faro de Touriñán, el perfecto ocaso

 Faro de Cabo Touriñán (turismo.gal)

Cada añodurante algo más de dos meses, desde el equinoccio primaveral hasta el 25 de abril, el último sol de la Europa Continental se pone sobre Cabo Touriñán. Es el punto más occidental de la España peninsular, un pequeño saliente que se interna en el océano casi un kilómetro, con su curiosa forma de rombo. 

En el Cabo Touriñán se observa el istmo entre el coído de Balal y la ensenada de Cuño. Todo el litoral que comprende la península tiene una morfología muy accidentada, con escarpados acantilados graníticos, que la convierten en una de las más peligrosas de la costa gallega. Estamos en el municipio coruñés de Muxía, en plena Costa da Morte

En Cabo Touriñán hay dos faros. La construcción del original no estaba prevista, pero precisamente debido a los numerosos naufragios acaecidos en este punto a finales del siglo XIX, se acabó inaugurando el faro en 1898. Casi un siglo después, en 1981, comenzó a funcionar la torre nueva, carente de interés arquitectónico como la anterior: un cilindro de hormigón de tres metros de diámetro y once de altura, rematada por la linterna, situada a 61 metros sobre el nivel del mar. Y es que aquí, lo realmente interesante, es el espectacular paisaje. 

10. Faro de Fisterra, en un enclave de leyenda

Faro de Fisterra (turismo.gal)

En el legendario Cabo Fisterra creían los romanos que se situaba el fin del mundo conocido (finis terrae) cuando en su conquista de la antigua Gallaecia contemplaron con asombro como el sol desaparecía tragado por el océano. Pero no fueron los romanos los primeros que se quedaron estupefactos con esta escena, pues allí se encontró el Ara Solis, un altar dedicado al sol construido muchos años antes por pueblos que habitaron la zona antes de su romanización. 

Si quieres experimentar esa misma sensación de estupor y verte rodeado sólo por las aguas del océano, acércate al Faro de Fisterra al atardecer, cuando el sol se pone, y entenderás por qué los romanos pensaban que no podía haber nada más allá de aquel mar que engullía al sol cada noche. Junto al faro hay una cafetería y un hotel, O Semáforo, donde disfrutar de una de las panorámicas más especiales y con más encanto de toda la costa gallega. 

Emma Sexto

https://unmundoinfinito.com/

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