Monte da Fracha: senderismo, rutas BTT y una imponente red de miradores en Pontevedra
Al sur de la ciudad de Pontevedra, en uno de los anillos verdes de la capital, se extiende todo un espacio con un inmenso potencial natural y paisajístico: el Parque Forestal do Monte da Fracha, con altitudes comprendidas entre los 200 y los 540 metros, y cuya superficie se reparte a lo largo de más de 400 hectáreas, divididas entre los límites territoriales de las parroquias de Marcón, Tomeza y A Canicouva. Hace apenas unos meses, el entorno fue dotado con toda una nueva red de miradores, cuatros rutas de senderismo y dos sendas para BTT, en el marco de un proyecto municipal, en colaboración con las Comunidades de Montes de la zona, y enmarcado dentro del Desarrollo Urbano Sostenible de los Fondos Europeos FEDER.
Este proyecto periurbano se ha llevado a cabo con el principal objetivo de recuperar el valor forestal de la zona y potenciar un modelo medioambiental mucho más sostenible, además de posicionar al Monte da Fracha como un importante reclamo turístico en el área periférica de Pontevedra. La regeneración del entorno ha sido posible gracias a la plantación de más de 15 mil ejemplares de árboles autóctonos como castaños, robles, acebos, arbustos o alcornoques, así como unos 3.000 olivos.
Áreas de ocio, senderismo y BTT
Este rehabilitado Parque Forestal da Fracha cuenta a día de hoy con hasta tres áreas de recreo; cuatro miradores y pasarelas de madera ubicadas en puntos estratégicos del entorno, y varias rutas y paseos clasificados según su nivel de dificultad. En total, cerca de 27 kilómetros de sendas peatonales y ciclistas que permiten a sus visitantes disfrutar de la naturaleza y unas vistas privilegiadas desde lo más alto de este conjunto montañoso.
Cuatro de los itinerarios han sido confeccionados para realizar a pie y los otros dos se enmarcan dentro de las rutas para BTT (bicicletas todo terreno), que se suman a las ya existentes en la Comarca do Salnés y las Rías Baixas. Todas estos recorridos se encuentran identificados por colores que determinan la extensión de los mismos, siendo la azul la ruta más extensa (de unos 8 kilómetros), seguida de la roja (7 kilómetros) y las de color blanco y amarillo, de 1 km cada una.
Miradores: las joyas de la corona da Fracha
Pese a todas las oportunidades que ofrece el conjunto del Parque Forestal para los amantes del senderismo y las bicicletas, los nuevos miradores se han convertido en los principales atractivos del Monte da Fracha. Estas cuatro balconadas, según el punto en el que se encuentran, abarcan unas impresionantes panorámicas que se extienden desde la ría de Pontevedra a la de Vigo. La forma más directa de acceder a la zona en coche es desde la carretera de Marcón, y a través del polígono industrial do Campiño, hasta el área recreativa de Outeiro de Navío, donde existe una gran explanada a modo de aparcamiento.
El punto más alto de este sistema montañoso lo encontramos en el Alto da Fracha, a unos 524 metros de altitud, y cuyo pico se encuentra presidido por unas antenas de telefonía y un punto geodésico pertenecientes ya a la parroquia de Xustáns en Ponte Caldelas. En cuanto a los miradores, el primero de ellos, conocido como Mirador Outeiro Navío, se localiza a escasos metros del área recreativa y la zona de aparcamiento. Muy próximo a este lugar, siguiendo el trayecto hacia la zona sur del Parque Forestal, nos toparemos de cara con una pequeña presa que guarda las aguas del río do Pobo. El Mirador Legua da Chan por su parte, se ubica en una zona conocida como Monte Lourado, y se puede acceder al mismo desde la presa o la primera zona de merenderos.
En el Mirador Rega Pereira, situado ya en los límites de los montes de Tomeza, podremos obtener unas espectaculares panorámicas del núcleo urbano de Pontevedra, la desembocadura del río Lérez, las Illas de Tambo y Ons, del Monte Castrove, Monte Faro, Coto Redondo o la base militar de Figueirido, entre otros puntos característicos de la zona. Cabe destacar que las cuatro áreas principales se encuentran muy próximas las unas de las otras, siendo la del Couto das Forcadas, en A Canicouva, la más alejada de todas. Desde este último punto, la balconada más al sur mantiene unas vistas diferentes y privilegiadas a la ría de Vigo. Allí se pueden divisar con total nitidez rincones tan reconocibles como la ensenada de San Simón, el puente de Rande, así como las numerosas localidades aledañas a la costa.
