La veterana empanada de A Coruña que llegó a comerse en el Vaticano
En el número 36 de la calle Alameda nos encontramos una de las empanadas más veteranas y emblemáticas de A Coruña. El año pasado esta deliciosa elaboración cumplió 40 años en los que ha conquistado los paladares de coruñeses y coruñesas, pero también de personas de todas las partes del mundo e incluso de algunas celebridades.
Al frente del Forno Alameda están Manolo Rieiro junto a su mujer María y a su hija Ana. El hostelero abrió el negocio en el año 1972 y empezó como un pequeño local de 60 metros cuadrados que daba de comer a trabajadores de la zona: "Antes estaba aquí Seguros Galicia y me acuerdo de llevar 300 cafés a los trabajadores", cuenta Manolo a Quincemil.
En la parte gastronómica, el establecimiento destacaba por ofrecer tapas de callos, lengua o empanadillas, que acabaron originando el que fue su plato estrella: "Las empanadillas las hacíamos con masa comprada, pero un día no teníamos y mi mujer dijo que tenía que aprender a hacerla. Una vez empezó a hacer la masa de las empanadillas pensamos en hacer empanadas y ahí empezamos".
Unas empanadas que conquistaron el mundo
En el año 1983, el Forno Alameda empezó a elaborar sus propias empanadas. Esta elaboración empezó a gozar de éxito rápidamente y ahora es una de las más famosas de A Coruña, de hecho la chef Ángeles Marzoa de Jaleo las recomendó como una de sus cinco imprescindibles en la ciudad.
Las empanadas del establecimiento coruñés fueron conquistando poco a poco el mundo y llegaron a servirse incluso en el Mercado de San Miguel de Madrid. "Allí hemos llegado a vender 300 empanadas diarias", recuerda Manolo, que nos cuenta también que hubo una época en la que las preparaban para llevar países como Holanda o Inglaterra.
Este famoso plato gallego ha conquistado paladares tan ilustres como el del Papa Benedicto XVI: "Paco Vázquez (que hay que recordar que fue embajador del Vaticano) las encargaba para llevárselas", explica Manolo. Además las empanadas han sido probadas por políticos y presidentes del Gobierno, como José María Aznar, que llegó a preguntar de dónde era esa empanada que había probado durante un Consejo de Ministros celebrado en A Coruña para felicitarlos.
Para llevar o comer en el local
Las empanadas del Forno Alameda se pueden disfrutar en el establecimiento, que en el año 2010 se amplió y ahora tiene una zona para poder tomar algo y comer. Allí, con la consumición ponen un pincho gratuito, que en muchas ocasiones es empanada y es perfecto para probar este manjar. Eso sí, después de probarla es difícil no querer llevarse una entera para casa.
Si queremos una empanada podemos comprarla en la zona de despacho, que funciona como una especie de panadería y local de comida para llevar. Este espacio es el que anteriormente ocupaba el local original y allí podemos comprar platos como la carne asada o esas famosas empanadas que podemos pedir enteras, a la mitad o por porciones.
Si queremos comer otra cosa el Forno Alameda dispone de una amplia variedad de platos, pero se da la circunstancia de que no tienen carta. Cada día preparan distintos platos que sus camareras cantan al cliente. Ahora bien, preguntado por algo imprescindible, Manolo nos recomienda el pescado: "Voy todos los días a comprarlo a la Plaza de Lugo y es fresco, por eso no lo tenemos el lunes".
Si queréis degustar las famosas empanadas del Forno Alameda podéis pasaros por el local que tienen en la calle del mismo nombre. Las hay de bonito, lomo, lomo con manzana, lomo con grelos, zamburiñas, chipirón, bacalao, lacón con grelos y choco (esta última por encargo). El horario es de 7:30 a 17:00 horas de lunes a sábado. Los domingos permanecen cerrados.
