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Galicia conmemora el Día Mundial del Trastorno Bipolar: "Se puede confundir con la depresión"

La pandemia de la Covid-19 ayudó a visibilizar las enfermedades mentales, pero desde Asbiga aseguran que queda un largo camino por recorrer para eliminar el estigma social que rodea a este trastorno que afecta al estado de ánimo
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Más de un millón de personas en España padecen trastorno bipolar. Hablar de problemas de salud mental, como la depresión o la ansiedad, es algo que se está normalizando. Pero con el trastorno bipolar aún queda mucho camino por recorrer. Este jueves 30 de marzo se celebra el Día Mundial del Trastorno Bipolar, una enfermedad grave que afecta al estado de ánimo con fases depresivas y de euforia (conocida como maniaca).

Aunque no se conocen las causas exactas de esta enfermedad mental, el médico de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC), José Manuel Crespo, indica a Quincemil que existen factores genéticos, ya que los casos se agrupan "en determinadas familias". Si bien, los factores psicosociales - así como el consumo de tóxicos (alcohol o drogas) - también influyen en la aparición del trastorno, que suele debutar en la adolescencia.

Las fases maniacas o depresivas suelen durar semanas, requiriendo en ciertas ocasiones la hospitalización del paciente. Los síntomas principales de la fase maniaca se relacionan con una disminución del sueño y un aumento "desbordante" de la actividad, lo que puede llegar a generar ciertos problemas, como gastos desmesurados o conductas inapropiadas; mientras la fase depresiva implica una disminución del estado de ánimo, además de la aparición de ideas de suicido o delirantes; es decir, pensamientos que no están fundamentados en un juicio de la realidad.

Así, el trastorno bipolar se puede confundir con la depresión. "Muchos pacientes se encuentran durante años en un episodio depresivo, por lo que hasta que no se trasforma en otro maniaco, no se puede establecer un diagnóstico real", comenta el médico de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC).

En este sentido, explica a su vez que "si una persona manifiesta una fase depresiva como la primera manifestación de la enfermedad, lo que sucede es que al tratarlo con fármacos antidepresivos puede generar un viraje hacia un episodio bipolar; es decir, la solución del cuadro depresivo se trasforma en otro de euforia o manía".

¿Existe tratamiento para el trastorno bipolar?

Los episodios de manía se tratan con antipsicóticos de segunda generación y estabilizadores del ánimo, mientras que en los depresivos hay que "tener mucha cautela" por el riesgo de provocar "un aumento del estado de ánimo patológico". En casos muy graves en los que no ha funcionado otras medidas, "se emplean las terapias electroconvulsivas".

Crespo señala que estos tratamientos deben ir acompañado de sesiones de psicoterapia, imprescindibles en las fases estables para que el paciente y sus familiares puedan conocer la evolución de la enfermedad y las claves para detectar los episodios, tanto maniacos como depresivos.

"Es una enfermedad grave con la que se puede llevar una vida normal siempre y cuando el paciente no se encuentre en una fase maniaco-depresiva y siga el tratamiento indicado por los profesionales sanitarios". Pero lo cierto es que cada episodio genera una "posible pérdida de funcionalidad", además de complicar las relaciones sociales con "auténticos dramas familiares si las conductas comprometen la seguridad del enfermo".

La importancia de cuidar las palabras

Algunos sectores de la población - especialmente los jóvenes - emplean la palabra 'bipolar' de una forma inexacta, ya que lo hacen para referirse a personas con cierta inestabilidad en su estado de ánimo, cambiando rápidamente de opinión. Si bien, las fases del trastorno bipolar transcurren a lo largo de semanas y requieren un tratamiento, puesto que no revierten por sí solas.

A este respecto, la presidenta de la Asociación de Personas con Trastorno Bipolar de Galicia (Asbiga), Luz Torreira, explica que las personas que son diagnosticadas de bipolaridad pasan por un proceso duro sobre el que no hay que frivolizar. "Estuve con depresión 10 años hasta que al fin me diagnosticaron un trastorno bipolar. Es muy complicado por el estigma social que conlleva, aunque la pandemia de la Covid-19 ha ayudado a visibilizar esta enfermedad".

Asbiga nació en 2003 con el objetivo de brindar apoyo psicológico y social a los afectados y de difundir información para lograr un diagnóstico precoz, además de luchar contra el estigma social y proporcionar información sobre los recursos sanitarios. El trabajo de esta asociación gallega también se centra en asesorar a los pacientes sobre la importancia del ejercicio físico y de tener una buena rutina de sueño.

Con motivo del Día Mundial del Trastorno Bipolar, la Asociación de Personas con Trastorno Bipolar de Galicia - que celebra este jueves su 20 aniversario - ha organizado una mesa redonda en el que las psiquiatras Cecilia Blanco de la Clínica Compostela de Santiago y María Pouso de TodoSaúde y Piñeiro Salud hablarán sobre esta enfermedad. Además, dos pacientes contarán sus vivencias personales.

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