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Asador A Vaquiña: fantasía a la brasa para carnívoros en Santiago

El asador, que lleva casi tres años siendo una referencia en cuanto a carnes a la brasa y vinos en Santiago, propone también platos basados en productos del mar
@asadorav
Asador A Vaquiña, en Santiago.
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En verano de 2020 David y Diego decidieron emprender un negocio hostelero en una de las zonas de Santiago que más crecimiento ha experimentado en los últimos años: el barrio de Santa Marta. Y es allí, concretamente en el número cinco de la calle Sempre en Galiza, donde está ubicado el Asador A Vaquiña.

De su nombre se puede intuir cuál es el producto estrella del lugar: la carne. Tanto chuleteros nacionales como de importación componen una carta cuyos must son la picaña de vaca, el chuletón de ternera y el chuletón de vaca madurada. Y tras esa materia prima de calidad, un sistema de brasas exclusivo que utiliza calor seco para la optimización del cocinado del producto en ese horno-brasa y permite al equipo de cocina darle un toque personal a cada plato.

Propuesta de carnes del Asador A Vaquiña.

Siempre hay un hueco para el mar

Pero la propuesta de A Vaquiña va mucho más allá de las carnes y ofrece platos para todos los gustos, como por ejemplo, aquellos elaborados con mariscos y pescados de mercado, destacando los langostinos con rebozado kataifi y mahonesa de curry casera.

Algunas propuestas de la carta del Asador A Vaquiña basadas en productos del mar.

Además, también tienen en cuenta cualquier tipo de alergia o preferencia alimentaria, por lo que elaboran platos y tapas sin gluten, vegetarianos, veganos… basados en verduras de temporada a la brasa o ensaladas frescas. Cabe destacar que aunque la esencia de A Vaquiña está compuesta por una serie de opciones fijas, casi a diario incorporan novedades, sugerencias e incluso organizan jornadas carnívoras.

Bodega premium para acompañar

Más de una centena de referencias de vino componen la bodega de A Vaquiña, perfecta para maridar cada uno de los platos de su carta: vinos del año, con crianza, parcelarios, reservas e incluso vendimias seleccionadas por el equipo según su maduración. “Hacemos guiños a grandes vinos clásicos y también a otros más exclusivos o modernos”, explican, “y por supuesto también tenemos propuestas dulces cavas y champagne”.

Bodega del Asador A Vaquiña.

Y para poner fin a una comida exquisita y acompañar a esa propuesta de bodega dulce, no podrían faltar los postres caseros como el coulant con helado o las clásicas tartas de la abuela y de queso al horno.

Gran esfuerzo, magníficos resultados

Si le preguntamos a David y Diego por los inicios de esta aventura nos cuentan que querían hacer y dar lo que a ellos mismos como clientes les gustaría recibir. “Intentamos conjugar un buen servicio con una buena oferta gastronómica”, explican, “todo ello en un local cálido y acogedor”.

Interior del local del Asador A Vaquiña.

Y tras estos dos años y medio de andadura, tienen claro con qué palabras lo resumirían: Resistencia, esfuerzo y gratitud. “Si te gusta lo que haces y te dedicas a ello, todo esto se traduce en buenos resultados”, aseguran. Y es que en A Vaquiña también prestan mucha atención al servicio en sala porque, dicen, "El saber guiar y aconsejar al cliente es básico para que este se preocupe solo de disfrutar de la experiencia”.

Aunque para disfrutar de A Vaquiña hay que descubrir por uno mismo su gastronomía, basta con echar un ojo a las más de 300 reseñas positivas del local para ver cómo ciertos adjetivos se repiten una y otra vez (magnífico, espectacular, inmejorable…) entre todos los comentarios tanto de los clientes más asiduos (“Repetimos siempre para probar la variedad de carta”) como de los primerizos (“Hemos ido por primera vez fiandonos de las valoraciones y ha sido un acierto total”).

Y tú, ¿Ya conoces A Vaquiña y repites, o te animas a descubrir este pequeño paraíso del buen comer?

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