El Español
Treintayseis
Economía
|
Sostenibilidad

Liño e Lá: El arte de transformar la lana de las ovejas gallegas en colorida ropa o muñecos

Anahí Cachaza Baleiro utiliza fibras naturales para elaborar de forma artesanal exclusivos productos como bolas para la secadora o trajes tradicionales en cuyo proceso participa de principio a fin, desde el lavado de la lana hasta su teñido con plantas o insectos
Quincemil
Ofrecido por:

Anahí Cachaza Valeiro es capaz de transformar la lana de las ovejas gallegas en espectaculares gorros y zapatillas u originales muñecos. Un proceso que requiere dedicación y al que esta coruñesa asentada en Gondomar le dedica no solo tiempo sino mucho cariño, disfrutando de cada parte de su trabajo.

Liño e Lá nació hace más de 10 años, cuando Cachaza dejó su trabajo en administración para comenzar a hacer lo que más le gusta: artesanía con fibras naturales. "Aprendín a coser, calcetar e gancho de pequena. Empecei por aí e decidín meterme a artesá", explica la responsable de esta iniciativa, que heredó de su madre y de su abuela el gusto por este oficio tan delicado.

Lana de ovejas gallegas y teñido natural

Anahí Cachaza usa lana de ovejas gallegas que ella misma se encarga de lavar, escarmenar para separar y abrir las fibras, cardar y eliminar los pelos que lleva mezclados. La decisión de apostar por esta materia prima se gestó, principalmente, en el hecho de que habitualmente es exportada de muchos países en los que se permite una técnica para conseguir lana fina y suave que la artesana rechaza.

"Está permitido, cando nacen os años, pelarlles o cú para que os bichos piquen nesa zona e non no resto do corpo, estropeando a pel, para que así a lana sexa suaviña. Esto paréceme unha aberración, en España non está permitido", explica Cachaza. Otra de las motivaciones fue el hecho de que sus vecinas con ovejas tenían dificultades para deshacerse de la lana, por lo que ella la aprovechaba hasta poco a poco comenzar a trabajar con ganaderías de oveja de raza gallega.

https://www.instagram.com/p/CREdHhpswOa/?hl=es

La coruñesa se encarga de todo el proceso hasta conseguir la lana con la finura y calidad que requieren las piezas que después elabora con paciencia en su obrador, incluso del teñido. Para esto, Cachaza emplea plantas como la cáscara de las castañas o insectos como la cochinilla canaria, que crece en un cactus y de la que se obtienen tonos rojos, rosas o granates.

Otros de los materiales empleados por esta artesana son el lino, la seda, el algodón o la alpaca, todos naturales. "Teño pezas de liño tecido na casa, nun tear artesanal, pero non o fago eu, mércoo", explica la responsable de Liño e Lá sobre el origen de los otros materiales que emplea en sus creaciones.

Una amplia gama de productos

La lana que Anahí Cachaza obtiene tras todo el proceso desde que se esquila la oveja hasta que está teñida la inspira para crear sus originales productos. "Unha vez teño a materia na man, penso que podo facer con ela. Podes atopar de todo: manteis, bolas para a lavadora, xabóns, chaveiros, zapatillas, pezas de vestir, bufandas, cubreteteiras, paxaros... de todo", enumera la artesana.

Algunos objetos suscitan curiosidad estos días entre los asistentes a la Feira Mostrart de A Coruña, donde Cachaza estará hasta el 28 de agosto. Es el caso de las bolas para la secadora, una innovadora propuesta que sirve para que la ropa se seque más rápido y se arrugue menos, facilitando el planchado, al mismo tiempo que pueden usarse para perfumar la ropa si se les ponen unas gotas de aceite esencial.

Bolas para la secadora de Liño e Lá (Quincemil).

La responsable de Liño e Lá comenzó su andadura en la artesanía textil con los trajes tradicionales gallegos, de los que elabora desde faldas o mantelos hasta faldriqueiras o gorros de gala y faena. La gama de productos fue aumentando y ahora vende zapatillas de diferentes tipos, muñecos para pequeños y mayores o complementos. Una amplia variedad que surge del amor de la artesana por su oficio: "Teño a sorte de pasar todo o meu tempo cousas que me encanta facer".

Cachaza también da rienda suelta a su creatividad para realizar los productos por encarga, aunque las piezas nunca quedan exactamente iguales ya que se trata de algo único y exclusivo. La artesana, además, emplea unos cuatro o cinco días en hacer unas pantuflas... siempre y cuando ya tenga la lana preparada para comenzar a elaborarlas.

https://www.instagram.com/p/CVsS1MPrfK3/?hl=es

La coruñesa vende sus productos tanto a través de la web como en las ferias a las que asiste o algunas tiendas físicas e imparte clases de calceta, ganchillo, bordados o vainicas, para lo que las personas interesadas pueden ponerse en contacto con ella a través de redes sociales o el teléfono. Una mujer todoterreno que apostó por hacer aquello que más le gusta, reflejando su pasión en un trabajo que le permite ofrecer a sus clientes productos exclusivos en los que mezcla tradición e innovación y que apuestan por la sostenibilidad en todo el proceso.

Economía