El Español
Treintayseis
Opinión
|
Tribuna Abierta

El retorno de la diáspora tecnológica, una oportunidad para reactivar la economía gallega

La oportunidad de Galicia para recuperar el talento emigrado, por Alfredo Rivela, Fundador y Presidente de Kabel, y Consejero Delegado de TurningTables
Alfredo Rivela
Por Alfredo Rivela
Estatua de Homenaje a la emigración en Vigo
Estatua de Homenaje a la emigración en Vigo

El tejido empresarial gallego se encuentra ante una ocasión única para recuperar su pulso y ganar protagonismo en el escenario nacional e internacional. Y es que hace tiempo que tanto grandes compañías gallegas como pymes y jóvenes proyectos de emprendimiento están realizando una importante apuesta por la innovación cómo vía de acceso al futuro. 

Fruto de ese esfuerzo, empresas locales de sectores punteros y también tradicionales están incrementando sus cifras en términos de lanzamiento de nuevos productos y servicios, mejoras productivas o expansión de sus mercados. Según el informe A Sociedade da Información nas Empresas de Galicia del año 2020, publicado por el Observatorio da Sociedade da Información e a Modernización de Galicia (Osimga), la inversión total en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de las empresas gallegas superó los 457 millones de euros, lo que representa un incremento del 11,7% respecto al año anterior. 

A pesar de estos prometedores datos, la Covid-19 ha supuesto un cierto frenazo en esa tendencia. Algunas compañías han tenido que aplicar tijera a sus presupuestos de investigación y desarrollo, dejando proyectos en situación de espera. Se crea así un peligroso círculo vicioso, ya que un retroceso en las inversiones en innovación es justamente lo contrario de lo que necesitan las compañías gallegas para seguir siendo competitivas y recuperar el terreno perdido durante la crisis sanitaria. Innovación y digitalización son el camino. No hay otro. 

Al margen de las limitaciones presupuestarias, tanto los factores de mercado y de conocimiento, como la falta de profesionales cualificados, son las otras grandes barreras históricas que la innovación encuentra en Galicia. En un contexto laboral marcado por una encarnizada guerra de talento a nivel mundial, en el que el objetivo prioritario de las empresas es atraer y fidelizar a estos codiciados perfiles tecnológicos, las compañías que tienen su base fuera de la órbita de las grandes capitales de negocios parten en situación de desventaja.

O quizá ya no. Paradójicamente, las nuevas circunstancias laborales surgidas a raíz de la llegada del virus podrían representar una oportunidad para darle la vuelta a esa situación, insuflando a la innovación gallega un inesperado impulso. 

Por un lado, el cambio de mentalidad de las organizaciones en relación al teletrabajo forzado por el confinamiento ha hecho que la secular emigración de recién titulados y profesionales prometedores hacia los grandes núcleos urbanos, como Madrid o Barcelona, haya entrado en fase de remisión. Con las empresas abrazando masivamente el trabajo remoto y muchas de ellas convertidas ya en fervientes defensoras de sus ventajas, ya no es imprescindible irse a vivir a uno de esos grandes focos de actividad económica para hacer carrera en tecnología. 

Pero es que, además, también esos grandes centros tecnológicos se están deslocalizando. Hoy algunos de los ‘hubs’ de innovación tecnológica más punteros se encuentran ubicados en Galicia, como el de Innovación Digital Industrial transfronterizo de Vigo, o el de Innovación Digital AI4Galicia, en A Coruña. Asimismo, se han consolidado sectores clave, como el biotech, ya con un consistente ecosistema de empresas locales, así como el del automóvil, con centros como el CTAG de Pontevedra. Sin olvidar el polo de atracción que los gigantes empresariales gallegos como INDITEX, Nueva Pescanova o Peugeot Citroën y su gigantesca red de empresas auxiliares siguen representando en términos de generación de empleo IT.

Además de para detener el éxodo de talento joven digital fuera de Galicia, estos cambios de tendencia podrían abrir la puerta a un eventual retorno de esa ingente diáspora de profesionales tecnológicos gallegos que a lo largo de los años se han marchado a trabajar a empresas punteras ubicadas en otros lugares, tanto de España como del extranjero. El momento es propicio y se presenta lleno de alicientes. Y no solo por una cuestión de morriña -por mucho que la tierra tire y mucho entre nuestra gente-. También porque, por primera vez en mucho tiempo, las mejores oportunidades laborales para estos profesionales podrían estar en casa

Estamos en un momento óptimo para propiciar las conversaciones entre compañías locales, compartir buenas prácticas, casos de éxito y experiencias, y crear así una fuerte red de conocimientos que ayude a fortalecer los sectores clave gallegos. Un contexto en el que la tecnología va a ser protagonista, y donde ofrecer a aquellos que emigraron y ahora vuelven con grandes experiencias acumuladas, oportunidades para seguir creciendo profesionalmente y ser palancas de crecimiento para las empresas.

Inteligencia Artificial, Blockchain, Realidad Mixta y otras tecnologías exponenciales podrían encontrar en tierras gallegas su próxima Meca. Y, de hecho, ya se están produciendo prometedores desarrollos en este sentido. Pero para darle continuidad a ese romance de Galicia con la digitalización y la innovación más disruptiva es imperativo traer a ese talento digital autóctono de vuelta. Son esenciales para el desarrollo presente y futuro de nuestra economía. Galicia los necesita. Y ellos necesitan a Galicia. 

Alfredo Rivela
Alfredo Rivela
TwitterLinkedIn
Emprendedor, mentor empresarial, divulgador tecnológico, pionero de las Tecnologías Exponenciales en España, Alfredo Rivela es ingeniero de Telecomunicaciones, tiene un PPD en IESE Business School y un Programa Ejecutivo en Tecnologías Exponenciales por la Singularity University. A lo largo de su carrera, este gallego de origen, ha emprendido numerosas aventuras profesionales tanto en España como en el extranjero, donde residió en Silicon Valley durante seis años. En 1995 fundó Kabel, de la que es actual presidente, cargo que compagina con el de CEO en Turning Tables.