La gallega Maite Rojo logra completar el Camiño dos Faros corriendo en menos de 39 horas
La atleta gallega Maite Rojo ha logrado su reto: completar corriendo las ocho etapas del Camiño dos Faros. Un total de 203 kilómetros que unen las localidades coruñesas de Malpica y Fisterra. Y lo ha hecho superando todos los récords: en 38 horas y 45 minutos. Dos días después de lograrlo reconoce que aún está “digiriendo” lo ocurrido.
Maite salió en la madrugada del pasado miércoles de Malpica, justo cuando Galicia atravesaba las temperaturas más altas de la ola de calor. “Salí con 22 grados a las tres de la madrugada, chorreaba de calor, pero por suerte a mí el calor se me da bien”, relata.
Esperaba llegar a Fisterra dos días más tarde, ya entrada la noche, pero lo hizo varias horas antes de lo previsto. La marca estaba en las 41 horas y 31 minutos que logró el corredor Iago do Sil y Maite pisaba el cabo el jueves a las 18.00 horas, bajando de las 39 horas, y superando todas las expectativas.
Durante el recorrido estuvo acompañada por su hermano, que la asistió en los puntos de avituallamiento, además de por otros corredores locales que no quisieron perderse el momento.
“Lo más bonito ha sido el apoyo de la gente, en la meta me esperaban muchas personas con carteles. Fue emocionante”, cuenta.
Pone en valor el Camiño dos Faros
De profesión capitana (y entrenadora de corredores), Rojo ha estado durante años compaginando su trabajo en el mar con los entrenamientos, y ha completado carreras tan importantes como el Espartatlón griego, la ultramaratón que une las ciudades de Atenas y Esparta.
Ahora se suma este logro en casa, un reto que decidió enfrentar también para poner en valor esta senda y lograr que sea declarada como Ruta de Gran Recorrido GR.
La Asociación do Camiño dos Faros estuvo ocho años trabajando para conseguir esta homologación sin éxito. Y Maite espera que su carrera sirva para visibilizar la necesidad de cuidarlo.
A ese respecto, la ultrafonfista lamenta lo descuidados que están algunos tramos, casi desaparecidos por la vegetación. Esta senda es frecuentada a menudo por deportistas y amantes de la montaña de otros países que, asegura, “se sorprenden al descubrir su belleza”.
“Deberíamos estar orgullosos de lo que tenemos aquí. En otros países este recorrido ya habría sido protegido”, asegura.
