La leyenda de Noia, el pueblo gallego que fundó Noé

Cuenta la leyenda que dos hermanos gallegos pertenecientes a la Orden del Temple dejaron atrás su tierra para combatir a los infieles durante las Cruzadas en Tierra Santa. En el transcurso de una batalla se separaron para no volver a encontrarse jamás. Uno de ellos buscó al otro durante años, pero nunca dio con él, así que acabó dándolo por muerto y decidió regresar a Galicia donde levantó un cruceiro en su memoria. Aquel caballero templario había sido hecho prisionero durante la contienda, pero cuando logro escapar y regresar a su tierra, su otro hermano ya había fallecido, por lo que mandó construir sobre el cruceiro un templete en señal de amor fraternal. Esta leyenda es solo una de tantas que rodean la historia de una de las villas más maravillosas y enigmáticas de Galicia: Noia. Pero sobre todas ellas hay una que destaca sobremanera. Porque existe la creencia de que este pueblo fue fundado nada más y nada menos que por el valiente capitán bíblico que protegió en su arca a animales y a seres humanos de la ira de Dios, del diluvio universal: Noé.

Noia es un municipio costero de Galicia perteneciente a la provincia de A Coruña, conocido durante siglos como el puerto de Santiago de Compostela, ya que era el puerto marítimo más cercano a la sede apostólica. Por ello Noia era un gran puerto de entrada de peregrinos, desde donde se dirigían al sepulcro de Santiago.

Noia es considerada una de las poblaciones más antiguas de Galicia, con resquicios de la presencia del ser humano en estas tierras desde tres mil años antes del nacimiento de Cristo. Se conservan tanto un domen megalítico como varios castros milenarios prueba inequívoca del origen ancestral de esta población.

Y como buen puerto marinero y destino de peregrinos, Noia fue objetivo durante siglos de ataques y escaramuzas piratas, ya que la riqueza que desembarcaba en sus muelles era conocida en toda la Cristiandad.

De entre todas las leyendas que rodean la historia de esta maravillosa villa existe una que nos habla sobre su origen fundacional. Aunque no existe ni una sola prueba de su veracidad, no por ello es menos asombrosa, ya que nos cuenta que Noia fue fundada por el legendario Noé bíblico.

Según esta leyenda el valeroso capitán del arca, construida siguiendo el mandato de dios para salvar a todas las especies del diluvio universal, habría encallado o atracado en una montaña de la sierra del Barbanza, más concretamente en el monte Aro, a tan solo 20 kilómetros de la actual villa de Noia, donde incluso habría plantado algunas de sus primeras vides.

Tras llegar a la costa gallega, la familia se habría instalado en el lugar conocido actualmente como A Barquiña, donde Noé fundaría Noia, nombre elegido en honor a su nieta Noela.

Esta leyenda sin ningún fundamento histórico dio origen toda una serie de teorías en las que se relaciona el nacimiento de todas las culturas mediterráneas y atlánticas europeas, debido a que los descendientes de Noé se habrían expandido desde Noia colonizando una gran zona geográfica entre la Península Ibérica y el Mar Negro.

El mismísimo historiador Flavio Josefo, en el siglo I después de Cristo, explicaba el origen de las naciones de la época intentando justificar que eran descendientes de los hebreos que, desde tiempos bíblicos, habían poblado Galicia y que incluso el hebreo habría sido el primer idioma de esta región.

Una hermosa leyenda que se queda en eso, en una bonita tradición y un mito carente de algún tipo de prueba arqueológica, aunque caló tan hondo en la zona que incluso el escudo de Noia reproduce el arca de Noé flotando sobre las aguas y, sobre la nave, la paloma portando la rama de olivo que, según la tradición bíblica, anunciaba el fin del diluvio universal.

Por cierto, respecto a la leyenda de los dos hermanos templarios, cuenta la tradición que, cuando el segundo de los hermanos llegó a Noia, venía junto a otros soldados que también habían luchado para tomar Jerusalén y que, entre todos los tesoros que habían conseguido en las Cruzadas, traían uno muy preciado: habían cargado su barco con tierra sagrada extraída de los lugares santos. Esta tierra sería depositada alrededor del cruceiro de su hermano para construir el legendario cementerio de Quintana dos Mortos, uno de los cementerios más impresionantes y antiguos de toda España, junto al que tiempo después se levantaría una maravillosa iglesia, la de Santa María de A Nova, por orden de un obispo normando desterrado de Santiago. 

Preciosashistoria que, quien sabe, quizá algún día se confirmen cuando algún excursionista despistado encuentre por los montes del Barbanza el arca en el que hace milenios Noé llegó a Galicia.

Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.

Referencias:

• elespanol.com/quincemil
• es.wikipedia.org
• lavozdegalicia.es
• noiaturismo.com
• celtiberia.net
• galiciadigital.com
• guias.masmar.net
• noyaumuros.com
• turismo.gal
• misteriosyleyendasdegaliciayasturias.wordpress.com
• xacopedia.com
• abc.es
• lugaresconhistoria.com