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La epidemia de peste que A Coruña resistió (durante un tiempo)

A finales del siglo XVI llegó hasta Galicia una epidemia de peste que precisó de medidas extremas de contención, y que dejó A Coruña aislada
Bosquejo de las zonas de Galicia afectadas por peste que se encuentra en la exposición 'A Coruña no tempo'
Bosquejo de las zonas de Galicia afectadas por peste que se encuentra en la exposición 'A Coruña no tempo'
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En el año 2020 la pandemia mundial provocada por el coronavirus golpeaba a todo el mundo y sentimos que estábamos viviendo algo insólito. Sin embargo, a lo largo de la historia de la humanidad las enfermedades y epidemias han sido una constante. Quizás una de las epidemias más populares, sobre la que se han escrito libros y se han realizado series y películas, sea la peste. Fue uno de esos brotes de peste ocurrido en el siglo XVI el que A Coruña resistió (al menos durante un tiempo).

Durante la Edad Media los brotes de peste fueron habituales en toda Europa "con una periodicidad prácticamente anual", destaca el historiador de la Universidad de La Rioja Diego Téllez Alarcia, en su investigación publicada en la revista Belezos; si bien "la mayor parte de ellos no trascendían el ámbito local y su efecto en términos socioeconómicos y demográficos era limitado", apunta.

Uno de los brotes más conocidos y mortíferos fue el de peste negra que se produjo entre 1347 y 1351, pero posteriormente se sucedieron otras epidemias importantes. En el siglo XVI la peste estaba "asentada" y era recurrente en todo el continente, produciéndose olas cada pocos años. Una de ellas fue especialmente virulenta y afectó a la península entre los años 1596 y 1602. Se bautizó con el nombre de "Peste Atlántica".

La Peste Atlántica

"La Peste Atlántica se inició en la ciudad de Santander a finales de noviembre de 1596, con la llegada de un navío procedente de Calais y Flandes cargado con géneros textiles contaminados que se diseminaron rápidamente por la población", destaca Téllez Alarcia.

Esta peste se extendió fácilmente por el norte hasta amplias zonas de Castilla la Nueva, Portugal, el sur de Extremadura y Andalucía y "se calcula que falleció entre un 10 y un 15% de la población del reino de Castilla", es decir, más de medio millón de personas. La infección acabó llegando a Galicia, donde también causó estragos importantes.

Mapa de las epidemias de peste de los siglos XVI y XVII (Instituto Geográfico Nacional)

En Galicia "se puede datar el momento álgido en el verano y otoño de 1598", detallan los investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) José García Oro y María José Portela, en su investigación publicada en la revista Sémata, donde describen el pánico general que se vivió en la población, sometida a medidas de aislamiento y estrictos controles para intentar propagar la infección.

De esta época data un mapa que se puede consultar en la exposición A Coruña no tempo (abierta al público hasta el próximo 16 de septiembre) y que supone un "documento médico excepcional" de cómo se estaba expandiendo la peste por el reino de Galicia en un momento en el que A Coruña aún resistía el envite, explica el comisario de la muestra y profesor de la USC, Manuel Gago.

A Coruña, "illada" por la peste

En realidad, mas que un mapa se trata "dun borrador rápido", o un bosquejo, que se realizó de forma urgente con el objetivo de informar al rey Felipe II de cómo estaba evolucionando la epidemia en aquel momento en el reino de Galicia. El documento data de 1598 y pertenece al Ministerio de Cultura, que lo conserva en el Archivo General de Simancas, en Valladolid.

"É un mapa de Galicia peculiar" en el que se pueden ver marcadas con una cruz las zonas que tienen peste. "San Pedro, Labañou, Agrela, Elviña, Martinete, Betanzos..." todo la zona que rodea A Coruña, que está representada con la Torre de Hércules, estaba en ese momento afectada por peste. Del bosquejo destacan también las proporciones de los lugares, o la situación en la que aparecen representadas las ciudades de Lugo, Ourense, Santiago y Tuy.

"A Coruña estaba na primeira liña e axiña poñen en marcha protocolos porque é un porto importante e as pestes chegaban polo mar", detalla Gago, por lo que enseguida la ciudad queda "illada" y dentro se extienden los controles para intentar evitar la propagación: expulsión de los vagabundos, control de las puertas de las murallas o prohibición de entrada a personas infectadas de otras poblaciones.

Bosquejo de las zonas del reino de Galicia afectadas por peste en 1598 que se encuentra en la exposición 'A Coruña no tempo'

De hecho, la peste de estos años es la que suscitó "las mayores reacciones de las autoridades buscando soluciones extremas" y la Audiencia de Galicia promulgó en 1598 medidas como "el cierre y tapiado de las casas con moradores infectados; la eliminación de animales callejeros; el control de todos los visitantes; la aplicación de cal viva a los espacio sospechosos de infección; la quema de ropa de enfermos o muertos sospechosos"; así como la instalación de "hogueras nocturnas de laureles, sauces, romeros y hierbas medicinales", detallan los investigadores de la USC.

Sin embargo y pese a los esfuerzos, la resistencia de la ciudad no duró para siempre, apunta Gago, y la peste terminó traspasando las murallas y entrando en A Coruña, como ya lo había hecho en otras epidemias pasadas, llegando a ser uno de los puntos más afectados. El hospital de San Andrés fue el lugar al que fueron a parar muchas de las personas que terminaron infectándose de peste en esos años.

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Fuentes:

José García Oro y María José Portela (2005). A Peste, fame et bello, libera nos Domine. Galicia y la peste en el reinado de Felipe II. SEMATA, Ciencias Sociais e Humanidades, ISSN 1137-9669, vol. 17: 231- 258.

Diego Téllez Alarcia (2021). Pandemias históricas en La Rioja. La Peste Atlántica de 1599-1600. Belezos: Revista de cultura popular y tradiciones de La Rioja, ISSN 1886-4333, Nº. 43, 2021, págs. 50-55.

Exposición A Coruña no tempo.

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