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Directora del Museo de Belas Artes de A Coruña: "El robo de las tablas de Rubens está olvidado"

Ángeles Penas dirige el Museo desde 1994. Hace un repaso a la trayectoria del museo y a la importancia de juntar su nombre al de Picasso: "La importancia de A Coruña en Picasso era algo que se rumoreaba en toda la ciudad, pero había que demostrar que no te estabas inventando un cuento con un buen trabajo de investigación"
Ángeles Penas, en la entrada del Museo de Belas Artes
Ángeles Penas, en la entrada del Museo de Belas Artes
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La lucense Ángeles Penas lleva casi 30 años a los mandos del Museo de Belas Artes de A Coruña. Llegó al museo, desde Madrid, en 1994 con el reto de inaugurar un edificio y poner en valor una colección que abarca desde la historia del arte en Galicia hasta obras de artistas como Rubens o Goya. A punto de abrir la exposición Picasso: branco no recordo azul hace un repaso a la historia del Museo y reclama más medios para aumentar su relevancia y accesibilidad al público.

"Cuando surgió la posibilidad de venir aquí no lo dudé. Tuvo mucha suerte, fue justo después del robo de las tablas de Rubens". Esta historia, que Penas pone en valor porque fue el inicio de la trayectoria del museo, es una de las más anecdóticas de la historia de los museos en Galicia, que afortunadamente terminó con final feliz. "Esas obras son el origen del museo, fue una donación de una dama coruñesa a finales del siglo XIX, estuvieron en el depósito hasta la creación del primer edificio". Esta primera donación fueron Dédalo y el Minotauro y Psique, dos pinturas realizadas sobre tabla que datan del 1636 y tratan escenas mitológicas. Tienen gran valor, algo que no era muy conocido en 1985, cuando un hombre que sí conocía la relevancia de las obras simplemente las descolgó y se las llevó. Con el pequeño tamaño de las piezas es probablemente uno de los robos más logrados de la historia. No fue hasta 1986 cuando se les volvió a encontrar la pista y regresaron a A Coruña en 1991. "La memoria es muy frágil, parece que esta historia tiene muchísimo tiempo y está olvidada, pero sucedió hace poco", cuenta Penas, que pone en valor estas tablas como piezas estrella del museo, a pesar de no ser tan populares entre el gran público.

Obras robadas del Museo de Belas Artes en 1985, ahora en exposición permanente

En su trayectoria, que es la del Museo, la directora también destaca la donación de Maruxa Seoane de más de 40 obras y grabados de Luis Seoane: "Fue un eje importante porque había una carencia de arte de vanguardia, era todo más académico, y esto supuso un antes y un después. Nos permitió tener una presencia de arte contemporáneo que se identifica con el Museo". La colección de grabados de Goya, permanente, es otro de los puntos fuertes para la visita. Así como el recorrido que podemos hacer por la historia del arte en Galicia, arrancando en el siglo XVI, hasta presenciar dramas contemporáneos como el exilio en las obras de vanguardia.

Un lugar en permanente evolución

A pesar de la antigüedad de las obras que se muestran, lo cierto es que los museos son lugares en permanente cambio, "instituciones dinámicas y multidisciplinares, que requieren una formación amplia y tener un buen equipo para establecer una buena forma de darlas a conocer", explica Penas, algo que ella misma vivió en estos años de dirección. El Museo de Belas Artes acoge actividades educativas o de impacto social dedicadas a estar en permanente contacto son su público. "Los museos antes eran lugares de conservación, ahora son lugares de acceso donde estableces un contacto con el público presencial o mediante redes", por eso reclama el poder disponer de más recursos que respondan a las necesidades de la actualidad. Por otra parte, llevan a cabo actividades dedicadas a escolares o a los colectivos más desfavorecidos, para abrir las instalaciones al disfrute y la curiosidad de todos los ciudadanos.

"Hubo que hacer una gran presión social e ideológica para que se reconozca el papel de las mujeres en la historia del arte"

Además, Penas también destaca el trabajo en ámbitos como la diversidad o la igualdad. En referencia a la presencia de mujeres artistas, que son 10 en todo el catálogo, cuenta que la visión "ha cambiado muchísimo desde que yo empecé a trabajar", aumentando la reivindicación para ellas de los espacios. En la Guía del Museo de Belas Artes, publicada recientemente, el cuadro de la portada es de Elena Olmos. "No fue casual elegir el cuadro de una de las mujeres que tenemos en la colección como portada, que además tiene una historia fantástica", explica Penas. "Hubo que hacer una gran presión social e ideológica para que se reconozca el papel de las mujeres, aún así, en general, tenemos que seguir batallando, buscando nuestro lugar también en el mundo del arte", declara. Sobre su papel como directora, cuenta que a pesar de que hay muchas mujeres en estos puestos, suele ser "en museos pequeños" y "siempre hay esa sensación de que te tienes que esforzar más para que se te respete".

Picasso y A Coruña, una historia de tardío reconocimiento

Como parte del dinamismo del museo, están las exposiciones temporales. Eventos que durante unos meses acercan a la ciudad arte de otras instituciones. En este sentido, el Museo de Belas Artes ha sido casa de varias propuestas interesantes. Penas destaca la visita de la colección del Museo Thyssen: "Marco un antes y un después porque multiplicamos el número de visitas y nos puso en el mapa cultural". O la muestra Vestir Épocas, dedicada a la evolución de la moda en Galicia. Una muestra de 2021 que demuestra que no hacen falta grandes nombres para hacer una buena propuesta que despierte la curiosidad del público.

"La nueva muestra analiza como todo lo que aprende Picasso aquí los reproduce a lo largo de su vida, transformándolo en estas nuevas tendencias, siendo un revolucionario del arte"

El verdadero punto de inflexión en los últimos años lo encontramos con El primer Picasso, en 2015, un punto de partida del reconocimiento de la relación entre A Coruña y el artista que da lugar a la próxima gran muestra del Museo, Picasso: branco nor recordo azul, prevista para el 23 de marzo. "Se hizo un gran esfuerzo con la primera exposición. La importancia de A Coruña en Picasso era algo que se rumoreaba en toda la ciudad, pero había que demostrar que no te estabas inventando un cuento con un buen trabajo de investigación. La nueva muestra analiza como todo lo que aprende Picasso aquí los reproduce a lo largo de su vida, transformándolo en estas nuevas tendencias, siendo un revolucionario del arte", explica la directora.

Penas reconoce que "se tardó" en poner a Picasso en este lugar, al contrario de "Cataluña o Francia, que defendieron lo suyo, aquí fuimos más lentos". Sobre la relevancia de tener un nombre como el del artista malagueño relacionado con el museo cuenta que "tiene gran importancia, le da categoría al Museo, porque demuestra que es capaz de tener un proyecto de investigación atractivo y reconocido a nivel mundial". Un logro que nace de la "experiencia" de la primera muestra y que se materializará con el esfuerzo de tener que "demostrar que sabemos gestionar y conservar este legado que nos visita temporalmente".

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