Un niño se precipita metro y medio por el tubo de una alcantarilla sin tapa en Narón (A Coruña)
La noche del sábado 27 de mayo pudo haber acabado en tragedia en Narón (A Coruña), ya que un pequeño de cinco años, llamado Iker y vecino del Camiño da Torre (en las inmediaciones del apeadero del Alto do Castiñeiro), se precipitó por el hueco de una alcantarilla en obras que no estaba provista de tapa ni de vallas que advirtiesen del peligro. Sus padres, Jacinto y María Alejandra, están removiendo cielo y tierra pidiendo justicia para un accidente que podría haberse evitado.
El progenitor relata a este medio que los hechos se produjeron alrededor de las 22:00 horas, cuando estaba arreglando un camión en la zona exterior de su vivienda, ubicada en una calle en la que se están acometiendo obras de alcantarillado. Junto a él, se encontraba su mujer y el niño, que tropezó con el borde de cemento y cayó por un hueco con una profundidad estimada de un metro y medio, algo que cuestiona Jacinto. "Yo mido 1,82 y quepo en el hueco", asegura, tras ser él mismo quien sacó a Iker del agujero. Primero, lo intentó su madre pero, al ser incapaz, lo intentó el padre, también sin éxito. Finalmente, gracias a la ayuda de un chico, este último le agarró las piernas para que Jacinto pudiese introducirse en la alcantarilla. "Agarré al niño y conseguimos sacarlo, pero tuve que girarlo porque estaba encajado y boca abajo", explica.
El parte de lesiones expedido por los profesionales del Sergas en el hospital Arquitecto Marcide indica que el menor presenta un traumatismo a nivel frontoparietal izquierdo sin pérdida de conocimiento y en la exploración física refieren molestias a la palpación. Tras pasar la noche bajo la vigilancia del servicio de urgencias pediátricas y sin mostrar signos de alarma, el niño fue dado de alta. Jacinto informa que evoluciona favorablemente pero sigue bajo vigilancia ante cualquier complicación que pueda surgir a causa del suceso. A nivel psicológico, el padre del menor asegura que el pequeño ahora sale a la calle y "tiene miedo".
Los progenitores pusieron estos hechos en conocimiento de la Policía Local en cuanto se produjeron, que procedió a tapar el sumidero con una valla retráctil roja de forma provisional. Sin embargo, no ha sido hasta esta misma mañana cuando se instalaron las tapas y se completó el aglomerado de la acera, según asegura Jacinto.
Ahora, los padres están a la espera de los resultados del informe policial "para denunciar a la constructora y al Concello de Narón", por lo sucedido en unas obras en las que las bocas de alcantarilla "llevan así un mes".
Por su parte, la Administración local califica los hechos como un "desafortunado accidente" a partir del cual ya se ha elaborado un informe por parte de la Policía Local. Las mismas fuentes del Concello indican que han pedido explicaciones a la empresa contratada por el ayuntamiento por lo sucedido, aunque aseguran que esas obras de renovación de alcantarillado y aglomeración "no llevan así un mes".
