Siete barrios de A Coruña presentan 4.950 firmas en demanda de más seguridad ciudadana
Los vecinos de los siete barrios coruñeses que se movilizaron este miércoles para pedir más seguridad en las calles, han presentado ante el registro municipal 4.950 firmas para reclamar al Ayuntamiento mayor presencia policial en la ciudad. Elviña, Novo Mesoiro, Matogrande, Martinete, el Sector 7, el Barrio de las Flores y parte de Orzán-Pescadería son los colectivos vecinales movilizados.
Cada barrio ha recogido firmas de forma individual para después presentar la documentación en conjunto. El número de signaturas, por tanto, no es sinónimo de la cantidad de personas que apoyan la iniciativa, puesto que un mismo vecino podía suscribir las demandas de cada uno de los siete colectivos. Explican que la falta de seguridad es una problemática común a sus barrios y que "incumbe a toda la ciudadanía".
Elviña suma a sus críticas en vago mantenimiento de las calles y su limpieza. Asimismo, Orzán y Matogrande apuntan a la falta de descanso a consecuencia de la hostelería y ocio nocturno y instan al Ayuntamiento a replantear la regulación horaria de los locales durante las Fiestas de María Pita.
Los representantes de la asociación vecinal de Mesoiro recuerdan -aunque no lo incluyen en el documento presentado ante registro- la falta de líneas de autobús urbano. Se remontan a 2017, año en el que presentaron 3.900 firmas para reclamar mejoras en términos de movilidad. La venta de droga y la ocupación son preocupaciones que incumben a el Monte Martelo y el Barrio de las Flores.
Durante la entrega los representantes de las diferentes asociaciones vecinales han criticado la falta de apoyo de la Federación de Asociaciones de Vecinos de A Coruña. No descartan agruparse en una nueva federación. "Lo hemos hablado", dicen, aunque van "con calma". Barrios como Los Rosales, los Mallos o la Plaza del Comercio han mostrado su apoyo a los 7 colectivos vecinales movilizados.
Club Financiero de A Coruña
La concentración del miércoles se realizaba frente al club como protesta contra la presencia de ocupas, según denuncian los vecinos. La edificación no alberga actividad desde el año 2020, una situación que ha llevado a un abandono y falta de mantenimiento del entorno, indican.
Sobre las reclamaciones vecinales la alcaldesa Inés Rey respondía esta mañana que el Gobierno Local ya ha facilitado a los propietarios los permisos necesarios para derribar el edificio. Ha recalcado que "es la propiedad quien tiene la responsabilidad de asegurar ese edificio". Por su parte ha instado a ejecutar esa demolición que cuenta con autorización municipal desde hace más de un año.
