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Raciones para uno, monodosis de pimentón y adiós palillos: vuelven las pulpeiras gallegas

Los negocios gastronómicos que agrupan más adeptos alrededor de generosas raciones servidas en platos de madera preparan su reapertura reduciendo aforos, calculando pérdidas y buscando nuevas fórmulas para continuar con su actividad tras la pandemia
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Las pulpeiras son para muchos templos gastronómicos en Galicia y estos lugares donde era habitual ver estampas de mesas multitudinarias compartiendo raciones de pulpo y cachelos en platos de madera y con los palillos como herramienta principal tienen sus días contados. El coronavirus ha traído una "nueva normalidad" en la que muchas cosas cotidianas ya no volverán a ser como antes y donde hasta nuevo aviso lo más visto serán las mascarillas y los guantes además de mantener la distancia social obligatoria de al menos dos metros. Estos negocios de la comunidad no son ajenos a esta anómala y novedosa situación y ya están dando los primeros pasos para adaptarse y poder reabrir pronto con medidas como raciones individuales, monodosis de pimentón y aceite, cubertería individual y nada de palilleras ni saleros.

Dos populares pulpeiras de la ciudad, la de Melide y la Rompeolas, están dejando todo listo esperando a que la comunidad avance en el plan de desescalada trazado por el gobierno central a la vez que hacen cuentas debido a que cerraron sus puertas hace ya más de dos meses. El responsable de la pulpeira de Melide, Antonio Rodríguez, echa la vista atrás y recuerda que en estas mismas fechas el año pasado (gracias a las celebraciones de San José, Semana Santa y el puente de mayo) "hicieron una caja de alrededor de 400.000 euros", una situación muy diferente a la que viven actualmente con "cierre total".

Gorka, Begoña y Antonio en la pulpeira de Melide. Fuente: Quincemil

El restaurante cuenta con 50 mesas de cuatro personas (de las que ya han retirado parte para respetar la distancia obligatoria de dos metros) y han decidido eliminar servilleteros y palilleros, además de poner cubertería individual, de cara a la nueva situación sanitaria que estamos viviendo. "Vamos a introducir en nuestra rutina monodosis de aceite y servir nosotros a los comensales cuando pidan sal o pimentón. Además trabajaremos con los Equipos de Protección Individual (EPI) que marquen los protocolos del gobierno como guantes o mascarillas", explica Rodríguez.

El dueño del negocio tiene esperanzas de poder abrir el próximo 22 de mayo pero se mantendrá "pendiente del BOE y de las asociaciones a las que pertenece el restaurante" a la vez que admite que "las pérdidas de estas semanas nunca se van a superar". "Esperamos que cuando esto se supere volvamos cuanto antes a la situación que había antes del coronavirus", deseó.

Propietarios de la pulpeira do Rompeolas. Fuente: Quincemil

Por su parte, uno de los responsables de la pulpeira do Rompeolas, Javier Fraga, detalla que el aforo que tenían antes de la pandemia era de 50 comensales dentro y 40 en la terraza, algo que cambiará a partir de ahora debido a la pandemia pero que ya lo hizo cuando se vieron obligados a cerrar el negocio el pasado 14 de marzo originando unas pérdidas "en las que prefiere no pensar". Para sobrellevar el confinamiento y mantener el negocio a flote empezaron a ofrecer servicio a domicilio desde el 1 de mayo con posibilidad también de recogida en el local y hace unos días gracias a la fase 1 han abierto la terraza con la mitad de aforo.

En cuanto a la nueva manera de funcionar en la pulpeira, aclara que varias de las opciones que están meditando son "poner tablas de pulpo a cada comensal individualmente o acercar una ración a las mesas que se repartirá en cada plato" además de que están separando las mesas con las distancias estipuladas por Sanidad en los protocolos de desconfinamiento y extremarán la limpieza tanto en cocina como en sala.

"Creo que poco a poco la gente irá retomando las costumbres anteriores a la pandemia y todo volverá a al normalidad aunque llevará tiempo. No tenemos previsto la instalación de mamparas a no ser que sean obligatorias", concreta, a la vez que se muestra tranquilo porque "el precio del pulpo sigue estable" pero se muestra expectante sobre cómo evolucionará la demanda "que es lo que hace que el precio suba" y aún les queda por delante definir la fecha concreta de reapertura en función de las condiciones sanitarias.

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