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El vermú blanco o rojo, de calidad y con sabor a Galicia gana terreno en la comunidad

Nordesía, Sardino, Lodeiros, La Fabulosa, Mixology, Lagarizza... todos estos productos son gallegos y ya han conseguido un hueco en muchos hogares y locales de hostelería. Te presentamos los más populares
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Petroni, Mejuto, Lodeiro, Nordesía... Seguro que muchos de estos nombres te suenan y que, incluso, has bebido uno de sus vermús pero ¿sabías que son gallegos? La comunidad pasó de no tener ninguna marca de esta bebida tan popular a principios de siglo a contar con varias empresas que ya comercializan sus propios vermuts y comienzan a fidelizar al público.

El origen del vermut no está claro, aunque la mayor parte de las voces coinciden en que la primera persona en elaborarlo fue el filósofo griego Hipócrates de Cos. El paso del tiempo, sin embargo, dio lugar a la versión más moderna de esta bebida, atribuída al italiano Antonio Carpano. Este hombre oriundo de Turín (Italia) trabajaba a finales del siglo XVIII en una destilería donde, siguiendo la receta de unos monjes, mezcló vino moscatel con especias e infusiones de frutas y creó lo que denominó Wermut. La palabra, que en alemán significa "ajenjo", evolucionó con el paso de los años hasta convertirse en vermut o vermú.

La populariedad de esta bebida espirituosa fue en aumento y pasó de Italia a Francia, donde surgió el vermouth blanco, más seco. Más tarde, alrededor de 1860, el vermú llega a España y apenas diez años después los primeros vermuteros se instalan en Reus (Cataluña), donde actualmente es posible visitar el Museo del Vermut.

¿Por qué Wermut y no otra palabra? Porque absolutamente todos los vermús comparten dos ingredientes: vino blanco y ajenjo. Esta es la base de la mezcla en la que se combinan diferentes hierbas aromáticas y especias, mientras que el color rojo de una de las variedades se debe al caramelo o concentrado de mosto que suele añadírsele. Esta bebida forma parte de la cultura y la tradición de las fiestas y reuniones en España hasta tal punto que, en Galicia, a la sesión musical que hacen las orquestas después de la misa en las parroquias se la conoce como "sesión vermú".

Galicia como productora de vermut

Muchos productos gallegos tienen una gran fama más allá de nuestras fronteras gracias a su calidad. El pan, los mejillones, el queso, los grelos, la miel, las castañas, los pimientos y el vino son reconocidos en otros puntos de la geografía española e incluso en destinos internacionales por su sabor y sus propiedades nutritivas. Precisamente, de la maceración del vino procede el vermú, por lo que era cuestión de tiempo que las firmas y emprendedores gallegos comenzasen a producir esta bebida.

Existen en Galicia diferentes marcas, así como destilerías y bodegas que se atreven a innovar y a presentar un producto propio y autóctono para hacerse un hueco en el mercado. Os presentamos algunos de los vermús de la comunidad gallega que nada tienen que envidiar a las grandes firmas internacionales:

Lodeiros: Esta marca comercializa tanto vermú rojo como blanco. "Además del inconfundible sabor del ajenjo, damos protagonismo a la naranja y a la canela, consiguiendo un vermut de toques dulces y amargor equilibrado. Además, con sus 30 días de crianza en barrica de roble francés obtenemos un postgusto tostado con toques de madera añeja", recoge en su página web sobre la primera opción. El vermú blanco, por otro lado, da protagonismo a los cítricos verdes y a la vainilla.

Esta marca ofrece diferentes modalidades de embotellamiento que se adaptan a todos los gustos: el "cuqui" es un botellín de 6 centilitros que hace honor al antiguo formato en el que se servía el vermú de barril; el "sostenible", una botella en la que no se usa ningún plástico y con una etiqueta elaborada a partir de residuos de manzanas; el "fiestero" es un tubo que contiene tres litros de esta bebida, ideal para compartir; y el "hostelero", un envase 100% reciclable que contiene cinco litros y está destinado a los locales.

Sardino: Descrito como "el mejor maridaje para una tapa de mar", este vermú reposa frente al mar, en las Rías Baixas. La firma recolecta 24 hierbas y plantas siguiendo el calendario lunar para "obtener toda su esencia", entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. La maceración de este producto se realiza en tinajas de barro junto con azúcar y vino hasta obtener un vermú con "toque salino" perfecto para tomar como aperitivo.

Nordesía: Esta firma trabaja los vermús desde el tratamiento de los viñedos y, al igual que ocurre con el vino, su añada tiene matices diferentes cada año. El proceso de creación de su producto comienza con la destilación de la uva, sigue con la destilación al baño María y el reposo de tres meses, que en el caso del rojo se realiza en barrica de roble y en el del blanco, en acero inoxidable. También es importante el proceso de aromatización: "La maceración se realiza en frío y se infusionan las plantas aromáticas en un destilado vínico, durante aproximadamente un mes", recoge su página web.

El vermú rojo de esta marca lleva, como materias primas, salvia, nuez moscada, piel de limón y de naranja, cilantro, clavo, moras, tomillo, canela, hibisco, genciana y sauco. El blanco, por otro lado, se caracteriza por tener salvia, cardamomo, piel de naranja y de limón, cilantro, clavo, menta, laurel, salicornia, hierba luisa, genciana y sauco.

Povarelo: Es un vermú premium elaborado con albariño y macerado durante 150 días en botella con hierbas aromáticas y especias en el caso del rojo y 100 días en el del blanco. La marca ourensana describe su producto como "gallego, artesanal, moderado y desenfadado" y es óptimo para tomar el aperitivo.

Petroni: Esta vermutería selecciona uvas Albariño de Val de Padrón para llevarlas directamente a la bodega y, ya en la destilería, macera botánicos autóctonos salvajes y pimiento de Padrón de la Denominación de Origen Protegida Pemento de Herbón con alcoholes puros y de gran calidad. El producto surgió gracias a la idea de elaborar un vermú de Albariño y, tras varios ensayos en los viñedos Rosalianos del Pazo Arretén (Padrón), en 2014 comenzó a cosechar éxitos.

La marca describe su vermut vermello como una "explosión de frescura atlántica" para el que selecciona ajenjo, hojas de laurel, menta, hierba luisa, pulpas de limón y pieles de naranja dulce y amarga, entre otros. "Quien cierra los ojos y huele Petroni, siente el verde de Galicia", recoge la marca sobre su vermú branco. Este producto lleva ajenjo, hojas de laurel, pimientos DOP Pemento de Herbón-Padrón, flor de naranjo, piel de naranja amarga y pulpas de limón verde, además de otras hierbas y botánicos anclados en la cultura gallega.

La Fabulosa: Esta marca tiene su sede en Santiago de Compostela y asegura que la elaboración de su vermús se hace siguiendo una receta tradicional de 1914 con base de vino de uva autóctona de godello y otra de sauvignon blanc, a los que se le añade, entre otros, vainilla, ajenjo o naranja. La firma gallega comercializa su producto en botellas, en cajas de cinco o diez litros o como kit de vermú, en el que se incluye un bote de aceitunas.

Mixology: Este vermut del Fogar do Santiso (con sede en Santiago de Compostela) está elaborado con una base de vino ecológico en el que se maceran 21 hierbas. Se recomienda tomarlo con hielo y acompañado de una rodaja de naranja y limón y, además de poder comprarlo embotellado, también lo sirven los restaurantes distribuidos en varios municipios, entre ellos el de Oleiros (A Coruña).

Otros vermús de calidad y gallegos que se comercializan actualmente son Lagarizza, una marca de la bodega Finca Míllara de la Ribeira Sacra, y Entroido, de la bodega Val Miñor en las Rías Baixas. La coruñesa Hijos de Rivera también tiene su propio producto: Vermut Rivera.

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