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El edil de Santiago José Manuel Pichel dimite por el alquiler de una nave vinculada a él

Apenas 48 horas después de la denuncia de Compostela Aberta, el concejal ha decidido apartarse para que "no se cuestione la honorabilidad" del gobierno local
El concejal José Manuel Pichel en rueda de prensa
Europa Press
El concejal José Manuel Pichel en rueda de prensa

Tras la explosión del caso el pasado lunes por las denuncias de Compostela Aberta, el concejal de Santiago José Manuel Pichel, acusado de beneficiarse del alquiler de una nave en el polígono de Costa Vella vinculada a él y su empresa Gaia, ha decidido presentar su dimisión.

El Ayuntamiento de Santiago habría abonado más de 90.000 euros desde que los servicios de la concejalía salieron de donde estaban situados, en la antigua estación de autobuses, hasta la nave propiedad de Desproi. Cabe recordar que la denuncia inicial de CA señalaba que esta decisión se había tomado por adjudicación directa, sin proceso de licitación, y que la alternativa planteada por el gobierno local de desplazar los servicios al recinto de Amio no se había efectuado.

El edil en rueda de prensa ha anunciado su decisión esta mañana a pesar de tachar las informaciones de la oposición en el Pleno como "falsas" y de "claro tinte electoralista". Pichel ha reconocido que "cometió un error considerable", por "no haber comunicado al alcalde ni al resto de la Xunta de Goberno" que es accionista de la empresa a la que su departamento alquila la nave.

Con todo ha señalado que lo hizo "sin mala fe" y sin "ninguna intención de ocultar". Ha justificado la dimisión indicando que no quiere que "se cuestione la honorabilidad" del gobierno local.

La oposición considera que el problema no está solucionado

La dimisión del concejal llega después de la petición por parte del Partido Popular, que ayer en rueda de prensa, pidió que se cesara al titular del departamento de Medio Rural. En declaraciones a medios, el portavoz José Antonio Constenla, también había señalado al alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, como responsable de la crisis.

La reacción del resto del Pleno ante la decisión de Pichel no se ha hecho esperar. Goretti Sanmartín, portavoz del grupo BNG, ha señalado en un comunicado que la situación "evidencia tamén a falta de ética, as corruptelas e os favoritismos nunha situación esperpéntica que recorda tempos pasados na xestión do Concello de Santiago, cun concelleiro que marcha do Goberno local e pasa a ser non adscrito e outro dimitido por irregularidades na contratación, falta de transparencia e favoritismo".

Para los nacionalistas, Bugallo es " responsábel directo" de la situación y "non pode ocultarse detrás desta dimisión". "É cómplice da falta de control do diñeiro público, que é unha obriga inescusábel das administracións que deben ser exemplarizantes a respecto da libre concorrencia e no carácter público das contratacións, sen favorecer persoas nin empresas e fuxindo de conceder os chamados contratos a dedo", añadió Goretti Sanmartín.

Por su parte, Compostela Aberta, que había iniciado el proceso de denuncia, indicó que "a dimisión de José Manuel Pichel era a única saída posible, pero non resolve as moitas dúbidas". Para su portavoz, María Rozas, la decisión de Pichel llega tarde y no cierra un proceso en el que están implicadas muchas personas de la administración local. Señala también al alcalde, "que hoxe desde Madrid fala dun erro
grave de Pichel, ao que onte defendía, tamén atacando a Compostela Aberta nunha actitude que
evidenciou que non tiña argumentos a favor do seu concelleiro
".

Segunda crisis de Gobierno en menos de dos meses

La dimisión de Pichel es la segunda del gobierno encabezado por Sánchez Bugallo en cuestión de meses. La primera había sido la del edil de obras, Javier Fernández, que renunció al cargo tras el trasvase de las competencias de centros socioculturales a la concejalía de Urbanismo y Acción Cultural.

Aunque entonces el alcalde había señalado que la decisión se tomó durante el verano, Fernández argumentó que ya le había avisado que en caso de quitarle competencias se iría. Tras su dimisión, el concejal se dio de baja del PSOE y pasó a formar parte del grupo de no-adscritos, una acción que entonces el grupo socialista calificó como "falta de lealtad".

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