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6 bosques que no te puedes perder en Galicia

Nos vamos de ruta por los montes más fascinantes de la comunidad gallega
Fragas do Eume
Fragas do Eume
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Galicia es mar y montaña. El azul del agua que baña sus costas es cautivador, pero el verde de los montes que dibujan su paisaje es, simplemente, único. La belleza de los bosques de Galicia enamora a cualquier que tenga la suerte de adentrarse en ellos.

Poco después del 21 de marzo, Día Internacional de los Bosques, queremos dar un paseo por algunos de los montes más fascinantes de Galicia. ¿Te apuntas? En nuestro ruta recorreremos seis de esta bellezas verdes de la naturaleza.

Fragas do Eume (A Coruña)

Imagen de las Fragas do Eume

Es uno de los parques naturales más conocidos de Galicia. Situado muy próximo a Pontedeume (A Coruña), las Fragas do Eume son uno de los espacios naturales protegidos más importantes de Galicia, con sus más de 9.000 hectáreas a la ribera del río Eume. 

Están consideradas como uno de los mejores ejemplos de bosque atlántico de toda Europa. Destaca por su vegetación en la que nos encontramos carballos, castaños o abedules; y su fauna, también muy variada, la forman desde el azor, el búho, el halcón... hasta mamíferos como la nutria, el corzo, el ciervo o el zorro. 

Es muy recomendable hacer a pie cualquier de las rutas de senderismo que nos adentran en estas maravillosa Fragas do Eume.

Serra do Xurés (Ourense)

Serra do Xurés

Sus más de 30 mil hectáreas sitúan al Parque Natural do Xurés como uno de los más extensos de Galicia. Situado en la Baixa Limia, entre la frontera frontera con el vecino Portugal, se un bello paraje que esconde un rico patrimonio cultural y etnográfico. Y es que dace más de 2000 años, una importante ruta de comunicación cruzaba estos bosques. Se trataba de la Vìa Nova, que aún conserva sus miliarios, construida por los romanos para unir Astorga y Braga.

El verde de sus montes se funde con el azul de sus cascadas. Sin duda, un paisaje que merece ser recorrido a pie para no perderse ningún detalle de su espléndida belleza.

Bosque da Fervenza (Lugo)

El centenario bosque da Fervenza es un bosque autóctono que el río anega periódicamente, lo que permite disfrutar de un paisaje singular: las lagunas que conforma el agua del río reflejan la sombra de los robles centenarios.

El bosque da Fervenza se ubica en el curso alto del río Miño, a apenas 15 kilómetros de Lugo, y forma parte de la Reserva de la Biosfera de las Terras do Miño.

Su buen estado de conservación le permite ser uno de los bosques de inundación más importantes que quedan en España.

Bosque de Colón (Pontevedra)

Bosque de Colón, en Poio

En Poio (Pontevedra) nos encontramos con el bosque de Colón, considerado uno de los mayores bosques de secuoyas rojas de toda Europa. Las más de 2 hectáreas de terreno en los que se levantan 450 ejemplares de esta especie no pasan desapercibidas.

Este bosque guarda una historia, y sus ejemplares de secuoyas son un regalo que, en el año 1992, el gobierno de Estados Unidos hizo al municipio pontevedrés para conmemorar el quinientos aniversario del descubrimiento de América.

Fraga de Catasós (Pontevedra)

A las afueras de Lalín (Pontevedra) se esconden robles y castaños centenarios. Este bosque centenario, considerado Monumento Natural, presume de tener algunos ejemplares que superan los 30 metros de altura. Están considerados los mejores ejemplares de castaños centenarios de Europa. Se plantaron a comienzos del siglo XIX en la propiedad del pazo de la familia Quiroga, emparentados con doña Emilia Pardo Bazán que pasó temporadas en esta casa.

A pesar de que es un bosque pequeños, ofrece varias rutas de senderismo que son perfectas para hacer en familia.

Serra da Enciña da Lastra

En la Comarca de Valdeorras, al este de Ourense, y haciendo de frontera natural con la vecina Castilla y León se encuentra el Parque Natural Serra da Enciña da Lastra. Es un espacio natural extraordinario por su especial clima de tipo mediterráneo, sus suelos calizos y el protagonismo de un árbol con historia propia, la encina.

Se dice que el parque toma su nombre por la abundancia de encinas, pero también por la existencia de un antiguo ejemplar de enormes dimensiones que antaño servía de guía a los viajeros que transitaban sus caminos.

Además de tener una vegetación peculiar, en Enciña da Lastra habita también una fauna muy atípica. El parque puede recorrerse fácilmente en coche, pero también es posible hacer varias rutas a pie, entre las que sobresalen la Ruta por el Valle del Sil que parte de Vilardesilva y la Ruta a la Ermita de Santo Estevo, que parte del área de descanso de Pardollán. 

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