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Los incendios en Galicia devastaron un área semejante a la suma de sus siete principales ciudades
Vigo, A Coruña, Pontevedra, Ourense, Lugo, Ferrol y Santiago de Compostela suman un total de 98.300 hectáreas; y 88.920 hectáreas fueron las que se llevó consigo el fuego. Tan solo unas 10.000 de diferencia
Más información: Galicia arde sin descanso: ocho focos activos, dos nuevos, y 88.000 hectáreas consumidas
Los incendios forestales que han asolado Galicia estas últimas semanas de verano dejaron tras de sí un balance devastador. Según los datos de la Xunta, la superficie quemada asciende a 88.920 hectáreas, lo que supone el 3,01% del territorio gallego.
Una cifra que, para dimensionar su magnitud, equivale prácticamente a la suma del terreno ocupado por las siete principales ciudades de Galicia, que juntas alcanzan las 98.300 hectáreas. Apenas 10.000 hectáreas de diferencia separan lo que las llamas se llevaron del suelo que abarcan Vigo, A Coruña, Pontevedra, Ourense, Lugo, Ferrol y Santiago de Compostela.
La comparación resulta aún más impactante si se pone en perspectiva con la extensión total de la comunidad: Galicia cuenta con 2.957.500 hectáreas, de modo que la superficie calcinada representa el 3,01% del territorio gallego, mientras que las siete urbes antes mencionadas suponen el 3,32% del total.
En otras palabras, lo quemado este verano es casi el equivalente a que todas las grandes ciudades gallegas hubiesen quedado reducidas a cenizas.
Un verano negro para Galicia
Más allá de los números, la tragedia se mide en las personas afectadas. Las llamas arrasaron viviendas, negocios y explotaciones agrarias y ganaderas, dejando a numerosas familias sin techo, sin trabajo y sin sus animales.
Vecinos que lo perdieron todo en cuestión de horas ven ahora cómo su vida entera se reduce a escombros, obligados a empezar de cero. Sobre todo la provincia de Purense. la más castigada por las llamas.
En los últimos días, la situación se recrudeció con varios grandes focos que se extendieron rápidamente debido al viento y las altas temperaturas.
Los incendios avanzaron por distintas comarcas, obligando a desalojos y a la intervención de centenares de brigadistas, motobombas y medios aéreos.
Galicia, en estado de alerta
La magnitud de esta ola de incendios ha dejado en evidencia la vulnerabilidad del territorio gallego frente al fuego. Situación que animó a miles de personas a salir a las calles el pasado jueves a modo de protesta contra la gestión de la Xunta.
Por su parte, el gobierno autonómico ha señalado que se trata de una de las campañas más duras de los últimos años, con un número de hectáreas arrasadas que devuelve a Galicia a cifras que no se registraban desde 2006.
Mientras tanto, las comunidades afectadas intentan recuperarse de un verano marcado por el humo. Un verano en el que Galicia ardió casi tanto como si todas sus ciudades hubiesen desaparecido bajo las llamas.
Últimos datos de la Xunta
Tres incendios permanecen activos en Galicia al término de la jornada del sábado, tras estabilizarse tres de los grandes fuegos que arrasan Ourense desde la semana pasada y uno iniciado en la localidad pontevedresa de Vilaboa el jueves.
En las últimas 24 horas, la Consellería do Medio Rural, que actualiza cifras de incendios de más de 20 hectáreas, tampoco ha informado de ninguno nuevo.
Entre los tres incendios activos (Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso y Carballeda de Valdeorras, en Ourense; y Carballedo, en Lugo) suman alrededor de 22.050 hectáreas. Esta cifra se eleva hasta las 88.920 hectáreas en el caso de todos los fuegos aún sin extinguir, en base a las cifras trasladadas por la Xunta de Galicia.