Daniel Vázquez, del Breen's Tabern y Javier Pastorizo de El Tequeño

Daniel Vázquez, del Breen's Tabern y Javier Pastorizo de El Tequeño Quincemil

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A Coruña

Hosteleros de A Coruña responden a la normativa de terrazas: "Necesitamos alternativas para el invierno"

La nueva ordenanza municipal, que entrará en vigor antes de fin de año, también plantea un modelo distinto para María Pita, donde se sustituirán las "peceras" por estructuras con toldos retráctiles

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Esta mañana, muchos hosteleros se despertaron con la noticia de que la normativa sobre terrazas cambiaría en la ciudad. Algunos, una minoría, ya lo sabían desde ayer, tras la reunión mantenida entre el Concello de A Coruña y los empresarios para abordar el futuro de la parte exterior de sus negocios, después de años de incertidumbre.

La nueva ordenanza impondrá, antes de que termine el año, un nuevo modelo de terrazas para los hosteleros. Por una parte, están los casos de las terrazas que surgieron durante la pandemia, cuando se permitió utilizar plazas de aparcamiento para instalar mesas. Por otra, las de la plaza de María Pita, que seguirán una normativa distinta, tras vencer la concesión de las peceras. 

Los primeros deberán elegir entre la acera o la plaza de aparcamiento. Es decir, si antes tenían las mesas en la acera y, durante la pandemia, aprovecharon para montar otra terraza en la calzada, deberán optar por una de las dos. Es el caso, por ejemplo, de Pandelino, en la calle Rosalía de Castro.

Calle Rosalía de Castro

Calle Rosalía de Castro Quincemil

Desde un principio, este local utilizaba la acera para dar continuidad a su negocio en el exterior. Pero tras la pandemia, cuando se fijaron normas como el distanciamiento de seguridad, se acogieron al plan del Concello que permitía instalar terrazas en plazas de aparcamiento, y ahora cuentan con ese espacio adicional en la vía pública. "Nosotros nos quedaremos así como estamos", explica el encargado.

Vencimiento de la concesión en María Pita

Por otra parte, está el asunto de las terrazas de María Pita. Desde que caducó la concesión en 2022, todavía no se había determinado qué pasaría con las llamadas "peceras", que durante 20 años habían permitido a los negocios de la plaza mantener su actividad en el exterior.

Finalmente, en la reunión de ayer, se propuso un modelo de terrazas similar al de Donostia-San Sebastián. Con ello, el Concello pretende instalar nuevas estructuras autoportantes con toldos a dos aguas, que puedan desplegarse y recogerse.

Terrazas en Donostia

Terrazas en Donostia Cedida

"La semana que viene nos volveremos a reunir con el Concello para buscar otras posibilidades. No es nada definitivo", asegura Javier Pastoriza, uno de los dueños de El Tequeño junto a sus padres. Él estuvo presente en la reunión y pudo escuchar la propuesta municipal, aunque confiesa que no le convence del todo: "El 95 % de la clientela que tenemos se sienta en terraza. Necesitamos alternativas para el invierno".

Javier Pastoriza, dueño de El Tequeño

Javier Pastoriza, dueño de El Tequeño Quincemil

El modelo planteado no ofrece las mismas garantías para afrontar el invierno que las antiguas peceras. "¿En invierno quién se va a sentar fuera? Esos toldos no van a soportar el viento ni la lluvia que tenemos aquí", señala el dueño de La Penela, en María Pita. En su caso, todo su mobiliario es de madera y utiliza manteles tanto dentro como fuera: "Tendríamos que cambiar de mesas y montar y recoger todos los días para abrir".

Terraza de La Penela

Terraza de La Penela Quincemil

No apoya el modelo propuesto inspirado en Donosti, aunque reconoce que tampoco era un gran admirador del anterior: "No me gusta, pero al menos el anterior resguardaba de las inclemencias meteorológicas".

Empleados de temporada

En eso coincide Javier Pastoriza: "Esta terraza nos permitía conservar el mismo equipo de trabajo todo el año. No quiero tener empleados de temporada, eso no va con nosotros".

En el caso del Breens Tabern, Daniel Vázquez, encargado desde hace más de 14 años, llegó a María Pita cuando las peceras ya estaban instaladas y en 2022 se enteró del fin de la concesión. "No quiero ser tan catastrófico", comenta. Se muestra abierto a lo que venga, aunque reconoce que tiene muchas dudas. La principal: "No sabemos si vamos a tener el mismo número de mesas o menos".

Es cierto que el éxito de las peceras es innegable. “Los días de lluvia se llenan”, afirma. En su caso, aún no saben si podrán mantener la misma plantilla, si contarán con cortavientos o calefactores, ni si estos deberán ser instalados por ellos o por el Concello.