Dolores Vázquez.

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¿Quién es Dolores Vázquez, la gallega condenada injustamente por el caso Wanninkof?

La mujer natural de Betanzos ha vivido en su propia piel una de las injusticias más sonadas del sistema judicial español: pasó 7 meses en la cárcel por un crimen que no había cometido

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Vidas sesgadas de varias mujeres jóvenes, más de 500 días en prisión por un crimen no cometido y un juicio sin pruebas incriminatorias. Estos podrían ser los ingredientes perfectos para una serie de suspense que atrapa a miles de espectadores como otras tantas emitidas en plataformas como Netflix, pero lejos de eso son los factores clave que marcaron para siempre la vida de la betanceira Dolores Vázquez.

La gallega es conocida por muchos por su dura historia, ya que es la persona que fue injustamente condenada por el mediático caso Wanninkof. Los hechos se remontan a 1999 pero colean hasta hoy.

Desgraciadamente, en octubre de aquel año fue asesinada en Mijas (Málaga) Rocío Wanninkof, una joven que en aquel momento tenía 19 años y que nunca llegó a su casa a cambiarse para la feria de Fuengirola a la que iba a acudir esa noche tras pasar un rato aquella tarde en casa de su novio.

La casa de él y la casa de ella estaban separadas por medio kilómetro, pero esa corta distancia nunca pudo ser completada por la joven porque alguien se cruzó en su camino y le arrebató la vida de la peor manera. Su cuerpo apareció un mes después en una localidad de Marbella desnudo, con casi una decena de puñaladas y envuelto en plásticos.

Este hallazgo supuso un mazazo para la familia, amigos y entorno de la chica, en cuya búsqueda hubo un gran despliegue de medios poco antes visto hasta aquel momento y en el que se implicaron la Guardia Civil, numerosos voluntarios, Protección Civil y otros cuerpos de seguridad que llevaron a cabo una búsqueda incesante durante más de 30 días desde la Cala de Mijas hasta Tolox.

Tras mucho dolor y confusión por lo ocurrido, se sucedieron días en el que el círculo más íntimo de la joven hizo públicas sus sospechas sobre que el culpable del asesinato era alguien que conocía bien a la joven y en septiembre del 2000 fue detenida Dolores Vázquez, a quien en aquel momento apuntó como responsable su propia expareja y a la vez madre de la fallecida, Alicia Hornos.

La progenitora mantuvo durante mucho tiempo esta teoría, incluso tras conocerse la identidad del verdadero asesino y existir pruebas al respecto como pudo verse en varios formatos audiovisuales emitidos sobre este caso en los últimos años.

El discurso del odio y acusaciones sin fundamento ni pruebas concretas se vertieron en todo tipo de medios contra la gallega, contagiando de este sentimiento a la opinión pública, que no contemplaba otra identidad para el asesino de Rocío que la de Dolores. El tiempo se encargó de demostrar que la verdad de lo ocurrido no tuvo que ver con ella.

Condena de 15 años

La imagen seria de Dolores junto al hecho de ser lesbiana no le ayudaron a limpiar su imagen ni a defender su inocencia en aquel momento: a todas las acusaciones infundadas se unieron los prejuicios de la sociedad de los 90.

Más de una veintena de meros indicios y ninguna prueba concluyente durante un juicio que se alargó más de dos semanas dieron como resultado, a pesar de las evidencias presentadas por Dolores Vázquez de dónde y con quién estuvo esa noche, (incluso presentando facturas telefónicas con llamadas a horas concretas en las que se supone que se cometió el crimen) que la gallega fuera condenada por el asesinato de la jovena 15 años de cárcel y a pagar una indemnización a la familia de 18 millones de pesetas.

Durante el proceso, Vázquez vio cómo los argumentos contra ella se basaban en retratarla como una "amante celosa" y le achacaban el rechazo hacia Rocío, hija de su expareja, al supuestamente considerarla culpable de la ruptura entre ambas.

Dolores Vázquez.

Dolores Vázquez.

Tras negar en rotundo esta teoría, la gallega alegó que la noche del asesinato estaba en su casa con su madre y una sobrina a su cargo y la Guardia Civil presentó un informe en el que se concluía que el resultado de la comparación de las huellas de Dolores con las encontradas en la bolsa de basura en la que fue introducida el cadáver de Rocío era negativo y no se correspondían.

A pesar de todo, el jurado popular declaró culpable a Vázquez aunque no de manera unánime, porque dos de nueve miembros del jurado defendieron su inocencia.

La gallega no quiso dejar que las cosas quedaran así y que su nombre y dignidad quedasen manchados cargando ese crimen a sus espaldas, por lo que su abogado presentó un recurso contra la sentencia al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que en 2002 anuló la sentencia y ordenó un nuevo juicio.

Ese mismo año la gallega salió de la cárcel previo pago de una fianza de 30.000 euros y tras siete meses privada de libertad.

La historia se repite: asesinato de Sonia Carabantes

El tiempo siguió pasando, aunque para la familia Wanninkof se haya quedado el reloj parado de por vida en aquella noche de octubre de 1999. En 2003, la historia tristemente volvió a repetirse con el asesinato de Sonia Carabantes.

La joven perdió la vida una noche de agosto de ese año cuando volvía de la feria de Coín (Málaga). Su cuerpo fue encontrado sin vida un mes después con más de 30 lesiones que los forenses determinaron que le produjeron una dolorosa agonía antes de ser asfixiada por su asesino.

Tras el análisis del cadáver de la joven, que tras el tiempo transcurrido hasta su hallazgo presentaba síntomas de descomposición que impidieron confirmar si fue abusada sexualmente, apareció en esta historia un sospechoso: Tony Alexander King.

Su ADN fue encontrado bajo las uñas de Sonia y en un cigarrillo depositado junto al cuerpo de Rocío y el agresor sexual fue detenido en septiembre de 2003 en Alhaurín El Grande (Málaga), reconociendo ser el culpable de ambos asesinatos.

Este hecho propició que se suspendiese el nuevo juicio al que se iba a someter Dolores Vázquez y que automáticamente quedase exculpada por la justicia, aunque tuvo que librar una última lucha por su nombre y con la opinión pública porque el asesino de las jóvenes intentó implicar a un amigo suyo y a Dolores en las muertes.

Dolores Vázquez cuenta en un documental de HBO Max la verdad sobre el caso Wanninkhof.

Dolores Vázquez cuenta en un documental de HBO Max la verdad sobre el caso Wanninkhof.

La condena para el verdadero culpable de los asesintos fue de 19 años por la muerte de Rocío y de 36 por la muerte de Sonia, unido a siete años más por un intento de violación a una mujer en 2001 en Benalmádena. Hasta 2059 no será libre y antes de los hechos era ya bien conocido por la policía de Reino Unido a causa de sus numerosos antecedentes.

Concretamente, estuvo encarcelado una década en su país antes de trasladarse a España por estrangulamiento a cinco mujeres, obtuvo la condicional en el 91 y en el 95 regresó un breve período por un atraco con pistola. En todo este asunto, es relevante la conclusión de que en el asesinato de Wanninkof al parecer participaron otras dos personas de las que se desconoce su identidad a día de hoy.

Asimismo, encontrar al responsable de los asesinatos reparó en cierto modo parte del dolor inmenso de las familias de ambas jóvenes al ponerle cara a su asesino y también el de Dolores Vázquez al quedar demostrado con pruebas contundentes unidas al testimonio de Alexander King que ella no había tenido ningún tipo de participación en los hechos.

Por todo ello, la gallega solicitó una indemnización por lo vivido injustamente, aunque el daño personal y a su imagen es prácticamente irreparable. A día de hoy, en marzo de 2025, no ha recibido nada por parte de la justicia española, la misma que la condenó y encarceló injustamente.

Regreso a Galicia y homenaje

Desde hace años, Dolores Vázquez vive en su Galicia natal y pronto estará en primera línea de la actualidad de nuevo pero por un motivo muy diferente: el reconocimiento de Betanzos (A Coruña) a su figura con el XVII premio Úrsula Meléndez de Texeda.

La decisión fue adoptada por la Comisión Municipal de Nomenclátor, que aprobó por unanimidad entregarle este reconocimiento a propuesta del grupo municipal socialista. El galardón pone cada año en valor la figura de la mujer dentro de los actos conmemorativos del 8 de marzo.

Casco histórico de Betanzos, A Coruña.

Casco histórico de Betanzos, A Coruña. Shutterstock

El ayuntamiento señaló recientemente en un comunicado que "nunca será suficiente" lo que se haga para resarcir a Dolores Vázquez de lo que "sufrió y del trato que recibió por la sociedad".

"Padeció una situación y un trato injusto que, pasados los años, creemos que tiene que servir para hacer reflexionar a mucha gente", aseguró la alcaldesa, María Barral. A su vez, la regidora espera que este premio sirva "por lo menos" para reconocer lo injusta que fue la sociedad con la vecina de Betanzos, "aunque sea de forma simbólica".

Revivir lo ocurrido en la gran pantalla

La serie documental Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof, estrenada en 2021 en HBO Max, es la primera vez que la gallega habló abiertamente de lo ocurrido con la periodista Toñi Moreno. Seis episodios en los que se abrió en canal sobre lo vivido y sufrido y en los que invita a los espectadores a ponerse en su piel.

Un formato audiovisual especialmente importante en el caso dado que por primera vez tras el juicio, encarcelamiento y justa libertad de Vázquez se da cabida a las dos versiones y testimonios principales de dos protagonistas clave de la historia: la propia Dolores y la madre de Rocío, Alicia Hornos, quienes pasaron juntas 11 años de sus vidas.