1 octubre, 2023 02:30

En el antiguo barrio judío de Sevilla se erige de forma majestuosa la Casa de Pilatos, emblema de los Medinaceli, la casa ducal más importante de nuestro país cuyo linaje se remonta al último tercio del siglo XIV cuando el rey Enrique II de Castilla creó el título de Medinaceli para Bernard de Béarn. Al principio se trataba de un condado. En 1459 los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando II de Aragón, elevaron al V conde al rango de duque.

En la actualidad, Victoria Elisabeth von Hohenlohe-Langenburg (26) es la XX duquesa de Medinaceli desde que hace diez años falleciera su bisabuela, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, XVIII duquesa de Medinaceli -conocida cariñosamente como Mimí- y hace siete muriera su padre, Marco, a quien estaba muy unida.

El próximo 14 de octubre la joven que ostenta la mayor cantidad de títulos nobiliarios del mundo se casará en la iglesia de San Miguel de Jerez con Maxime Corneille, un apuesto joven de ascendencia francoargentina quien desde hace algo más tres años trabaja en Arcano Partners, una firma independiente especializada en el asesoramiento financiero y gestión de activos a nivel internacional.

Desde un punto de vista académico hizo el bachillerato francés en la Ecole Jeannine Manuel (2007-2015), está graduado en Ciencias Económicas y Finanzas por la Universidad Bocconi de Milán -fundada en 1902 lo que la convirtió en la primera entidad italiana en ofrecer esta titulación- y un máster en Gestión Empresarial con la especialidad de Finanzas e Inversiones en la IB Business School de Madrid, considerada una de las mejores escuelas del planeta. Aunque en breve será el consorte, por el proceso de celebridad atribuida Máxime se convertirá en el hombre más destacable desde un punto de vista nobiliario.

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A este respecto no hay que confundir tener más títulos con influencia y riqueza ya que, de largo, les supera otro joven aristócrata íntimamente ligado a la corona británica, Hugh Grosvenor, VII duque de Westminster (32) que dará el ‘sí, quiero’ a su novia plebeya Oliva Henson el 7 de junio de 2024 en el condado inglés de Cheshire, vinculado a los Grosvenor desde hace seis siglos.

Discreción absoluta.

Impenetrable. Por primera vez desde hace décadas la prensa española ha sido incapaz de penetrar en la intimidad de la duquesa de Medinaceli quien, por cierto, no se relaciona apenas con sus parientes.

Ni tan siquiera con su tía Naty Abascal, que vive a dos portales en el barrio de Chamberí. Las pocas fotos existentes de la joven son de enlaces de algunos de los jóvenes de la Casa de Alba y poco más.

No va a la inauguración del Teatro Real, tampoco comparte cacerías con los de su sangre y prácticamente ni se molesta en comunicarse vía telefónica con sus primos carnales. Eso sí, protege fehacientemente a su hermano pequeño. La única persona en la que confía es en Gonzalo Prado Pardo-Manuel de Villena, XIV marqués de Castiglione de Aragón, íntimo amigo de su padre que gestionó el dinero de Marco tras las secuelas producidas por un accidente de moto. Y justamente es en la finca Salto al Cielo a las afueras de Jerez de la Frontera propiedad de su esposa, Mercedes López de Carrizosa y Caballero, donde la aristócrata celebrará su enlace.

Confirmaciones

Según nos cuenta una de las invitadas a la boda, Victoria está llamando personalmente desde hace unos meses para que le confirmen la asistencia para montar las mesas adecuadamente. Victoria es infranqueable y jamás ha concedido una entrevista. De hecho, por no saberse ni se sabe dónde ha estudiado. "Es una joven que no ha hecho sociedad", asegura el historiador Ricardo Mateos, experto en monarquías y nobleza europea con libros publicados como 'Alfonso y Ena', 'La boda del siglo, Nobleza obliga' o 'La familia de la reina Sofía'.

Victoria de Hohenlohe, en la imagen junto a su hermano Alexander, es la noble más titulada del mundo.

Victoria de Hohenlohe, en la imagen junto a su hermano Alexander, es la noble más titulada del mundo. Gtres

La filtración en la Casa Medinaceli es imposible. La única información relevante a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL| PORFOLIO es por parte de una invitada tremendamente allegada a la novia que en una conversación distendida confesó a uno de sus interlocutores que el novio no parecía entusiasmarle y que le iba a convidar a una copa para conocerlo y que juzgara por sí mismo, así que eso demuestra que su valoración no era especialmente alta. Además, esta persona consultada por este medio que está conectada con los grandes aristócratas de nuestro país asegura que "nadie sabe nada".

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La XX duquesa de Medinacelii está triste. Pero noblesse oblige y no muestra sus sentimientos. Como la persona con más alto rango de la Casa de Medinaceli tendría que casarse en Casa de Pilatos -parte del rodaje de Lawrence de Arabia se realizó allí y el rey Fahd de Arabia llegó a alojarse-, pero su tío, Ignacio Medina y Fernández de Córdoba, XIX duque de Segorbe y único vástago con vida de Mimí, se lo ha impedido.

También se ha opuesto a que lo hiciera en el pazo de Oca (Pontevedra). ¿El motivo? Ambas son propiedades de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, entidad cultural privada fundada en 1978 que tal como rige en su web oficial, tiene como objetivo "conservar, restaurar, reintegrar, estudiar, promover y difundir el patrimonio histórico tanto material (inmueble, mueble y documental) como inmaterial (tradiciones, devociones, rituales, ...) vinculado, a través del tiempo, a su Casa. Dotada incialmente con el patrimonio histórico de la fundadora, donado en el momento de su constitución, a lo largo de sus más de veinticinco años de existencia ha crecido, tanto por la adquisición de bienes históricamente vinculados a la Casa de Medinaceli, como por la fusión con otras fundaciones cuyo patronato ejercía esta Casa Ducal.

El pleito

En vida, Mimí, XVIII duquesa de Medinaceli nombró presidente de la Fundación a su hijo Ignacio, que es quien maneja todo el cotarro en la actualidad. A raíz de ello, cuatro nietos y dos bisnietos de la aristócrata fallecida a los 96 años en 2013 iniciaron un pleito contra el duque de Segorbe al considerar que no se habían beneficiado con la legítima.

Mimí dejó un testamento en 2003 ratificado nueve años más tarde en el que su intención era equiparar a sus cuatro vástagos por igual, pero al fallecer tres de ellos -Ana, marquesa de Navahermosa; Luis, duque de Santisteban del Puerto y Rafael, duque de Feria-, los hijos de estos iniciaron todos los trámites legales para que se llevara a cabo una repartición equitativa.

Entre los enemigos del duque de Segorbe se encuentran dos bisnietos, Victoria y su hermano Alexander de Hohenlohe, XIV duque de Ciudad Real (24) y cuatro nietos, Rafael, XX duque de Feria (45) y Luis, XX marqués de Villalba de Medina Abascal (43) hijos de la socialité Naty Abascal (80) y las hermanas Victoria Francisca, X duquesa de Santisteban del Puerto (36) y Casilda de Medina, XVI marquesa de Solera (34). Los otros dos nietos de Mimí, Pablo y Flavia de Hohenlohe -tíos de Victoria, XX duquesa de Medinaceli- no se unieron a estos líos judiciales.

A raíz de todo esto, a comienzos de 2021 el duque de Segorbe les echó del patronato de la Fundación. En noviembre de ese mismo año el magistrado decidió no ir a juicio y en la vista de la sentencia celebrada en diciembre quedó patente que cada uno de los demandantes tenía derecho a recibir una cuota de la legítima. Cada uno de los nietos obtuvieron un 12,5 por ciento que, traducido en dinero, equivalía a 4.119.095 euros, mientras que a los dos bisnietos les correspondía un 4,17 por cierto, es decir, 1.373.031 millones de euros.

Independientemente del dinero, otra de las pretensiones del duque de Segorbe era quedarse con todos los títulos de la Casa, excepto el del ducado de Medinaceli ya que se ostenta por primogenitura y, en este caso, Ignacio era el pequeño. Por tanto, Victoria Elisabeth von Hohenlohe-Langenburg ostenta actualmente 43 títulos, diez de ellos acompañados por Grandeza de España, la designación más alta que puede ostentar un noble después del de infante o infante, reservado para los hijos de los soberanos.

Además de ser XX duquesa de Medinaceli, los otros títulos con Grandeza son XVII duquesa de Alcalá de los Gazules, XV duquesa de Camiña, V duquesa de Denia, V duquesa de Tarifa, XV marquesa de Aytona o XVIII marquesa de Camarasa, entre otros tantos.

Lejos de que todo haya amainado, en la Casa de Medinaceli todavía hay mucho lío y el duque de Segorbe se lo está comiendo todo. El aristócrata estuvo casado unos meses de 1976 con la diseñadora María de las Mercedes Maier y Allende y posteriormente volvió a contraer matrimonio con la princesa María de la Gloria de Orleans Braganza (76), princesa de Brasil y prima hermana del emérito. La pareja es muy puntillosa en cuestión de protocolo y parte del año residen en un palacio ubicado en Venecia. La princesa estuvo casada con Alejandro de Serbia (78), jefe de la Casa Real de Karadjorjevic y pretendiente al trono de Yugoslavia. El año pasado, en Casa de Pilatos, su hijo Peter renunció a los derechos en favor de su hermano Felipe.

La tragedia

Que la XX duquesa de Medinaceli haya hecho poca vida social tiene una trágica explicación. Pocos meses después de que sus padres se casaran, Marco de Hohenlohe sufrió un terrible accidente de moto contra la mediana de la carretera que une Estepona con Marbella. Durante el trayecto, el joven conducía en paralelo al coche en el que viajaba la atractiva danesa Nina Wendelboe-Larsen, esposa del ex playboy Philippe Junot, primer esposo de Carolina de Mónaco, que iba gastando bromas al aristócrata. Desde que sufriera el accidente en septiembre de 1996 que le dejó en coma durante bastante tiempo y que posteriormente le provocó graves secuelas, Nina jamás se interesó por él. Así lo manifestó el XIX duque de Medinaceli en una entrevista.

A causa de su condición, su matrimonio con Sandra Schmidt-Polex se resintió, por lo que se divorciaron en 2004. Sus hijos, Victoria y Alexander pasaron gran parte de su infancia y adolescencia en Alemania, donde eran unos perfectos desconocidos. Viajaban a España de tanto en tanto para ver a Marco, a quien Victoria estaba muy unida emocionalmente, pero no tenían tiempo de frecuentar en demasía los círculos aristocráticos. Como mucho, lo hacían en Sevilla, pero no en la alta sociedad de Madrid.

A pesar de que los Medinaceli tienen sangre real de la Casa de Castilla, no tienen casi relación con los Borbones "ya que estos han mantenido mucho las distancias con este tipo de nobleza tan sevillana y que no pertenece al grupito de Madrid", apostilla Ricardo Mateos. Lo que sí es cierto es que la Casa Ducal de Medinaceli congrega muchos títulos porque por matrimonio entraron las grandes casas medievales catalanas con propiedades inmensas, como la de Cardona.

La abuela de Victoria, Ana de Medina y Fernandez de Córdaba, IX condesa de Ofalia y la mayor de los cuatro hijos de Mimí y Rafael Medina y Vilallonga, se casó con el príncipe Maximiliano von Hohenlohe-Langenburg, hermano del también príncipe Alfonso, impulsor de la Marbella de lujo y oropel tras poner la semilla del Marbella Club a finales de la década de los cuarenta.

La madre de ambos era Piedita Yturbe, una señora de muchísimo dinero que quiso casarse con Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba y padre de la tan adorada como añorada Cayetana, porque se pirraba por la alta sociedad. Al no conseguirlo, casó
muy bien a sus descendientes.