Ya en lo alto del escalafón, y para la sorpresa del aficionado, pidió medirse con los astados más bravos en aquella tarde de mayo del 2020. A todos los esperó en el centro del ruedo, aguardando férrea la embestida. En la retina de todos los espectadores quedan sus faenas con el segundo y quinto de la tarde: Soso, un quinqueño trotón pero serio, y Coletas, más bravo, con trapío y encastado, pero que fue perdiendo fuelle durante la faena. A ambos los lidió con su estilo heterodoxo, y los despachó con sendos volapiés que le valieron los trofeos, reconocimiento y la fama.

Ahora, parece querer medirse con el toro más temido de la ganadería gubernamental, de nombre Hermoso. Aunque para ello tendrá que verse las caras primero con Jefazo, una muestra de la ganadería palentina: serio, con cuajo, pero algo anovillado. La afición está expectante, porque de una situación así se sale por la Puerta Grande o camino de la enfermería.

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Detrás de esta viñeta están Benjamín y Mercedes. Son padre e hija. Benjamín dirige el estudio Arquitectos San Lorenzo 8. Mercedes, diseñadora gráfica, trabaja en Brava Producciones. El texto queda a cargo de Paula, la hija mayor, que se dedica a la seguridad alimentaria. La idea de cada semana: un asunto de familia.