Nicolás Maduro con Xi Jinping durante una visita oficial a China.

Nicolás Maduro con Xi Jinping durante una visita oficial a China.

LA TRIBUNA

Por qué Washington se entiende ahora con Maduro

La regularización de la vida política en Venezuela terminará con el chavismo también regularizado en la futura democracia. Serán el peronismo venezolano. 

18 octubre, 2023 02:37

"En política las mejores cosas se hacen por las peores intenciones", me dijo una vez un veterano periodista. Es el mismo que me enseñó que una trama política no es muy diferente de una policial. La única diferencia es que, en política, el cliché a aplicar es cherchez l'argent en vez de cherchez la femme.

La pasta, siempre la pasta.

El interés crematístico que nos importa en esta columna es la noticia de que Guyana encontró en 2015, de la mano de Exxon-Mobil, 11.000 millones de barriles de petróleo y gas. Eso pone a los guyaneses a un pelo de sus vecinos brasileños, que cuentan con unos 12.000 millones de barriles en sus reservas.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Europa Press / Contacto / Frederico Brasil

Ese maná descubierto está en el Esequibo, un territorio de 159.542 m2 reclamado por Venezuela desde 1822, un año después de su independencia de España.

Cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1998, controlado por Fidel Castro, decidió no agitar el conflicto con Guyana para usar en la OEA y demás foros regionales los votos de las naciones caribeñas que suelen jugar en cuadro cerrado.

Cuando se anunció el descubrimiento, el chavismo, ya mutado en madurismo, se dio cuenta de que lo que está en juego no es simplemente una selva. En consecuencia, se reavivó el conflicto y este fue a parar a la Corte Internacional de Justicia, donde Exxon cubre los costos de la defensa guyanesa.

Los otrora aliados chavistas son ahora protegidos de uno de los mayores exponentes del capitalismo gringo. De cine.

"La guerra entre Rusia y Ucrania ha hecho despertar a Europa del sueño ruso. Empieza a hacerlo del chino. Del árabe todavía no lo ha hecho, pero la crisis entre Israel y Hamás puede ser el despertador"

La nueva composición del mundo obliga a acelerar proyectos. Cuando, hace unos días, el madurismo decidió protestar por la explotación petrolera en el Esequibo, el gobierno de Biden no dudó en cuadrarse, de inmediato, por el supuesto derecho de Guyana.

El affaire entre Rusia y Ucrania ha hecho despertar a Europa del sueño ruso. Empieza a hacerlo del chino. Del árabe todavía no lo ha hecho, pero la crisis entre Israel y Hamás puede ser el despertador. Estados Unidos sí ha despertado ya de los tres embates de Morfeo.

Este cuadro obliga a buscar la energía en otro lado, porque al petróleo todavía le quedan más años del que la propaganda verde nos vende. Por eso, Washington no ha dudado en cuadrarse con Georgetown. En este territorio limítrofe con el oriente venezolano domina Exxon, y en Venezuela lo hace Chevron. La cual, a pesar de las sanciones, tiene una licencia estadounidense especial para explotar las mayores reservas petroleras del mundo.

Por supuesto, revivir la industria petrolera venezolana, en el suelo tras dos décadas de uno de los mayores saqueos de la historia, costará dios y su ayuda. Ni Chevron ni ninguna de las otras petroleras a la espera (Repsol entre ellas) se atreverán a invertir miles de millones de dólares si no tienen seguridad jurídica. Siguen frescas en la memoria las expropiaciones chavistas.

Ahí es donde entra la democracia.

¿Y cómo democratizar Venezuela? Recuerden, cherchez l’argent. Sobre los jerarcas maduristas pesan sanciones que les hacen la vida de cuadritos. Se han enriquecido enormemente, pero no pueden darse la buena vida, ni en París ni en Nueva York, sin que los apresen.

¿Qué pide Washington a cambio de no perseguirlos? Unas elecciones presidenciales libres y justas. ¿Qué significa eso?

La liberación de los más de 300 presos políticos, el regreso de los exiliados políticos, la legalización de los partidos políticos opositores intervenidos por los tribunales de la dictadura, el establecimiento de una fecha para las elecciones, las garantías de observación internacional en los comicios, el levantamiento de las inconstitucionales inhabilitaciones políticas sin el debido proceso judicial de por medio y la actualización del Registro Electoral.

En resumen, la no criminalización de la disidencia.

"El madurismo es dueño de medios de comunicación, bancos y demás empresas, además de contar con el partido más organizado y con más recursos"

Esa negociación la llevan directamente la Casa Blanca y el Palacio de Miraflores, con permiso de un mediador inesperado: Catar. El pequeño emirato se ha ganado el favor de los estadounidenses por sus buenos oficios para mediar con Irán y ahora tanto con Maduro como con Hamás.

El representante estadounidense es Juan González, asesor de Joe Biden para América Latina. Por los segundos es Jorge Rodríguez, cerebro del régimen y hermano de Delcy Rodríguez. Esas conversaciones están en la recta final, para bien o para mal, y han sido oficializadas con la firma de un acuerdo poco antes de que la oposición venezolana celebre sus primarias el próximo domingo 22 de octubre.

Por supuesto, la regularización de la vida política en Venezuela terminará con el chavismo (madurismo incluido) también regularizado en la futura democracia. Al fin y al cabo, son dueños de medios de comunicación, bancos y demás empresas, además de contar con el partido más organizado y con más recursos. Es la consecuencia de que, durante los últimos veinte años, la división entre Estado-Gobierno-partido haya sido nula.

Serán el peronismo venezolano.

*** Francisco Poleo es analista especializado en Iberoamérica y Estados Unidos.

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