Joe Biden ya ha ganado las elecciones de 2024

Una de las fiscalías de Nueva York acaba de acusarlo penalmente. ¿De qué?

Oficialmente, no lo sabemos. Extraoficialmente, sabemos que es por pagarle a una actriz porno con la que se acostó en 2017. Todo con tal de que revelara su relación.

Un estadounidense sostiene frente a la Torre Trump un periódico con la noticia de la imputación del expresidente de EEUU.

La susodicha, Stormy Daniels, cobró 130.000 dólares por su silencio, aunque ha terminado relatando igualmente la aventura con todo lujo de detalles. Y cobrando, porque hasta ha publicado un libro. Además de haber hecho un tour por los principales clubes de caballeros de los Estados Unidos.

Para una vez que Trump, famoso por ser mal pagador, paga, le pasa esto.

Lo de Stormy y Donald ocurrió en 2006. Ella tenía 27, él 60. Ella estaba soltera, él acababa de tener un hijo con su actual esposa, Melania.

El expresidente se entregará hoy martes. Un acto de campaña que ni en sus mejores sueños habría imaginado. Porque a este hombre, que tiene flancos abiertos por cada costado de su abultada humanidad, no se le ha imputado por otra cosa que por una aventura extramarital.

Una aventura costosa, sí. Pero menor, cuando hablamos de alguien que tiene investigaciones en curso por evasión de impuestos, por contubernio con Putin o por incitar a una rebelión después de no aceptar los resultados electorales, entre otras menudencias.

El trumpismo, por supuesto, ve en este procesamiento una caza de brujas. Para ellos, que nunca aceptaron los resultados de las elecciones del 2020, el asunto es personal. Es la única forma de que Donald Trump no termine entre rejas. Y, para ellos, el trumpismo es una suerte de culto.

"Con la imputación, los republicanos ya tienen candidato para el 2024. Biden puede respirar tranquilo: tendrá un segundo mandato"

Más allá de consideraciones éticas, ¿qué hay de delictivo en pagarle a una amante?

La forma en que se hizo.

Porque Trump ordenó a su abogado, Michael Cohen, que le transfiriera a Stormy ("tormentosa" en castellano) la suma antes mencionada. Esto según el propio Cohen, que tuvo que declarar bajo juramento en su propio juicio.

Cohen pagó de su bolsillo. Pero, evidentemente, luego quiso cobrar. Entonces, en la Organización Trump, la empresa del expresidente, se inventaron que el abogado tenía una factura pendiente con ellos de 130.000 dólares. Fraude contable, según las leyes del Estado de Nueva York.

[Crece la ventaja de Trump sobre Ron DeSantis para las primarias republicanas tras su imputación]

La cosa se pone más picante, porque el pago habría sido en 2016. Es decir, en plena campaña presidencial. Por lo que el crimen podría terminar siendo federal, ya que se efectuó para tapar una noticia que potencialmente hubiera cambiado el rumbo de las elecciones.

El hecho es que, consideraciones éticas y legales aparte, la acusación es, políticamente, un golazo para Trump. Sus bases, que no se caracterizan por la racionalidad, se movilizarán masivamente para defender a su líder. El Partido Republicano, salvo sorpresa extraordinariamente mayúscula, ya tiene candidato para el 2024.

Sin embargo, si hay algo más grande que el trumpismo es el antitrumpismo. Como hemos dicho en otros artículos, si el candidato republicano acaba siendo Ron DeSantis, el popular gobernador de Florida, será el presidente. En cambio, con Trump de candidato, Biden puede respirar tranquilo. Tendrá un segundo mandato.

*** Francisco Poleo es analista especializado en Iberoamérica y Estados Unidos.