Los primeros datos recabados tras el cara a cara de este lunes avalan empíricamente lo que los análisis ya habían concluido de forma unánime. A saber, que Alberto Núñez Feijóo se impuso ampliamente a Pedro Sánchez, sobre todo en las formas y a la hora de transmitir seguridad y credibilidad.

Según el estudio de SocioMétrica para EL ESPAÑOL publicado este lunes, más de la mitad de los españoles que vieron el debate considera que el presidente del PP salió triunfante. La superioridad mostrada por Feijóo parece doblemente refrendada por ese 19,3% de los votantes socialistas que se han visto obligados a admitir que su candidato no estuvo a la altura.

Del nuevo estudio de SocioMétrica-EL ESPAÑOL publicado hoy se desprenden más datos reveladores. Un 5,3% de los votantes del PSOE cambiará su voto a favor del PP después de haber visto el debate. También modificará el sentido de su voto un 8,9% del electorado de Vox.

Lo primero que cabe decir es que el cara a cara ha podido ser más determinante de lo que se pronosticó. Al menos, en lo tocante a la estrategia de movilización del electorado socialista que estaba persiguiendo Sánchez con su tour televisivo, y que a buen seguro se resentirá tras el fiasco en Atresmedia.

Sí puede haberle beneficiado el debate, en cambio, al líder de la oposición, dentro del horizonte de lograr una mayoría lo suficientemente grande como para gobernar en solitario que se había marcado para el 23-J.

Porque según nuestro estudio, la victoria de Feijóo en el cara a cara constituye un nuevo hito en su programa de concentrar el voto útil del bloque de centroderecha al tiempo que recoge al electorado socialista descontento con el PSOE de Sánchez.

Si después del debate efectivamente votan al PP un 5,3% de socialistas (unos 300.000), sumado a los más de 600.000 que, según el CIS, ya se habrían pasado a la competencia, Feijóo podría haberle robado el 23-J a Sánchez en total casi un millón de los votantes que eligieron la papeleta del PSOE en 2019.

En cuanto a Vox, el debate podría haber servido a Feijóo para quitarle 325.000 votos al partido de Santiago Abascal. Que hay un votante moderado de Vox que sabe que su enemigo a batir es Sánchez y no Feijóo, y que se ha dejado seducir por el candidato popular, lo demuestra también que el electorado de Vox le dio más nota (7,7) que los votantes socialistas a Sánchez (7,3).

Además, el talante combativo mostrado por Feijóo durante el cara a cara desbarató la caricatura de la "derechita cobarde" que los de Abascal dirigen al PP.

A la vista del resultado del debate, que marcará el discurrir de lo que queda de campaña, y de la evolución de los sondeos cuesta entender para qué necesitan a Vox los votantes que quieren expulsar al PSOE del Gobierno. Porque cada vez se hace más evidente para los electores que sólo hay un candidato capaz de plantear una alternativa posible a Sánchez.