La luz verde del Gobierno a la opa del fondo australiano IFM por el 22,69% del capital de Naturgy ha llegado con una serie de requisitos que logran preservar la españolidad, la estabilidad y el valor estratégico de la energética sin bloquear el juego del libre mercado. Las condiciones del Gobierno preservan además la posición como accionista mayoritario de la CriteriaCaixa de Isidre Fainé y suponen un espaldarazo al Plan Estratégico presentado por Francisco Reynés hace apenas unos días. 

"Queremos inversión exterior estable con vocación de permanencia" ha dicho la vicepresidenta tercera Teresa Ribera tras el Consejo de Ministros de este martes. Para garantizarlo, el Gobierno ha impuesto a IFM condiciones que pretenden evitar la desnaturalización de Naturgy. 

Entre esas condiciones, la de obligar a IFM a apoyar con su voto en el consejo de administración y en la junta de accionistas la inversión de la compañía en proyectos de transición ecológica. También la de mantener la sede en España, así como una buena parte de la plantilla, y la de llevar a cabo una política de dividendos "prudente". 

Estas, entre otras condiciones, como la de evitar que las ratios de endeudamiento sean superiores a las recomendadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), o como la de que no se apoyen proyectos de desinversión que pongan en peligro el suministro energético en España, se mantendrán durante los próximos cinco años. 

Opa no buscada

No es un secreto que la opa de IFM no había sido buscada por el resto de los principales accionistas, y entre ellos CriteriaCaixa. Por ello el presidente de Naturgy presentó hace apenas unos días el nuevo Plan Estratégico de la compañía sin esperar a la llegada de IFM. Una hoja de ruta que el Gobierno ha apoyado de forma indirecta con sus condiciones y que los nuevos accionistas estarán, en principio, forzados a cumplir.

"Una compañía necesita un plan. Si vamos a invertir 14.000 millones debemos saber dónde van, cuál es el futuro para captar, retener y potenciar talento. No podemos estar pendientes de una iniciativa que viene de fuera" ha dicho Reynés, una figura clave en la conversión de Naturgy en un actor con proyección internacional. Bajo su mando, las acciones de la energética se han revalorizado un 16%. 

CriteriaCaixa ha anunciado ya que seguirá apostando por la compañía y que no acudirá a la oferta. La cartera de la inversora de la Caixa roza el 26% del capital social de Naturgy y su objetivo es llegar al 29,99% de la energética. La apuesta de Fainé por Naturgy ha sido reconocida por el Gobierno, que ha protegido su posición obligando a que el consejo de administración respete la proporcionalidad entre accionistas. 

CVC, que cuenta con el 20,7% de Naturgy, y GIP, con el 20,6% se han comprometido también a no vender sus participaciones, lo que obligará a IFM a negociar con pequeños inversores institucionales y con el capital flotante. 

Marcando territorio en Naturgy

A la aprobación del Gobierno debe seguir ahora el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Naturgy es la compañía líder de la distribución de gas en España, opera en cinco continentes y es la principal suministradora de gas natural en la cuenca mediterránea y atlántica. Su valor, por tanto, no es sólo económico, sino también estratégico y social.

Las intenciones de IFM, como explica hoy Invertia, son en principio pacíficas. Pero para que su desembarco no desemboque en una guerra entre accionistas mayoritarios deberá llegar a un acuerdo con CriteriaCaixa.

Las condiciones del Gobierno son razonables y parecen haber sido diseñadas con el claro objetivo de evitar la descomposición de Naturgy. El silencio de IFM parece indicar que aceptará esas condiciones sin mayor reparo. Tema aparte es cómo logrará el Gobierno que IFM respete unos requisitos que son más fáciles de redactar que de hacer cumplir. No descartemos, en resumen, una futura lucha por el control de Naturgy