Los datos de incidencia acumulada (IA), que durante las últimas semanas habían mostrado un descenso lento pero constante en España, han experimentado un repunte tras el primer fin de semana sin mascarillas en exteriores y el inicio de las vacaciones de muchos españoles. Entre ellos, los estudiantes que celebran el fin de las pruebas EBAU durante estos días.

La IA se situó ayer jueves en los 134,31 casos por cada 100.000 habitantes durante los últimos 14 días, frente a los 117,17 del miércoles. Es la subida más acusada en apenas 24 horas desde el mes de enero. 

Pero el dato más llamativo es el de los jóvenes. Entre los de 12 y 19 años, la IA ha subido 57 puntos en un solo día. Entre los de 20 y 29, 73 puntos. 

Los nuevos contagios, efectivamente, parecen centrarse en los jóvenes de entre 12 y 29 años, que están cerca de triplicar la IA media. Quizá por el escaso porcentaje de vacunados entre ellos. Quizá por la relajación de las medidas de protección (la sensación de peligro parece haberse desvanecido entre muchos ciudadanos) y por esos viajes de fin de curso que han generado un macrobrote y una tormenta política en Baleares.

No es la mascarilla

El repunte, en cualquier caso, no puede achacarse al fin de la mascarilla en exteriores dado que la IA mide la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes durante los últimos 14 días. Sí es más probable que hayan influido en el repunte los viajes de fin de curso, los conciertos, las fiestas y la relajación de los ciudadanos.  

Las tres comunidades más afectadas son Cataluña, con una IA de 238,4; Cantabria, con una IA de 218,1; y Andalucía, con una IA de 166,4. Por encima de una IA de 100 se sitúan La Rioja (130), Canarias (129), Valencia (121), Baleares (113,9), País Vasco (112,4) y Castilla y León (110,8). 

España no es una excepción en el panorama internacional. La variante india del virus, más contagiosa que la cepa original, ha generado repuntes en buena parte de los países occidentales, incluidos aquellos con la vacunación más avanzada, como Israel o el Reino Unido. En Portugal, las fiestas de Sao Joao de Oporto han generado una "súpertransmisión" que ha atacado con especial virulencia las regiones de Lisboa y Valle del Tajo. 

El sistema sanitario aguanta

De momento, el número de pacientes infectados y el hecho de que muchos de ellos sean jóvenes no está provocando tanta tensión en el sistema sanitario español como las olas precedentes. Pero si el rebote se extiende en el tiempo, es cuestión de días que este empiece a generar dificultades

¿Estamos al borde de una quinta ola? Es pronto para decirlo, pero todo parece indicar que así es.

De momento, el rebrote del coronavirus no ha hecho saltar las alarmas. Sanidad y las Comunidades Autónomas han descartado adelantar la vacunación de los jóvenes, aunque la ministra del ramo, Carolina Darias, ha pedido "responsabilidad y prudencia" a estos. También ha descartado aplicar nuevas restricciones al ocio nocturno, así como volver a la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores. 

El sistema sanitario absorbe de momento a los nuevos infectados y el hecho de que estos sean jóvenes en su mayor parte hace que el riesgo de un repunte acusado de las muertes sea, por ahora, menor. La ocupación media de las UCI españolas por pacientes de Covid-19 sigue por debajo del 6,5% y el porcentaje de vacunados con al menos una dosis es ya del 54%. 

Pero el repunte de los contagios amenaza con echar por tierra los avances en la vacunación. Si los ciudadanos españoles se relajan y no recuperan la tensión frente al virus, la situación podría degenerar muy rápidamente. Sería absurdo perder el terreno ganado hasta ahora a la epidemia. La prudencia no está de más en la situación actual.