Los datos de la epidemia por coronavirus no dan tregua y vaticinan un otoño complicado. Este domingo España ha vuelto a colocarse entre los diez países más afectados del mundo, según los datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud, y ello pese a que ocupa la trigésima posición por población.

Hay circunstancias que explican este agravamiento, como la incidencia del turismo y el estilo de vida español, en el que el ocio nocturno, la actividad en la calle y las aglomeraciones en verano son notas características que no se dan en otros países. Pero eso no puede ser una excusa ni resta un ápice de preocupación a la situación.

Tecnología

Un especialista en la materia como Juan Abarca publica hoy una tribuna en EL ESPAÑOL en la que advierte de que estamos lejos de llegar al control total del coronavirus, y mucho más lejos aún de lograr que desaparezca, por lo que no cabe mirar para otro lado. 

Entre las medidas que plantea ante la necesidad de tener que convivir con la enfermedad está la de recurrir a la tecnología: la aplicación radar covid puede ayudar a rastrear contagios y sus contactos y ser así la forma más eficaz de frenar la expansión de la epidemia.

Recetas

Pero ese tipo de soluciones requieren de máxima coordinación. El Gobierno ya tuvo que convocar la semana pasada el Consejo Interterritorial de Sanidad, asumiendo implícitamente que no es posible avanzar aplicando distintas recetas en cada región. Y son varias las voces que desde los gobiernos autonómicos reclaman ya, por ejemplo, que la vuelta al colegio se haga de la misma forma en toda España, para no crear más confusión entre padres, alumnos y docentes.

Sin embargo, el País Vasco estrena hoy su propia "emergencia sanitaria", que faculta al lehendakari Urkullu a tomar decisiones específicas, y eso pese a que el número de contagios en esta autonomía, aun siendo alarmante su evolución en las últimas semanas, es menor que el que registra Aragón. Por todo ello, urge que el Gobierno de Sánchez insista en armonizar la respuesta al coronavirus, sin descartar, si fuera necesario, recuperar el mando único.