Sin ánimo de ser alarmistas, es evidente que empezamos a sufrir las consecuencias de la expansión del coronavirus, que la OMS cataloga en su último comunicado de "eventual pandemia". La realidad es que el norte de Italia ha entrado en cuarentena y se contabilizan -hasta ahora- siete fallecidos y más de 200 infectados. La cancelación del Carnaval de Venecia y de las principales actividades comerciales y culturales de Milán ilustran la gravedad de la situación.

Tras la suspensión del Mobile, ahora la caída de un 4,07% de la Bolsa de Madrid  -la más sonada desde 2016- es la prueba de que el virus ataca por todos los flancos. En el ámbito bursátil, el revés para los principales mercados puede ser un indicio de lo que se avecina.

Pánico en Italia

El pánico desatado en Italia demuestra que el COVID-19 pone al descubierto la vulnerabilidad de las sociedades modernas, que el miedo al contagio es libre y que es capaz de paralizar la vida cotidiana en las naciones más desarrolladas. A todo esto hay que añadir el secretismo con el que las autoridades chinas han abordado desde el principio esta crisis sanitaria.

Un médico italiano que estaba de vacaciones en Canarias daba positivo este lunes. Eso  significa que no podemos bajar la guardia. Contamos con recursos humanos y técnicos para atajar brotes epidémicos, y el espejo de lo sucedido en Italia nos debe servir de alerta. 

Tasa de contagio

De momento, el Ministerio de Sanidad no ha creído necesario tomar medidas excepcionales más allá de incrementar la información sobre el virus en puertos o aeropuertos y de reforzar los protocolos de detección temprana en los centros médicos.

Además, el departamento que dirige Salvador Illa ha optado por no comunicar los casos sospechosos, sino únicamente de aquellos que den positivo para no generar una alarma innecesaria. Obviamente, sería un error que las autoridades ocultaran la realidad con la excusa de frenar la histeria.

En este punto, conviene ponderar la actitud proactiva de Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que viene informando puntualmente de todas las novedades y decisiones de la Administración. Lo cierto es que nos enfrentamos a un virus con una tasa de contagio altísima y cuyas vías exactas de transmisión aún se desconocen. Estemos preparados y seamos precavidos.