Quince de los diecisiete miembros de la cúpula de Podemos disfrutan ya de un sueldo público. Así lo detalla hoy EL ESPAÑOL, que especifica que estos quince integrantes del llamado Consejo de Coordinación de la formación populista le cuestan 1.266.459,14 euros anuales al erario. Además, el partido de Pablo Iglesias logra casi 600.000 euros de financiación extra por el tope salarial que imponen sus estatutos.

Los datos son los que son, y es que de la dirección de Podemos tan sólo Meri Pita y Ana Marcello no tendrán una remuneración procedente de las arcas públicas. O dicho de otra manera: el partido se ahorra abonarle el sueldo a la práctica totalidad de su directiva. 

La casta

Quizá porque la realidad es tozuda, y porque el partido ya forma parte de esa "casta" que tanto denostaba, del establishment que tanto criticaba, Pablo Iglesias se ha esforzado en los últimos días en agitar a sus bases. 

Cuando Iglesias pide a la sociedad civil que se organice para "defender a la democracia", parece obviar que él ya forma parte del sistema que ha de garantizar esa democracia. Declaraciones, además, impropias de un vicepresidente del Gobierno que debe velar y hacer velar por la dignidad del Estado de Derecho. 

Espíritu del 15-M

En esta misma línea se ha manifestado Alberto Rodríguez, secretario de Organización, que pide que la presión de la calle no pare y que empuje, incluso, "más que antes" de que Podemos llegara al Gobierno. 

Es verdad que el poder acaba moderando a los más maximalistas y a los más dogmáticos. Pero resulta de lo más paradójico que Podemos, una vez alcanzado ese Cielo que amenazaba con tomar "por asalto", vuelva a agitar el espíritu más genuino del 15-M. Y que lo haga, además, desde el Consejo de Ministros...