En la victoria de Pedro Sánchez en las elecciones del domingo hay una lectura fundamental: el PSOE ha conseguido desnortar a la derecha con el uso de Vox como cooperador necesario en el hundimiento del PP. Las matemáticas no engañan: con la fragmentación del voto y a resultas del sistema electoral, un total de 689.066 papeletas otorgadas a la formación de Santiago Abascal han ido directamente a la papelera.

Si bien no se puede establecer una correlación exacta entre los votos que ha dejado de ganar el PP y los que suma el partido de Abascal, no cabe duda de que el factor Vox, aun con su pinchazo frente a las expectativas generadas, es el principal responsable de la debacle de los populares.

Primarias

Casado ha tenido algunos desaciertos en esta campaña, como el intentar frenar la sangría hacia Vox radicalizando su discurso o la propia confección de las listas. Sin embargo, aunque su gestión electoral hubiera sido perfecta, habría quedado damnificada tanto por la rémora heredada de Rajoy como por la irrupción de Vox en el tablero político.

Así las cosas, no parece prudente que haya voces dentro del partido que empiecen a cuestionar el liderazgo de Casado con los resultados del domingo como toda munición. Más aún cuando el líder del PP goza de la legitimidad de haber ganado unas primarias hace apenas diez meses, y de haber sacado a los populares de la abulia sistemática en la que se había instalado el partido.  

Autocrítica

Evidentemente, es necesario que el PP haga examen de lo sucedido. Un cónclave para la autocrítica en el que se plantee un debate y haya libertad para que se confronten nuevas propuestas. No obstante, cualquier pretensión de ir ahora a un congreso extraordinario sería prematuro, pues daría alas a Vox y contribuiría al suicidio de la derecha en beneficio de Sánchez. 

El cisma estéril que para la derecha supone concurrir a las elecciones con dos marcas, ha causado heridas que sólo cicatrizarán alumbrando un proyecto definido y reconocible. Un PP solvente es siempre una buena noticia para la estabilidad del país.