El independentismo ha puesto en marcha la segunda fase del procés y la "reinstauración de la constitución catalana". Una estrategia "imparable" y disparatada, que va a marcar el otoño caliente en Cataluña junto con la conmemoración de la Diada, el 1-O y el juicio a los líderes del golpe separatista. 

Es cierto que en los últimos días Sánchez ha marcado distancias con Torra y le ha recordado que la vuelta a la unilateralidad implicaría la aplicación del 155. Los nacionalistas, por su parte, insisten en que sólo conciben un escenario de relación con el Gobierno: "el derecho de autodeterminación". A tenor de las proclamas de Puigdemont y Torra, cualquier pretensión de un nuevo diálogo del Ejecutivo con los independentistas será ya tan grave como imposible.

Aritmética

La mínima mejora que los ciudadanos otorgan al Gobierno de Sánchez en nuestra encuesta -respecto a la del CIS de julio- es un espejismo. Los encuestados, además, le suspenden en la gestión de dos asuntos claves como son la inmigración y la gestión de la crisis catalana

Sánchez tropezará irremediablemente con las imposibles pretensiones de la agenda de los separatistas, y será entonces cuando la pura aritmética parlamentaria (la suma de ERC, PdeCAT, PNV y EH Bildu es de 26 escaños en nuestro sondeo) le dictamine la imposibilidad de seguir gobernando, ni siquiera con el apoyo de Unidos Podemos con el que sólo conseguiría 151 diputados.

Panorama abierto

En todo caso, la última encuesta de EL ESPAÑOL muestra prácticamente un empate técnico entre los tres grandes partidos. Un panorama abierto donde el efecto Casado es tenue pero sostenido a pesar de la guerra soterrada en el PP. También se observa una desaceleración de Rivera, aunque menor que la que le dio el CIS, y que se explica por la desaparición de Rajoy del terreno de juego.

En vista de un más que necesario adelanto electoral, todos los escenarios son posibles: la diferencia la marcará cómo las formaciones planteen sus propuestas en una hipotética campaña. Son Puigdemont y Torra quienes abocan ya a Sánchez a convocar elecciones anticipadas