Resacón en la Feria del Libro. Se siente. Seguimos encerrados en ella. Como que nos han encarcelado aquí: somos los castigados (sin postre y a la eterna cola en el patio) del Parque del Retiro. Nos enchironan, cada mes de junio, en las floridas y transelváticas celdas de esa Cárcel de Reading que es la FdL. Lanzan después la llave, con acritud, al fondo del estanque. Aguardan, frente al burbujeo final, hasta que se la traga un pez gordo. Se desesperan dentro de las casetas, por su parte, nueve de cada diez autores abajo firmantes. Desmoralizada, infeliz y sudorosamente. No haber sabido coronar por enésimo año el empinado ochomil de los best-sellers: su condena

Se ha cumplido, otro año más, la hora de los épicos youtubers. De los ‘cantapoetas’ bobos. De las ‘ninis’ microrrelatistas. De los presentadores halitósicos. De los túnidos ‘masterchofs’. Ha pasado el tiempo de las dedicatorias vanas. Intrascendentes. Ningún Fernando Arrabal estuvo allí. Nadie ha escrito, entre las guardas del recién adquirido flamante ejemplar, un “¡Me cago en Dios, en la patria y todo lo demás!” que haya hecho saltar, a la vez, todas las alarmas del mundo. Tampoco se le esperaba, en plena dictadura de la estupidez. Ni a él ni a nadie que se le parezca.

Mi ‘librortad’ de expresión empieza donde acaba la tuya. Arranca siempre a medio gas, y en pro del derecho que tiene cada lector a decidir por sí mismo entre los buenos y los malos libros. La verdadera ‘librortad’ no está restringida por ninguna ley, ni barriobajera ni divina, pero otorga facultades para leer, o recomendar, todo aquello que nos salga de los cojones (u ovarios, según el caso), aunque de manera conveniente, constructiva y provechosa, ajena a las fórmulas, reseñas y críticas tradicionales.

Tres son tres. Las ‘librortades’ que hoy me tomo para sugerir mis tres títulos de esta FdL. Novela, poesía y una autobiografía. Nunca los veréis acaparar, a ninguno de ellos, como por arte de magia, las portadas de webs y suplementos pseudoliterarios. Pero os aseguro que, si España fuese mínimamente seria, las únicas colas de este año en la FdL serían para hacerse, a codazo limpio, con un ejemplar. Aquí os lo dejo: Cómo se hizo la guerra de los zombis, de Aleksandar Hemon [Libros del Asteroide]. Ciudad del hombre, de José María Fonollosa [Edhasa] y La vida cotidiana del dibujante underground, de Nazario [Anagrama].

De nada.

Ahora te toca a ti. ¡Exprésate (pero hazlo a gritos hasta el momento en que lo impidan)! ¿Cuáles son tus ‘librortades’?