Tal y como revela EL ESPAÑOL, los asesores jurídicos de Ignacio González y del presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, fabricaron una falsa coartada al testaferro que compró el ático del expresidente de la Comunidad de Madrid en Marbella. El objetivo era que testificara ante el FBI que era un avezado inversor y "veraneante habitual" y así dar carpetazo al escándalo destapado en 2012. González, su mujer Lourdes Cavero y Cerezo están llamados a declarar el 18 de abril por indicios de cohecho y blanqueo. Según la Fiscalía Anticorrupción, el dúplex fue siempre de González, por lo que la operación inmobiliaria podría responder a un montaje para ocultar el pago de una comisión al ex mandatario madrileño por parte del empresario o de un tercero. La madeja de mentiras del político se cae por su propio peso. El testimonio preparado a Rudy Valner no encaja con la declaración de la comercial de la urbanización de lujo donde se encuentra el inmueble, que asegura que enseñó el dúplex a Cavero y que nunca ha visto al testaferro. Las revelaciones de EL ESPAÑOL abren una nueva línea de investigación, ya que todos los indicios apuntan a que González y Cerezo fabricaron un falso testimonio para encubrir el blanqueo.