Al PSOE no hay madre que lo haya parido y lo reconozca, no, pues va cambiando su identidad conforme pasa el día y unos -y otros- tienen la mañana más o menos ocurrente y federal.

Del guapo conocíamos el hueco doctrinario (quizá por eso su voz parece salida de caja de resonancia), y su talante gaseoso cuando va de tertulias y le dan la réplica hormigas de trapo y fieltro en supuesto prime time.

Pero este martes le tocó defender su cosa con Herrera, y Pedro Sánchez nos dijo que el término nación tiene muchos significados. Le vino a comentar a Herrera que España "es una nación plural, diversa e indivisible", y lo afirma él, Sánchez, que más que indivisible es "revisable" en la mala lengua de Ximo Puig.

Pedro Sánchez ha descubierto la polisemia del concepto "nación" unos pocos días después de que al calor bailongo de Iceta redescubriera España. España, ahora, resulta que es una modita nueva para el PSOE: como la ceja en aquel tiempo, o la pana en otro.

Me contó una vez José Mota que Pdro Snchz era difícilmente caricaturizable, pero yo creo que a causa de su insultante sosería: el amigo Mota iba disfrazado de presidiario y no le quise insistir. Claro que existiendo Rajoy y su liderazgo, la sosería y los trajes reventones pueden pasar por tendencia sociata.

De soberana estupidez me definió la nación polisémica de Sánchez un represaliado multimedia del sanchismo; aunque con otra palabra más gruesa y lacónica que no citaremos por urbanidad.

Desde Andalucía me van llegando confirmaciones y memes del golpe de mando de Susana en la noche del 20-D: que entre el voto -esperable- y una Díaz en plena forma con los primeros pasos de su bambino, "al guapo le van a atragantar, telita, los polvorones".

Unamos a ZP al movimiento, que tiene el hombre derecho a enmendar su desastre y quedar como medio estadista. Más la convicción moral de "vieja guardia" que por allí han tenido siempre los cachorros ya talludos del socialismo.

Mal socio lleva Pedro Sánchez con Iceta, que ha defendido a Pdro con una convicción poco vista en el PSC. Y peor negocio con el arreón de cuneros en las listas al Congreso. Aunque el PSOE existe por y para su cainismo,  y su festival de las puñaladas es tan natural como la pañolada al cuello en la cuenca minera de Rodiezmo.

También le dijo a Herrera que no será presidente a "cualquier precio".

Pedro Sánchez, previsible, indivisible, revisable.