Una imagen de TOVA ya construida.

Una imagen de TOVA ya construida. IAAC/Gregori Civera Omicrono

Tecnología

TOVA, el primer edificio de España impreso en 3D con barro: cambiará el futuro de la arquitectura

Este tipo de vivienda sostenible se podría construir en cualquier parte del mundo en cuestión de semanas gracias al sistema Crane WASP.

27 septiembre, 2022 07:59

El futuro del sector de la construcción pasa por la impresión 3D, que cada vez tiene más presencia. Una técnica que resulta versátil, cómoda, más rentable y ecológica a la hora de crear desde barrios enteros hasta parques o casas; como es el caso de TOVA, la primera vivienda de España hecha con una impresora 3D y con barro que se puede fabricar sólo siete semanas.

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Unos estudiantes del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) han creado el primer edificio de España construido con barro y una impresora 3D. Se trata de un prototipo de vivienda que se ha levantado en las instalaciones de Valldaura Labs, en Barcelona, y que "representa un puente entre el pasado, que es el barro, y el futuro; la tecnología 3D", según explica Edouard Cabay, arquitecto y codirector del proyecto, a EL ESPAÑOL - Omicrono.

El proyecto es fruto de una larga investigación de siete años en los que los creadores de TOVA han buscado nuevas formas de afrontar los retos sociales y medioambientales del futuro. Como resultado, han dado con una casa y una técnica que no sólo servirá para "cambiar la arquitectura del futuro, sino que también será de gran utilidad a la hora de hacer frente a la actual crisis climática y de vivienda en todo el mundo".

Hecha de barro

TOVA es el primer edificio del país fabricado en barro, un material muy antiguo y que siempre se ha utilizado en la construcción. "Apostamos por el barro por varias razones. Es un material muy denso y tiene energía térmica, por lo que se ahorra energía de acondicionamiento; y la mayoría de la tierra que encontramos bajo los pies nos puede servir y, por tanto, no hace falta recorrer kilómetros para buscar material", detalla Edouard Cabay.

Una de las bondades del barro, en comparación con otros materiales, es que no necesita ser procesado para que sea reutilizable. "Es decir, sacamos la tierra, añadimos agua y lo filtramos para que las piedras grandes se vayan, ya que no pasan por el tubo de la impresora 3D. No necesitamos cocer el material ni meter grados para transformar su composición química. La utilizamos tal cual, es totalmente natural y no contamina", apunta el arquitecto.

Una imagen del prototipo construido de TOVA.

Una imagen del prototipo construido de TOVA. IAAC/Gregori Civera Omicrono

El proceso de construcción de TOVA no ha generado residuos, ya que los materiales se obtuvieron en un radio de 50 metros. La estructura de la casa se ha realizado con barro local, que han mezclado con aditivos y enzimas para conseguir la integridad estructural y la elasticidad del material para poder imprimir en 3D. 

"Además del barro hemos utilizado geopolímero para la cimentación y madera para el techo. También agregamos una capa impermeable, usando materias primas como el aloe y las claras de huevo", indica Edouard Cabay; quien también apunta que unir este material con la impresión 3D es "muy interesante, ya que se trata de una tecnología bastante nueva en varias disciplinas y muy innovadora en la arquitectura y la construcción".  

Se fabrica rápido

La impresión 3D es en la actualidad uno de los métodos para construir más sostenibles y respetuosos con el medioambiente; incluso permite edificar una casa más rápido. Por ejemplo, TOVA se creó en siete semanas y para ello solamente se han utilizado materiales de kilómetro cero, es decir, locales, y una grúa WASP, que es una gran impresora 3D arquitectónica.

"En la actualidad imprimimos 30 centímetros al día más o menos. Con nuestro ritmo, hacer una planta de tres metros nos lleva diez días de impresión y en levantar toda la casa hemos tardado en total siete semanas. Una semana para la cimentación que es de piedra reciclada, cuatro semanas para la impresión y otras dos para construir el techo y toda la carpintería del edificio", señala Edouard Cabay.

Una imagen del momento de impresión de TOVA.

Una imagen del momento de impresión de TOVA. IAAC/Gregori Civera Omicrono

TOVA es una casa que tiene en cuenta las condiciones climáticas del Mediterráneo, con un volumen compacto para protegerse del frío en invierno y que se puede abrir y expandir durante las otras tres estaciones del año para disfrutar del exterior. Los muros están formados por una red de cavidades que aíslan y permiten contener el aire, para no perder el calor en invierno y proteger de la radiación solar en verano.

"El proceso de construcción es muy simple. Diseñamos la casa en un programa de ordenador, hacemos un agujero en el suelo, cogemos la tierra y la metemos en la impresora, y construimos con ella. Solo tenemos que hacer que la tierra sea lo suficientemente líquida para que pase por el tubo de la impresora y, una vez salga, que tenga cuerpo", explica el arquitecto. 

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Una de las principales ventajas de esta tecnología es que se puede utilizar en cualquier parte del mundo. "La impresora WASP es una máquina muy portátil y entre dos o tres personas se puede mover. La podemos meter en un contenedor pequeño y llevarla a cualquier parte. En montar el dispositivo se tarda media mañana y una vez hecho ya se puede comenzar a imprimir usando la tierra local. Cuando termina, ya sea dentro de varias semanas, se lleva la impresora a otro sitio y vuelta a empezar", explica el codirector del proyecto.

"En España se puede usar"

TOVA se ha concebido como un prototipo de vivienda sostenible que se podría construir en cualquier parte del mundo. "Lo que hemos fabricado actualmente, formará parte de un trozo de la casa que tenemos previsto levantar. No sabemos si en uno, dos o tres años, pera esa vivienda es nuestra visión de futuro. Por ahora el prototipo se ha creado por medio de investigación y está construido por estudiantes. Es un momento muy importante", afirma el arquitecto.

Un boceto de la casa que pretenden construir con esta técnica.

Un boceto de la casa que pretenden construir con esta técnica. IAAC/Gregori Civera Omicrono

Una de las ventajas de la impresión 3D es que es un sistema que permite crear casas altamente personalizables para diferentes usos. Y, concretamente en este caso, sirve como un óptimo ejemplo de construcción basada en los principios del kilómetro cero, ya que la obra se puede realizar al 100% con materiales y mano de obra locales. "Por ejemplo, si quieres construir en un desierto, al usar tierra y la impresora, no necesitas recorrer muchos kilómetros para recoger los materiales", indica Edouard Cabay.

Esta técnica también abre la puerta a solucionar problemas de acceso a la vivienda en zonas vulnerables, situaciones de emergencia climática y migratorias o en asentamientos temporales; "incluso estamos convencidos de que en España se puede usar". En combinación con otros sistemas constructivos, también es de utilidad para levantar "edificaciones complejas e innovadoras que reducirían el impacto ambiental de la construcción".

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