supernova1987A

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La velocidad de la luz podría no ser tan rápida, después de todo

26 junio, 2014 19:44

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Esta sorprendente declaración la ha dado el físico James Franson, de la Universidad de Maryland, el cual ha llamado la atención de la comunidad científica gracias a un artículo de revisión publicado en el New Journal of Physics. En dicho artículo, Franson afirma haber encontrado evidencias de que la velocidad de la luz no sería exactamente la que indica la famosa teoría de la relatividad de Einstein, sino que sería más lenta de lo esperado. Esto echaría por tierra muchísimos experimentos y datos físicos en los que nos basamos hoy en día, ya que la famosa “c”  de la ecuación cambiaría por completo.

¿La teoría de Einstein era errónea?

La “c” nombrada anteriormente se llama así porque es una constante, la constante de la velocidad de la luz en el vacío, que siempre se ha dado por hecho que equivale a 299.792.458 metros por segundo en dichas condiciones. Todo lo que se estudia en el Universo se basa en esa “c”, por lo que su cambio sería bastante importante después de todo.

Según Franson, la evidencia de que la velocidad de la luz es menor a lo pensado se encuentra en unas observaciones realizadas en febrero de 1987, cuando se recogieron datos de la supernova SN1987 A y la llegada de los fotones y neutrinos procedentes de su explosión fue más lenta de lo esperado, alrededor de 4,7 horas. En aquella época esa lentitud se atribuyó a que los fotones podían ser procedentes de otra fuente, y no de la explosión… Pero, ¿y si realmente ese no era el problema? Franson especula que lo que sucedió es que la luz se ralentiza a medida que viaja gracias a una propiedad de los fotones conocida como “vacío de polarización“. Esto significa que un fotón de luz se divide en otras dos particulas, un positrón y un electrón, y después se vuelve a recombinar de nuevo y forma un fotón.

luz-velocidad

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Esa división y reconversión crearía un diferencial de gravedad entre las dos partículas de la división, dando lugar a un pequeño impacto de energía al recombinarse, y en consecuencia haciendo más lento el viaje de la luz hacía su destino. Si multiplicamos estas divisiones y reuniones de partículas por todos los fotones que viajan en 168.000 años luz, que es la distancia entre la supernova SN 1987A y nosotros, es plausible que tarden 4,7 horas como sucedió aquella vez.

Si todo lo que acabamos de explicar se confirma, las consecuencias serían asombrosas. Por ejemplo, la luz de nuestro Sol llegaría más tarde a nosotros de lo que pensamos, y lo que observamos a 12 millones de años luz de la Tierra tardaría, como poco, dos semanas más en llegar a nosotros de lo que calculamos actualmente. Habrá que esperar a nuevas confirmaciones para saber ciertamente todas las consecuencias de esta teoría.

Vía | Phys.org