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¿Siempre llegas tarde? 7 consejos para evitarlo

14 junio, 2014 21:03

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Existen muchos individuos con un curioso “don” para llegar tarde, siempre, a cualquier parte y en cualquier situación. A mi personalmente me pasaba totalmente al revés, pues siempre he sido más puntual de lo necesario, aunque en los últimos años me he dejado bastante en ese sentido al ver que nadie tenía mucho afán por mejorar su puntualidad.  De todas formas, volviendo a los tardones, ¿creéis que esto es patológico? ¿hay alguna forma de solucionarlo o, al menos, reducir esta impuntualidad? Hoy no os podremos dar la respuesta a la primera pregunta, pero sí algunos consejos para la segunda.

1. Duerme más y mejor

Una de las razones para llegar tarde es estar demasiado cansado por las mañanas, cosa que suele ser consecuencia de dormirse tarde, poco y/o mal. Muchísima más gente de la que imagináis duerme fatal y muy poco comparado para lo que debería, y eso acarrea consecuencias, incluido el hecho de llegar tarde a todo.

2. No hagas más de lo que debes (¡organízate!)

Otra de las causas de llegar tarde es intentar siempre hacer “algo más” antes de salir: Contestar un email, guardar algo, ordenar tal o cual cosa… Seamos serios, esto es una forma de autosabotaje de libro. Como no, la consecuencia es que llegaremos tarde a cualquier cita, pues hemos emplezado ese tiempo de puntualidad en avanzar otras cosas que no vienen a cuento. En estos casos no hay mejor forma de solucionarlo que organizarse y saber que momento del día es mejor para realizar esas pequeñas cosas que nos acaban causando la tardanza.

3. No subestimes el tiempo

Una de las cosas que suelen interpretar fatal los individuos que llegan tarde a todo es el tiempo. ¿Llegar a ese sitio cuesta 20 minutos? Pues ellos creen que con 10 minutos será suficiente. Evidentemente esta falta de control del tiempo acaba siento fatal, pues los retrasos se pueden ir acumulando. La mejor forma es saber, más o menos, cuanto podemos llegar a tardar en llegar realmente a los sitios, y si es posible añadir unos cinco minutos a ese tiempo, por si acaso. Con este método será bastante complicado llegar tarde (pero ojo, que tampoco queremos llegar con demasiado tiempo y esperar).

4. Ordena bien todos tus objetos personales

Lo que más me molesta en mi día a día es no saber donde tengo esos objetos personales con los que todos solemos salir de casa: Llaves, cartera, teléfono, gafas de sol… Normalmente siempre los dejo en el mismo sitio, pero los individuos con esta tardanza crónica no. De hecho, cada día dejan este tipo de objetos en un sitio diferente, y claro, eso implica perder un tiempo valioso en buscarlos. De nuevo, la solución es el orden. Parece una tontería, pero todo el tiempo que malgastamos en la búsqueda de estas cosas puede dar para mucho (y ponernos nerviosos, dicho sea de paso).

5. No dejes que te afecte la desorganización ajena

Si vivimos en un ambiente desorganizado, ya sea con compañeros de piso o familiares con un nulo sentido del orden, es más probable que nosotros acabemos igual (probable, que no seguro). Si ya partimos de la base de tener poco orden propio, evidentemente no podremos cambiar a los demás. En estos casos lo mejor es no dejarse afectar por el desorden ambiental y simplemente poner unos límites de convivencia mínimos para que todo funcione correctamente. Sino, no sería la primera vez que nos volveremos locos buscando algún objeto, digamos, en la cocina.

6. Piensa en como puede afectar a los demás tu comportamiento

Uno de los puntos clave de cualquier factor de nuestra personalidad es pensar mínimamente en como podemos estar afectando a la gente que nos rodea. En este caso, ¿hasta que punto afecta nuestra tardanza al resto de la humanidad? Evidentemente es bastante probable que quedemos mal con más de un amigo, familiar o compañero de clase o de trabajo. Estas son algunas cosas que nos deberíamos plantear como motivación para que esto no vuelva a suceder, o al menos que suceda pocas veces.

7. Piensa en si es necesario un cambio de vida

Finalmente, siendo drásticos, ¿es posible que esta tardanza crónica pueda deberse a que simplemente no queremos llegar a los sitios? Pensándolo en frío y objetivamente, esto puede suceder, pues el hecho de estar disgustados con nuestro día a día puede manifestarse de muchas formas, y llegar tarde puede ser de las más comunes.

¿Solución? Plantearse si la causa es esta, y sino, echarle un vistazo a toda esta lista. Si no hay causa conocida alguna, lo mejor es intentar evitarlo, organizarnos un poco y ordenar nuestro día a día. Veréis como al final lo agradecerás.

Vía | Psychcentral.