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Tecnología

El partido de ping pong entre hombre y máquina es un patético ejercicio de marketing

11 marzo, 2014 12:27

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Tal y como anunciamos, hombre y máquina se enfrentarían de nuevo, pero si bien en anteriores ocasiones era cuestión de intelecto, ahora también contaban las reacciones motoras en un partido de ping pong, o tenis de mesa. Por una parte, el que otrora fuera número uno del mundo, Timo Boll; por la otra, un brazo industrial de la compañía Kuka. Se habló mucho sobre este partido, elucubrando si la tecnología había llegado a un punto tal que era capaz de seguir los veloces movimientos de un jugador profesional. Incluso se planteó la posibilidad de que el robot ganase.

Un partido amañado

Pero en cuanto Kuka ha liberado el vídeo en el que se muestra el “partido”, ha quedado claro que todo esto no era mas que una campaña promocional que se ha aprovechado de los aficionados para que se hablase de su producto. Con una dirección hollywoodiense, los rápidos movimientos de cámara no pueden ocultar que la bola va a una velocidad muy baja para lo que estamos acostumbrados a ver en partidos de verdad.

De hecho, los primeros segundos del partido solo se pueden calificar de patéticos; ver como un campeón como Boll devuelve la bola con tanta suavidad y dirigida a la paleta de su contrincante es algo que duele. Lo peor de todo es que al principio “pierde”, es decir, que se deja ganar de manera insultante, solo para vencer en el último suspiro en una remontada “épica”, o al menos eso es lo que quieren hacernos ver.

Reacciones contrarias a la marca

maquina-kuka-pingpong-1

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La reacción que el vídeo está teniendo en Youtube (donde mas de la mitad de los usuarios ha pulsado en “No me gusta”) es un buen ejemplo de lo que pasa cuando tomas a tu audiencia por tonta. No hay nada malo en hacer un anuncio con una personalidad famosa, lo dañino es disfrazarlo como algo que no es, tal y como hizo el primer vídeo.

maquina-kuka-pingpong-2

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Si Kuka hubiese lanzado un corto anuncio para demostrar las posibilidades de sus brazos robóticos usando el ping pong como tema, les podría haber quedado bien ya que la verdad es que los movimientos que hace el brazo son suficientemente espectaculares por si solos (el control de la bola es especialmente interesante); pero en vez de eso, han aumentado artificialmente las expectativas y eso está resultando en una mala reacción hacia su marca en las redes sociales. Un buen ejemplo del que tendrán que aprender futuras campañas de marketing.