Minas impresas utilizando fabricación aditiva 3D

Minas impresas utilizando fabricación aditiva 3D

Observatorio de la Defensa

Minas impresas en 3D lanzadas desde drones, el arma con el que Ucrania quiere ralentizar el avance de las tropas rusas

Los soldados rusos están reportando el despliegue de minas antipersona impresas en 3D y desplegadas desde drones para ralentizar el avance de Moscú.

Más información: Así es el Muro de Drones que quiere la UE para protegerse de Rusia: una malla de radares y misiles para derribar amenazas

Publicada

Desde que comenzara la invasión en 2022, Ucrania ha demostrado su capacidad de adaptación industrial a las necesidades de material militar de sus Fuerzas Armadas. Prueba de ello son las varias fábricas de drones que se han levantado en los últimos tiempos y, menos conocidas,la producción de minas utilizando impresoras 3D.

Los primeros reportes sobre el empleo de minas hechas empleando técnicas de fabricación aditiva datan de 2024, cuando soldados rusos se encontraron varias zonas plagadas con este tipo de dispositivo recubierto de una carcasa de plástico.

De hecho, fue la propia agencia de noticias rusa Tass la que primero publicó esta información citando a un comandante de una unidad de zapadores, que por entonces se encontraban en la región rusa de Kursk.

Según el oficial militar, los dispositivos explosivos diseñados por Ucrania pasaban totalmente desapercibidos y eran complicados de detectar si no se utilizaban equipamiento especializado.

El reporte coincidió con la intensificación militar en Kursk, una región que se convirtió en un punto crítico de las operaciones ucranianas más allá de la frontera y que tuvo su punto álgido hace ahora un año.

Igual que ha ocurrido con los drones —tanto aéreos como terrestres y navales— la posibilidad de emplear fabricación aditiva ha supuesto un cambio de paradigma en la producción de armamento, reduciendo los costes y ampliando las posibilidades de fabricación al no requerir de máquinas complejas.

Esta situación convierte a cualquier persona o compañía con este tipo de impresoras en potenciales fabricantes de armamento. Se trata de una cualidad que ha marcado la guerra desde sus inicios, cuando grupos de civiles comenzaron a organizarse para proporcionar material de todo tipo a las Fuerzas Armadas ucranianas.

Más recientemente, están apareciendo vídeos en redes sociales en los que se recoge que Ucrania está sembrando de estas minas territorios cercanos a las posiciones rusas. Y, para ello, estarían empleando drones.

Minas ligeras

Los ucranianos han demostrado en los últimos años su pericia controlando drones, principalmente aquellos de origen comercial modificados para poder llevar o desplegar cargas explosivas a bordo y dejarlas caer. Por ejemplo, dentro de carros de combate o trincheras.

Si bien no se ha revelado el método específico de minado del terreno ocupado, este tipo de trabajo se puede llevar a cabo empleando pequeñas aeronaves no tripuladas a las que se acopla un dispositivo para desplegar las minas.

Las minas empleadas por Ucrania para este propósito son similares en concepto a las llamadas minas Mariposa, PFM-1 en su nombre técnico ruso, que el Ejército del Kremlin ha empleado desde el principio de la invasión.

Mina ucraniana impresa en 3D

Mina ucraniana impresa en 3D

Estas minas Mariposa cuentan con una especie de ala que permite su despliegue desde el aire sin que lleguen a activarse. Sin embargo, Ucrania ha optado por un diseño redondeado, mucho más simple de fabricar y también económico.

A pesar de que no existen reportes oficiales sobre ellas, se cree que las minas ucranianas impresas en 3D cuentan con, aproximadamente, 30 gramos de explosivo en su interior, según Armour Bench. También indican que el peso total podría estar alrededor de los 55 gramos.

La mina está formada por una carcasa exterior en color negro, compuesta realmente por dos partes que se unen entre sí mediante rosca, dejando el mecanismo de activación y el material explosivo en el interior.

La mitad superior de la mina cuenta con un pequeño tornillo metálico que sobresale del cuerpo del dispositivo y actúa como percutor para el iniciador. Este último subsistema se colocaría dentro de un pequeño cilindro que forma parte del chasis de la parte inferior y que igualmente se imprime en 3D de una pieza.

El sistema se pone en funcionamiento cuando se pisa. En ese momento, la carcasa superior se rompe y se compacta, permitiendo entonces que el tornillo golpee el iniciador y detonando la carga explosiva.

Casi indetectables

Esta tecnología sencilla permite una producción rápida y descentralizada, lo que supone una importante independencia respecto a las cadenas de suministro convencionales, que han estado —y continúan— muy limitadas por la guerra.

El empleo de plástico en lugar de metal para la carcasa es también importante desde el punto de vista de la detectabilidad. Las minas antipersona convencionales son metálicas y fácilmente identificables a distancia empleando detectores.

En su lugar, los zapadores rusos deben recurrir a sistemas georradar o imágenes térmicas para poder detectar las minas, unos equipos que en ocasiones no están disponibles en todas las unidades desplegadas en el campo de batalla.

A las anteriores características se une que Ucrania ha estado desplegando estas minas en zonas con vegetación densa o terreno irregular, dificultando todavía más cualquier trabajo de detección y avance de las tropas de Putin.