El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la cumbre de este jueves en Bruselas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la cumbre de este jueves en Bruselas Moncloa

Europa

Macron y Meloni se imponen a Sánchez y Merz y fuerzan un nuevo retraso en el acuerdo comercial con Mercosur

El pacto, que ha costado 25 años de negociar, no se firmará el próximo sábado 20 de diciembre en Brasilia como estaba inicialmente previsto.

Más información: El pacto comercial entre la UE y Mercosur que impulsa Sánchez, al borde del colapso por las maniobras dilatorias de Francia

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Las claves

Emmanuel Macron y Giorgia Meloni logran aplazar de nuevo la firma del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur, pese al impulso de Pedro Sánchez y Friedrich Merz.

El acuerdo, negociado durante 25 años y que crearía un mercado de 700 millones de habitantes, enfrenta oposición principalmente por motivos de protección del sector agrícola europeo.

Von der Leyen y otros líderes consideran el pacto una prioridad estratégica para la UE, pero Francia y otros países insisten en que no puede firmarse sin mayores garantías para los agricultores.

El nuevo retraso genera incertidumbre sobre la viabilidad futura del acuerdo, mientras que Mercosur y especialmente Brasil muestran frustración ante los continuos aplazamientos.

Ursula von der Leyen tenía ya la maleta hecha, pero al final no podrá viajar como estaba previsto este sábado 20 de diciembre a Brasilia para firmar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, que ha costado 25 años de negociar y que crearía un mercado de 700 millones de habitantes.

Pese a estar en minoría, el francés Emmanuel Macron ha logrado este jueves forzar un nuevo retraso en la rúbrica gracias a una alianza de conveniencia con la italiana Giorgia Meloni. Se impone así a Pedro Sánchez y al alemán Friedrich Merz, los principales promotores del pacto con Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.

Durante la cena del Consejo Europeo celebrado este jueves en Bruselas, Von der Leyen ha informado a los líderes de que su intención sigue siendo rubricar el pacto durante el mes de enero, aunque no ha fijado ninguna nueva fecha, según han informado fuentes diplomáticas.

Sánchez ha tratado de restarle importancia al retraso: "Si hemos esperado 25 años, podemos esperar 25 años y un mes a firmar el acuerdo del Mercosur". Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha dicho que espera un desenlace positivo en tres semanas.

Sin embargo, este nuevo aplazamiento podría significar el golpe definitivo que entierre el acuerdo con Mercosur. Aunque Meloni le ha prometido al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que está dispuesta a firmarlo en breve si obtiene garantías adicionales, los franceses no tienen tanta prisa.

"No sabemos si se resolverá en un mes o en 10 años", señalan fuentes diplomáticas. Además, el retraso se ha decidido tras una jornada de protestas en Bruselas de los agricultores europeos, que se quejan del recorte de las ayudas de la política agrícola común, pero también de Mercosur.

El pasado fin de semana, el primer ministro francés, Sébastien Lecornu, ya pidió aplazar la rúbrica a 2026. Emmanuel Macron siempre se ha opuesto al pacto con Mercosur para proteger a su industria cárnica, pero para lograr una minoría de bloqueo necesita el apoyo de Meloni, que había mantenido una ambigüedad calculada.

En los últimos días y horas, Macron ha trabajado intensamente para atraerse a Meloni, y mantener al mismo tiempo a su lado al resto de Estados miembros que se oponen al pacto con Mercosur: Polonia, Hungría, Austria, Bélgica e Irlanda, explican las fuentes consultadas.

Tanto Macron como Meloni han hablado con Lula da Silva, que ocupa la presidencia de turno de Mercosur hasta el 15 de enero, para comunicarle que no habrá firma. El presidente brasileño, que había amenazado con levantarse definitivamente de la mesa ante los desaires de la UE, se ha mostrado esta vez más conciliador.

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante la reunión de este jueves en Bruselas

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante la reunión de este jueves en Bruselas Unión Europea

"El Gobierno italiano está dispuesto a suscribir el acuerdo en cuanto se ofrezcan las respuestas necesarias a los agricultores, que dependen de las decisiones de la Comisión Europea y pueden definirse en plazos breves", ha explicado Meloni en un comunicado, en el que no aclara qué es exactamente lo que pide.

El presidente francés ha sido mucho más contundente en su rechazo a Mercosur. "Quiero decir aquí a nuestros agricultores que se manifiestan cuál ha sido, desde el principio, la posición clara de Francia. En lo que respecta al Mercosur, consideramos que así no salen las cuentas y que este acuerdo no puede firmarse", ha señalado.

"Es una cuestión de coherencia europea, de una Europa que proteja su agricultura y a sus productores. Estamos a favor del comercio: Francia es, además, una gran potencia agrícola y agroalimentaria que comercia en todo el mundo y exporta. Pero no podemos aceptar sacrificar la coherencia de nuestra agricultura y de nuestra alimentación, ni la seguridad alimentaria de nuestros compatriotas, en acuerdos que aún no están cerrados", alega Macron.

En el bando contrario, Von der Leyen sostiene que el acuerdo con Mercosur —que se basa en el canje de carne de vacuno y productos agrícolas latinoamericanos por coches y maquinaria de la Unión Europea— ahorrará a los exportadores europeos 4.000 millones de euros al año en aranceles. 

Pero además lo considera como una prioridad estratégica, ya que permitirá a la UE abrir nuevos mercados para compensar la subida de aranceles decretada por Trump y, al mismo tiempo, reducir la dependencia de China en productos clave como las tierras raras.

En contraste con el activismo del presidente francés para tumbar el acuerdo, Sánchez ni siquiera ha hablado con Meloni para tratar de salvarlo, pese a su propósito de hacer de puente en la UE con los países de América Latina, según ha explicado él mismo a su llegada al Consejo Europeo.

Eso sí, el presidente del Gobierno ha defendido que el pacto con Mercosur es imprescindible "para que Europa gane peso geoeconómico y geopolítico en un momento en el que se está cuestionando por parte de adversarios claros como Putin o incluso de aliados tradicionales como la administración estadounidense".

"Sería muy frustrante que Europa no lograra un acuerdo con el Mercosur una vez ya hemos logrado aprobar en el Parlamento Europeo esas cláusulas de salvaguarda para el sector primario europeo y que tenemos todo preparado. También la presidencia de Mercosur y el Gobierno de Brasil lo tiene todo preparado para que se pueda ratificar", insistía Sánchez antes de conocerse el aplazamiento.

También el canciller Friedrich Merz pedía firmar ya el acuerdo con Mercosur y al final ha perdido su apuesta. "Conviene recordarlo: se lleva negociando desde hace 25 años. Ha llegado el momento de tomar una decisión", afirmaba a su llegada al Consejo Europeo.

"Si la Unión Europea quiere seguir siendo creíble en la política comercial a nivel mundial, ahora debe adoptarse una decisión, y esa decisión solo puede ser que Europa dé su visto bueno y que la presidenta de la Comisión y el presidente del Consejo viajen mañana a Sudamérica para firmar el acuerdo", defendía Merz.

Al final Von der Leyen tendrá que deshacer su maleta sin viajar. En Bruselas temen además que los países de Mercosur se cansen de esperar y se desentiendan del acuerdo con la UE. Sobre todo cuando Lula da Silva abandone la presidencia de turno, ya que el resto de países no son tan partidarios de este pacto.