La primera ministra italiana, en mayo, durante una rueda de prensa conjunta con el canciller Merz. Reuters
Giorgia Meloni es una de las víctimas de las webs donde se comparten fotos eróticas de famosas sin consentimiento
El dominio phica.eu, por ejemplo, desapareció del mapa con más de 700.000 miembros registrados.
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La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, denunció este viernes la difusión de imágenes suyas manipuladas y compartidas en un portal erótico sin su autorización. El caso ha desatado una oleada de indignación en Italia y ha reabierto el debate sobre la violencia machista en Internet.
“Estoy asqueada por lo ocurrido y quiero expresar mi solidaridad y cercanía con todas las mujeres que han sido ofendidas, insultadas y violadas en su intimidad”, declaró la dirigente al diario Corriere della Sera. La jefa del Ejecutivo, que ocupa el cargo desde 2022, subrayó que resulta intolerable que en pleno 2025 se siga considerando “normal y legítimo pisotear la dignidad de una mujer, escondiéndose tras el anonimato de un teclado”.
El sitio en cuestión, phica.eu —cuyo nombre juega con un insulto sexual en italiano—, llevaba en funcionamiento desde 2005 y acumulaba unos 700.000 suscriptores. En él se publicaban miles de fotos robadas o alteradas de mujeres, tanto figuras públicas como personas anónimas, acompañadas de comentarios vulgares y en ocasiones violentos.
Entre las víctimas figuran la líder de la oposición Elly Schlein, la influencer Chiara Ferragni, la eurodiputada Alessandra Moretti y actrices como Paola Cortellesi. También se han localizado imágenes de Arianna Meloni, hermana de la primera ministra.
El foro cerró el jueves, después de que varias afectadas presentaran denuncias ante la Fiscalía. Sus administradores publicaron un mensaje de despedida en el que aseguraban clausurar la página “con gran pesar” debido a “comportamientos tóxicos” que, según ellos, habían “dañado el espíritu original” del espacio.
La indignación social recuerda al reciente caso del grupo de Facebook Mia Moglie (Mi esposa), en el que miles de usuarios compartían fotografías íntimas de sus parejas sin consentimiento. Tras una campaña iniciada por la escritora Carolina Capria, la red social eliminó el grupo a principios de mes. En su punto álgido llegó a contar con más de 32.000 integrantes.
El caso que ahora salpica a Meloni salió a la luz tras la denuncia de Valeria Campagna, concejala del Partido Demócrata en Latina. La política descubrió que habían subido a la plataforma varias imágenes suyas en traje de baño y escenas de su vida privada. “Hoy estoy disgustada, enfadada, decepcionada. Pero no me puedo callar, porque esta historia no se trata sólo de mí. Se trata de nuestro derecho a ser libres, respetadas y a vivir sin miedo”, manifestó.
La eurodiputada Moretti también ha recurrido a los tribunales. Denuncia que durante años han robado fotos suyas y fragmentos de intervenciones televisivas para editarlos y difundirlos en la red. “Este tipo de sitios incitan a la violación y la violencia. Negar o minimizar su gravedad significa desatender la seguridad de las mujeres y el nivel de civilización de un país”, advirtió.
La ministra de Familia, Eugenia Roccella, anunció que el Gobierno trabaja en un paquete de medidas para reforzar la protección digital y combatir el sexismo en línea. Organizaciones feministas y legisladoras piden cambios culturales profundos que ataquen la raíz del problema. No sólo las manifestaciones más extremas.