Vladimir Putin, durante el lanzamiento de un misil

Vladimir Putin, durante el lanzamiento de un misil Reuters

Europa

El riesgo de un ataque nuclear 'táctico' de Putin: de la crisis en Cuba en 1962 a Ucrania en 2022

Estados Unidos ha advertido de las "consecuencias catastróficas" a Moscú, que va por delante en misiles hipersónicos.

24 octubre, 2022 02:40

Miércoles 21 de septiembre de 2022. Nueve de la mañana en España. Vladimir Putin se dirige a la nación. El presidente ruso va con todo: movilización "parcial" de los varones rusos en edad de combatir, referendos en los territorios ucranianos ocupados y una amenaza explícita: "Quisiera recordar que nuestro país dispone de diferentes tipos de recursos militares, algunos de cuyos elementos están más avanzados que los de los países de la OTAN. En caso de una amenaza a la integridad territorial en nuestro país, es evidente que utilizaremos todos los medios a nuestra disposición para defender Rusia y a nuestro pueblo. Esto no es un farol".

Ya en febrero, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista en la televisión estatal rusa había dicho: "El riesgo (de un ataque nuclear) es serio, real y no debe de ser minusvalorado". Tras la invasión de Ucrania, Putin puso a sus fuerzas nucleares en el nivel 2 (sobre 4) de alerta. EEUU evitó la escalada no variando el nivel de alerta de las suyas. Pero Biden encargó a un grupo de trabajo, llamado Tiger Team (equipo tigre) que preparara planes de contingencia evaluando los riesgos de escalada de la crisis por el uso de armas nucleares, biológicas o químicas.

Previamente, el director de la CIA, Bill Burns, había dicho: "Dada la desesperación de Putin por los reveses militares, nadie de nosotros puede tomarse a la ligera que recurra a armas nucleares tácticas". Burns matizó no obstante que "no tenía evidencia de despliegues o disposiciones militares que respaldaran su preocupación".

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Domingo 25 de septiembre. Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional, explica la posición de su gobierno en el canal de TV ABC News: "Hemos comunicado a los rusos, directamente, en privado y al más alto nivel, que las consecuencias para Rusia si emplea armas nucleares en Ucrania serán catastróficas. Hemos sido claros y contundentes con ellos, Estados Unidos responderá de modo decisivo al lado de sus aliados y socios".

Jueves 6 de octubre. Joe Biden habla en un evento para recaudar fondos para el Partido Demócrata. Tras sus comentarios habituales, dice: "Putin no bromea cuando habla de usar armas nucleares tácticas o armas químicas o biológicas. Nunca hemos estado tan cerca del Armagedón desde la crisis de los misiles de Cuba en 1962". Sugiere que el riesgo de un ataque ruso es real y lo atribuye a que "sus tropas están perdiendo" sobre el terreno.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en una rueda de prensa en la Casa Blanca. Evelyn Hockstein Reuters

Viernes 7 de octubre. Casa Blanca. La secretaria de prensa, Karin Jean-Pierre declara: "que Rusia hable de usar el arma nuclear es irresponsable, no puede hacerlo sin provocar consecuencias inesperadas. No puede suceder. Si la crisis de los misiles en Cuba nos enseñó algo es la importancia de reducir el riesgo nuclear y no emplearlo como amenaza". La portavoz de la Casa Blanca añadió que "no había ningún indicio de que Rusia se preparara para usar armas nucleares de modo inminente y, que por lo tanto, no había ninguna razón para modificar el nivel de alerta nuclear de las fuerzas americanas".

Por si el mensaje no quedaba claro, el general y exdirector de la CIA, David Petraeus, fue más preciso: "Responderemos con la OTAN eliminando todas las fuerzas convencionales rusas que veamos en territorio ucraniano y en la Crimea anexionada por Rusia. Hundiremos todos los barcos rusos del mar Negro".

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La réplica fue igualmente clara. "Algunos idiotas jubilados con galones de general intentan asustarnos evocando un ataque de la OTAN" escribió, en Telegram, Dimitri Medvédev, presidente de Rusia entre los dos primeros mandatos de Putin (2008-2012) y número dos del consejo de seguridad ruso. "Los misiles hipersónicos son capaces de hacer blanco en Europa y EEUU mucho más rápido".

Respiren. ¿Qué diablos es un misil hipersónico? ¿Y una bomba táctica? ¿Atacará Putin?¿Qué puede hacer Occidente si Putin emplea armas nucleares? ¿Qué pasó en Cuba en 1962?

El mundo a un paso del abismo

En otoño de 1962, don Juan Carlos y doña Sofía concluían su luna de miel de cuatro meses, una vuelta al mundo con parada en La Casa Blanca donde les recibió el presidente John F. Kennedy. Juan XXIII celebraba la misa que abría el concilio Vaticano II y la Francia de De Gaulle acababa de conceder la independencia a Argelia. Y "Sherry" de los Four Seasons encabeza las listas de éxitos.

De repente, el 21 de octubre se supo que 42 misiles nucleares de alcance medio soviéticos iban camino de Cuba, donde fotos aéreas demostraban que se estaban construyendo las bases de lanzamiento. Kennedy ordenó el bloqueo aéreo y naval de la isla, amenazó con interceptar los buques soviéticos y puso a las Fuerzas Armadas en el máximo nivel de alerta nuclear.

John Fitzgerald Kennedy en el despacho oval de la Casa Blanca.

John Fitzgerald Kennedy en el despacho oval de la Casa Blanca.

En una dramática intervención televisada dijo: "He ordenado a nuestras Fuerzas Armadas que estén preparados para cualquier eventualidad... No correremos el peligro de una guerra nuclear innecesaria pero nunca renunciaremos a los peligros que tengamos que afrontar... Cualquier agresión con cohetes nucleares cubanos a otra nación será considerada como ataque de la URSS a Estados Unidos y exigirá la adecuada represalia contra Rusia".

Nikita Kruschev respondió que no retrocedería y el mundo contuvo la respiración. Robert Kennedy escribió sobre su hermano esto: "¿Estaba el mundo al borde del holocausto? ¿Había sido fallo nuestro? ¿Un error? ¿Había algo más que habríamos podido hacer? ¿O no hacer? (John) se llevaba la mano a la cara y se tapaba la boca. Abría y cerraba los puños. Tenía el rostro congestionado, los ojos doloridos, casi grises".

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El sábado 27 la tensión llegó al máximo cuando un avión espía americano fue derribado sobre Cuba. Pero ambos dirigentes habían abierto un canal de comunicación a través de encuentros entre Robert, que era fiscal general, y el embajador soviético en Washington, Anatoli Dobrinin.

De hecho, el máximo líder soviético había enviado una carta privada a Kennedy: "Si la gente no muestra sabiduría, el análisis final es que acabarán enfrentándose, como moles ciegas y entonces comenzará el exterminio recíproco... Ni ustedes ni nosotros debemos tirar de los extremos de una cuerda en la que han atado el nudo de la guerra, porque cuanto más tiremos los dos, más se apretaba el nudo. Y puede llegar un momento en que el nudo esté tan tenso que incluso el que más tire no podrá tensarlo más, y entonces será necesario cortarlo y lo que eso significa no necesito explicárselo porque usted sabe perfectamente de qué terribles fuerzas disponemos".

John Fitzgerald Kennedy, John Edgar Hoover y Robert Kennedy.

John Fitzgerald Kennedy, John Edgar Hoover y Robert Kennedy.

"Tras varios días de tensión insoportable, el 28 de octubre, Kruschev acabó dando marcha atrás y ordenó que los misiles regresaran a la Unión Soviética. El mundo entero suspiró aliviado. Los estadounidenses podían atribuirse una victoria, pero los soviéticos no se marcharon con las manos del todo vacías. Kennedy se comprometió a no volver a intentar invadir Cuba y -en secreto- a desmantelar las bases de misiles en Turquía, (cosa que hizo al año siguiente). Durante toda la Guerra Fría, la guerra nuclear nunca estuvo tan cerca como entonces". (Ian Kershaw, 'Ascenso y crisis')

Al año siguiente, se instaló el teléfono rojo entre La Casa Blanca y el Kremlin que permitiría la comunicación directa entre los dos máximos dirigentes de las dos superpotencias atómicas. Kruschev fue destituido en 1964 y murió años después. Kennedy fue asesinado en 1963.

La doctrina nuclear rusa

Putin está al frente de la primera potencia nuclear del mundo con un arsenal de 4.477 ojivas nucleares frente a las 3.708 de EEUU, según estimaciones del Instituto sobre La Paz de Estocolmo. La doctrina rusa sobre la disuasión sólo contempla el uso de la bomba como respuesta a un ataque nuclear, a ataques encaminados a paralizar la cadena de mando... o un ataque convencional que amenace "la existencia" de Rusia. De la que, a efectos legales rusos, forman parte los territorios ucranianos ocupados donde se han celebrado referendos, con resultados tan soviéticos como carentes de homologación internacional. Poco importa, tras la aprobación por la Duma y la solemne firma de Putin ahora forman parte "íntegra" de Rusia. Ergo, en puridad legal rusa, defendibles "por todos los medios".

Y eso incluye una bomba nuclear táctica, un arma pensada para ser usada en el campo de batalla por las Fuerzas Armadas superadas por el enemigo. Puede tratarse de una bomba, un obús o un misil de corto alcance, 500 km, contra los miles de km que alcanzan los ingenios balísticos. Se dice que son de baja intensidad, esto es inferior a 100 kilotones mientras que el armamento estratégico se mide en megatones. Conviene recordar que las dos bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki tenían una potencia de 12 kilotones.

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Los expertos debaten sobre el abanico de usos de una bomba atómica táctica. Putin podría utilizarla a efectos demostrativos, sin voluntad de causar víctimas, lanzándola sobre el mar Negro o a alta altitud en la atmósfera. La segunda hipótesis sería contra un blanco en Ucrania. La última y más grave de sus opciones, y la más improbable, sería disparar contra un país de la OTAN lo que desencadenaría un enfrentamiento militar con la Alianza.

En el caso de un ataque sobre Ucrania, que no es miembro de la OTAN y por lo tanto no está protegido por el paraguas nuclear americano, la respuesta occidental sería masiva pero convencional. Macron lo ha dicho explícitamente y EEUU más veladamente. "Nuestros gobiernos han comenzado a señalar a Putin, y a Rusia en su conjunto puesto que algunos mensajes son públicos, que toda utilización de armas nucleares será castigada con ataques masivos y convencionales" ha escrito Edward Hunter Christies, investigador del Instituto Finés de Asuntos Internacionales.

Putin saluda a un reservista ruso en la región rusa de Ryazan.

Putin saluda a un reservista ruso en la región rusa de Ryazan. Reuters

En ese sentido, se interpretan las declaraciones del alto representante de la UE, Josep Borrell, que el 13 de octubre afirmó que Moscú debe contar con "una respuesta militar tan potente que el ejército ruso sería aniquilado" en caso de un ataque nuclear a Ucrania.

Muchos expertos sostienen que Putin tiene mucho más que perder si emplea una bomba nuclear táctica. "El teatro ucraniano se presta bastante mal al uso de este tipo de armas para cambiar el curso de la guerra en el plano militar: no hay grandes concentraciones de blindados. Las unidades no están concentradas en un solo lugar sino diseminadas. Esto implica la necesidad de disparar sobre los frentes norte y sur", explicaba Bruno Tertrais, director adjunto de la Fundación de Investigaciones Estratégicas. Para este experto francés el peor escenario posible es el del tiro simbólico.

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Putin deberá sopesar las consecuencias de romper el tabú atómico. En el plano militar, además de las escasas ganancias sobre el terreno, cabe pensar que los occidentales, que hasta ahora no han suministrado a Kiev armas capaces de alcanzar territorio ruso, podrían dotar al ejército ucraniano de blindados, helicópteros de combate o aviones de caza.

En el plano diplomático, "Rusia se convertiría en un paria", según Biden. "China que no es todavía una potencia nuclear no tiene ningún interés en una escalada y dejaría de ser solidaria por completo", sostiene Jean de Gliniasty, exembajador de Francia en Moscú. Además, esto podría incitar a Taiwan a seguir los pasos de Corea del Norte y dotarse del arma nuclear.

El escritor Jonathan Littell barría todas estas consideraciones lógicas de un revés: "Putin siempre ha anunciado lo que haría y, generalmente, ha hecho lo que había anunciado. Así que su huida hacia delante puede llevar a lo peor".

Los misiles hipersónicos

Si hay un terreno militar en el que Moscú lleva ventaja a Occidente es, sin duda, el de la hipervelocidad que según muchos expertos va a cambiar los equilibrios militares. Ingenios capaces de desplazarse a velocidades superiores al sonido, volando en las capas bajas de la atmósfera para eludir los radares y maniobrar hasta casi fin de trayecto. Y que pueden llevar en su seno carga convencional o nuclear.

Un soldado ruso revisa un misil hipersónico sujeto a un caza de combate.

Un soldado ruso revisa un misil hipersónico sujeto a un caza de combate. Reuters

Rusia tiene dos tipos de misiles hipersónicos en su arsenal. El Kh-7M2, Kinjal (daga en ruso) que se dispara desde un avión y que, según Moscú, puede alcanzar un blanco a 2.000 km y volar a Mach 10, esto es diez veces la velocidad del sonido. A título de comparación, el avión comercial más rápido, ya retirado del servicio, el Concorde volaba a Mach 3 sobre el Atlántico. Según el ministerio ruso de Defensa, estos misiles Kinjal fueron empleados para destruir un almacén subterráneo de armamento en el oeste de Ucrania el 18 de marzo de 2022, primer uso operativo del arma.

Putin anunció a finales de julio que la flota rusa iba a ser dotada en "los próximos meses" de un nuevo misil de crucero hipersónico, el 3M22 Tsirkon o Zircon. Con un alcance máximo de 1.000 km y capaz de volar a Match 8 fue probado en el Ártico desde un navío de superficie y desde un submarino en inmersión.

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Sólo China posee también este tipo de armas, el Dongfend-17 cuya velocidad de crucero supera el Match 7 y puede hacer blanco a 2.500 km. Un arma concebida para penetrar el casco reforzado de los buques de guerra y, singularmente, los portaaviones, hasta ahora gran ventaja estratégica de EEUU.

Los estadounidenses lograron en mayo probar con éxito, tras tres fracasos previos, un misil capaz de alcanzar Match 5. Pero, según el Pentágono, la marina americana no dispondrá de ellos hasta 2025 y los submarinos hasta 2028. Los franceses han anunciado este mes haber probado con éxito un misil de este tipo.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el ministro de Defensa, Sergei Shoigu.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el ministro de Defensa, Sergei Shoigu. Reuters

Ucrania 2022 no es Cuba 1962. Que Putin use el arma nuclear "no es probable pero sí posible" dijo esta semana en Madrid Gideon Rachman, donde ha presentado su libro 'La era de los líderes autoritarios'. Entre los que están, claro, Putin. El columnista de asuntos internacionales del Financial Times, en un encuentro organizado por el Instituto Aspen, recordaba que lo que hace poderosa al arma nuclear "es exhibirla, no tirar la bomba".

Putin tiene bazas para hacer creíble que no va de farol. Quizá su estrategia sea "escalar para desescalar", esto es, en opinión de Rachman, "hacer preparativos creíbles para forzar la negociación con EEUU como en la crisis de los misiles de 1962". Y que Washington fuerce a Zelenski a aceptar un alto el fuego para que Putin pueda salvar la cara en Ucrania y su cabeza en Moscú.